Decretar y manifestar: ¿son lo mismo?
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Decretar y manifestar: ¿son lo mismo?

Dos términos que con frecuencia generan confusión pero que tienen un impacto significativo en nuestra realidad son “decretar” y “manifestar”. Aunque ambos están relacionados con la creación de nuestra realidad, se diferencian en su enfoque y proceso, así que aquí te contamos lo que tienes que saber para usar su fuerza de la mejor manera.

El poder de decretar:

Decretar implica emitir un mandato o una orden, tanto a nivel consciente como subconsciente. Al decretar, estamos estableciendo una intención clara y firme sobre lo que queremos lograr o experimentar en nuestra vida. Es como si estuviéramos emitiendo una orden personal al universo, afirmando nuestras metas y deseos de manera asertiva.

Este acto va más allá de simplemente expresar deseos; implica una convicción profunda y una creencia en la capacidad de influir en nuestra realidad. Al decretar, nos comprometemos activamente con el proceso de lograr lo que deseamos, convirtiéndonos en cocreadores conscientes de nuestra vida.

La magia de manifestar:

Por otro lado, manifestar se refiere al acto de hacer realidad algo a través de la visualización, la atracción y la alineación con nuestras metas. La manifestación implica la conexión con nuestras emociones y pensamientos, creando una vibración positiva que atrae lo que queremos hacia nosotros. Es un proceso más holístico que se centra en la coherencia interna entre nuestras creencias, pensamientos y sentimientos.

Cuando manifestamos, estamos invitando conscientemente a las experiencias deseadas a nuestra realidad. Esto implica cultivar una mentalidad positiva, practicar la gratitud y mantener una actitud abierta a las oportunidades que se presentan en nuestro camino. La manifestación es un recordatorio de que somos co-creadores activos de nuestras experiencias diarias.

decretar y manifestar diferencias

¿Son lo mismo manifestar y decretar?

Aunque decretar y manifestar comparten la idea de influir en nuestra realidad, difieren en la manera de abordar este proceso. Decretar es más directo, una afirmación enérgica de nuestras intenciones, mientras que manifestar implica una conexión más profunda con nuestras emociones y pensamientos.

Ambos conceptos, sin embargo, pueden coexistir y potenciarse mutuamente. Al decretar metas claras, estamos dando a la manifestación una base sólida sobre la cual construir. La clave está en combinar la determinación y la claridad del decreto con la apertura, la receptividad y la positividad asociadas con la manifestación.

Ambos procesos nos invitan a ser conscientes de nuestro poder como arquitectos de nuestras experiencias, recordándonos que la elección y la intención son claves en la creación de una vida plena y satisfactoria.

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