Entre nieve y ráfagas de viento, las modelos desfilaron contra corriente mientras que Demna Gvasalia recitaba un poema en ucraniano para rendirle tributo a las víctimas del conflicto bélico actual. Balenciaga ha sido la primer marca en solidarizarse con la situación y honró a Ucrania durante su desfile de Paris Fashion Week.
En estos tiempos de crisis, donde más de un millón de personas han sido forzadas a abandonar sus hogares y migrar a otros países en búsqueda de seguridad, el mensaje detrás del concepto del más reciente desfile de Balenciaga ha sido más que claro. No sólo vimos las bolsas que se convertirán en el best seller de la temporada, sino que los modelos desfilaron cargando sus pertenencias en bolsas de basura.
Pero esto no fue una crisis humanitaria que Demna usó para crear una estética, sino todo lo contrario, un desfile humanitario que buscaba crear empatía, esparcir el mensaje y ser todo menos un show. Pero especialmente, para Demna, el desfile de Balenciaga fue sumamente personal:
“Fashion Week se siente tan absurdo en estos momentos… Pero no se trata de la moda sino del mensaje. La moda no importa ahora pero el mensaje debe ser amor y paz y la industria de la moda debe asumir una posición clara ante esta crisis”.
“La guerra en Ucrania ha desatado el dolor de un trauma pasado que he arrastrado desde 1993, cuando lo mismo pasó en mi país natal y me convertí en un refugiado para siempre”. A los 12 años Demna, junto con más de 250,000 personas más, dejó Georgia durante la guerra civil en su país.
“Para siempre, porque eso es algo que se queda contigo. El miedo, la desesperación, el darte cuenta de que nadie te quiere. Pero también me di cuenta de lo que verdaderamente importa en la vida, como la vida misma, el amor humano y la compasión. Es por eso por lo que trabajar en este desfile esta semana ha sido tan increíblemente duro para mí, porque en un momento como este, la moda pierde su relevancia y su derecho de existir” continuó Demna en una carta en el asiento de todos los asistentes junto con una playera amarilla y azul.
“La semana de la moda suena a algo parecido al absurdo. Pensé durante un momento en cancelar el desfile en el que tanto yo como mi equipo hemos trabajado tan duro y que estábamos deseando que sucediese. Pero luego me di cuenta de que cancelar este desfile significaría ceder, rendirme al demonio que ya me ha hecho tanto daño durante los últimos 30 años. He decidido que no puedo seguir sacrificando partes de mí por esa guerra de ego sin sentido y sin corazón”.
Hay cierto luto en esta caminata de 360º que pareciera ser eterna, con looks en total black donde el color se vuelve más importante que las siluetas, que van desde bodies extra ajustados a extra oversized como aquellas que caracterizan a la marca. Los copos de nieve se enredan en el pelo de las modelos y quedan marcados en las prendas a su paso. La intensidad de las luces sube y baja conforme avanza el desfile, simulando el paso de los días y noche en el recorrido que sigue sobre un camino sin fin y sin descanso.
En un inicio, cuando el desfile fue planeado seis meses atrás, el objetivo de la nieve era hacer una referencia al calentamiento global: “La nieve significaba el futuro. Un futuro que se ha convertido en el presente, donde los resorts de ski ya no tienen nieve”, dijo Demna. “Pero después adoptó un significado completamente diferente por la crisis que atravesamos actualmente”.
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