Para muchas personas, los Juegos Olímpicos son sinónimo de Simone Biles. La atleta ha revolucionado su deporte y en los Juegos pasados se llevó 4 medallas de oro. Pero quizá su mayor enseñanza es que cuidar nuestra salud mental no solo es válido, sino súper necesario.
El 27 de julio, quienes vivimos de este lado del mundo despertamos con la noticia de que Simone se había retirado de las finales grupales de gimnasia y en un primer momento la razón que se dio fue que ella debía cuidar su tobillo.
Sin embargo, conforme pasaron las horas, supimos que la gimnasta tomó esta decisión para cuidar su mente. Ella participó al inicio con un salto, pero se retiró después para que su desempeño no perjudicara a sus compañeras.
Simone Biles habla sobre la salud mental
En la conferencia de prensa después de la competencia grupal con Team USA, Simone dijo que tuvo un “día muy estresante”, desde su entrenamiento de la mañana hasta 5 horas esperando a competir.
Físicamente se notaba que la siempre poderosa Simone no estaba bien y ella misma confirmó que “nunca se había sentido así”:
“Han sido unos juegos muy estresantes… una larga semana, un largo proceso olímpico, un largo año (…) Creo que todas estamos un poco estresadas. Deberíamos estar divirtiéndonos en las competiciones y simplemente no es el caso (…) Una vez que salí me di cuenta de que no, el estado mental no está ahí, tuve que dejar que las chicas lo hicieran”.
Al final, el equipo, con solo tres integrantes, se llevó la medalla de plata, aún sin su “arma secreta”.
Simone, de 24 años, dijo que es posible que participe en las finales individuales a las que clasificó, pero parece que por ahora no se va a presionar demasiado:
“Me quiero concentrar en mi bienestar. La vida no es solo la gimnasia”.
Una nueva generación que no esconde la ansiedad
En la rueda de prensa, Simone fue súper abierta y honesta respecto a su estado mental, explicando que la presión de ser la mejor del mundo la llevó a hacer las cosas por otras personas y no por su propio amor al deporte.
También contó que está en terapia y toma medicamentos para manejar el estrés. Y, finalmente, dijo que para ella es importante hablar de este tema, tan tabú en los deportes:
“Ayuda a traer más reflectores a la salud mental. No solo somos atletas, somos personas”.
Las palabras de Simone se suman a las de Naomi Osaka, quien hace unos meses habló de su decisión de no participar en ruedas de prensa en el Abierto Francés, ya que vive con ansiedad y depresión.
En un post de Instagram explicó que las ruedas de prensa son muy difíciles para ella y, más tarde, en un ensayo para Time, dijo que sintió mucha presión para discutir sus síntomas y su diagnóstico y que no quisiera volver a pasar por eso, pero le da gusto haber podido ayudar a otras personas y atletas en su situación:
“No me siento cómoda siendo la vocera o la cara de la salud mental en los deportes, porque todo esto es nuevo para mí y no tengo todas las respuestas. Espero que las personas puedan identificarse y entender que está bien no estar bien y está bien hablar de eso. Hay personas que pueden ayudarte y suele haber una luz al final del túnel”.
No solo en los deportes, sino en todas las áreas, hay que entender que quienes viven con depresión, ansiedad o simplemente pasan por un momento de mucho estrés, no nos deben explicaciones o una lista de síntomas. Hablar del tema debe ser siempre una forma de conectar y de desmitificar, no venir de presión externa.
Tanto Simone como Naomi son personas extraordinarias y sus luchas no las hacen más débiles, sino más fuertes. De la misma manera, si simplemente somos personas normales, no atletas en los Juegos Olímpicos, también nos merecemos espacios seguros para contar nuestras historias y comprensión por parte de la sociedad.
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