Sabes tu lenguaje del amor pero ¿conoces tu lenguaje del estrés?
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Sabes tu lenguaje del amor pero ¿conoces tu lenguaje del estrés?

Muy probablemente ya te hayas informado sobre tu lenguaje del amor, incluso el de tu pareja y amigos pero ¿Sabes tu lenguaje del estrés?

Cuando se trata de relaciones, a menudo escuchamos sobre los cinco lenguajes del amor propuestos por el Dr. Gary Chapman. Estos lenguajes incluyen:

  • Actos de servicio
  • Palabras de afirmación
  • Tiempo de calidad
  • Contacto físico
  • Recibir regalos.

Se dice que el lenguaje del amor con el que te relacionas más refleja cómo te gusta dar y recibir amor, por lo que conocer tu lenguaje del amor y el de tu pareja puede influir positivamente en tu relación.

Pero, ¿cuál es tu lenguaje del estrés?, ¿cómo reaccionas al peligro?

Controlar el cortisol, una hormona relacionada con el estrés, es crucial para mantener la salud física y mental en óptimas condiciones. El cortisol es conocido como la “hormona del estrés” porque se libera en respuesta a situaciones estresantes. Si los niveles de cortisol permanecen elevados durante largos períodos de tiempo, puede tener efectos negativos en el cuerpo, como aumento de la presión arterial, supresión del sistema inmunológico y aumento del riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Altos niveles de esta hormona se han relacionado con el desarrollo de trastornos de ansiedad, depresión y dificultades para concentrarse. Controlar el cortisol puede ayudar a mantener una mente más equilibrada y reducir el riesgo de problemas de salud mental.

lenguaje del estrés
Foto de Carl Heyerdahl en Unsplash

Según Pete Walker, existen cuatro formas del leguaje del estrés, las 4 F’s: Fight, Flight, Freeze y Fawn

Lucha (Fight):

Las personas que tienen un estilo de respuesta basado en la lucha creen que el poder y el control les proporcionarán seguridad y amor. Suelen responder a los sentimientos de abandono con ira y desprecio, tratando de intimidar a los demás para que les imiten. Es importante que aprendan a reconocer y gestionar sus sentimientos de abandono sin recurrir a la ira y el desprecio, para construir relaciones más saludables.

Huida (Flight):

Para aquellos que tienden a huir, creen que ser perfectos los mantendrá seguros y amados. Se mantienen ocupados constantemente para evitar enfrentarse al dolor interior. Necesitan comprender los costos del perfeccionismo y aprender a enfrentar la negación y minimizar el impacto del estrés para manejar mejor sus tendencias.

Congelación (Freeze):

Las personas con un estilo de respuesta de congelación ven a los demás como peligrosos y buscan seguridad en la soledad. A menudo se aíslan y evitan las interacciones sociales. Es crucial para ellos aprender a enfrentar su crítico interior y ampliar sus vidas más allá del aislamiento, expresar emociones y enfrentar sus miedos para una recuperación completa.

Complacencia (Fawn):

Quienes tienen un estilo de respuesta complaciente creen que pueden ganar seguridad satisfaciendo las necesidades de los demás a expensas de las suyas propias. Necesitan aprender a establecer límites, hacer valer sus necesidades y desarrollar la autocompasión para romper el ciclo de la codependencia.

Conocer tu estilo de respuesta al estrés puede ayudarte a entender mejor tus patrones de comportamiento y mejorar tus relaciones. Recuerda que la psicoeducación y el autocuidado son fundamentales para un crecimiento personal saludable. ¡Descubre tu estilo y trabaja en él para construir relaciones más fuertes y satisfactorias!

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