¿Sientes que estar viendo la tele o leer un libro es tiempo perdido? Si crees que estar en la tina escuchando Spotify es igual que aventar a la basura todo tu día, este libro es para ti. Es hora de encontrar un balance y darnos cuenta de la importancia del amor propio antes de colapsar. Platicamos con Kalinda Kano, quien confiesa que durante mucho tiempo ha permeado la idea de que tu valor como persona se mide por cuán ocupado estás, cuántos likes tienes en redes sociales, si eres healthy o fit, buena mamá, esposa, amiga, hija. ¿Te identificas? Sigue leyendo.
Kalinda escribió el libro Perfectamente imperfecta, donde habla del efecto del estrés en tu vida, cómo lidiar con él y profundizar para aprender de los momentos de crisis; la importancia de cultivar mente y cuerpo, y de hacer una limpieza profunda tanto de tu espacio interior como de la gente a tu alrededor; qué hacer para no perderte en tu relación de pareja; cómo equilibrar tus tiempos entre familia y amigos sin olvidarte de ti misma.
Entrevista con Kalinda Kano
¿Qué red flags podemos encontrar en nuestro estilo de vida para determinar que hay que hacer un cambio?
Primero es sentir como que no te alcanza la vida, y eso es muy de ciudad, que no de tas a basto, no tienes ni un segundo libre en ningún instante.
Otro para mí, que es muy grave y normalizado, es venir en el coche escuchando un podcast, comiendo, mientras te maquillas, en el semáforo vas contestando mails de chamba, ahí ya estás haciendo muchas cosas al mismo tiempo y lo peor es que a veces se traduce en “wow, qué persona tan productiva”.
Si no eres feliz, no es normal. La vida adulta es pesada pero cuando eres más miserable que feliz, ahí algo estás haciendo mal.
Como dices en tu libro, parece ser que ahora es un triunfo no tener tiempo libre, ¿cómo has encontrado la clave para balancear tu vida?
Fíjate que tuve que ir mucho más profundo y ver por qué estaba queriendo hacer tantas cosas. Lo primero fue la necesidad real, yo tengo dos hijos, trabajo, ocurren cosas en mi casa y pues no me puedo tirar en una hamaca como nos pasa a la gran mayoría de las personas, las mujeres no vivimos así ahora.
No es lo mismo eso a que yo decía, ¿por qué incluso cuando tengo un minutito no me lo doy? Por ejemplo mientras pongo el arroz, porqué no me pongo a leer sin culpa media hora. O el domingo me causaba conflicto tirar flojera, en vez de eso creía que tenía que educarme y aprender viendo documentales, por ejemplo. ¿Con quién estaba tratando de quedar bien?
Mucho tiene qué ver con la aprobación externa, que la sociedad me diera una palmadita y me dijera que lo hacía bien. No era por mí, y ahí me di cuenta de que nadie me iba a poner una estrella en la frente y me replantee todo. Me merezco tomar descansos, poder hablar por teléfono con mi amiga sólo por que sí. Es un rollo social muy extraño, sobre todo en las ciudades grandes donde no te da la vida.
Otro factor es las redes sociales, postear todo lo que hacemos o en pandemia demostrar que estábamos haciendo algo…
Tengo un amor odio tremendo hacia ellas, al menos de mi parte. Nos ha abierto muchas posibilidades, tenemos acceso a gente a información, yo sigo cuentas de baile y danza. Esta idea de que puedes curar el contenido que quieres recibir, eso es lo máximo. Por el otro lado, hace muchas comparaciones y crees que la vida del otro es padrísima y que chance tú estabas en pijama en tu casa tratando de sobrevivir la pandemia y crees que eres menos merecedor de estar aquí.
Lo primero es saber que las redes no son la vida real, la gente que se dedica a ellas ese es su trabajo. Yo personalmente no sigo cuentas que me hacen sentir mal, y no es culpa del otro, es nuestra. En mis redes procuro decir mucho de esto y ser honesta conmigo misma de cómo es mi vida en general.
¿Cómo definirías el éxito?
Lo tenemos muy relacionado con la economía. Yo me he dado cuenta que de manera personal, yo no escogí ningún tipo de carrera que me haga ganar mucho dinero, pero en etapas que me ha ido peor en ese aspecto, no lo veo como algo que tenga que ver con el proceso interno.
Para mí es sentir paz, si tengo ansiedad y estrés no estoy en éxito personal, no es un buen día. Y cosas pequeñas como comer rico, estar con los niños, oír un podcast, eso es éxito. Para cada quién es distinto, pero para mí es un día con tiempo para leer.
¿Qué fue lo más nutritivo de escribir un libro como Perfectamente Imperfecta?
Siempre había querido escribir un libro porque es mi medio de expresión favorita desde niña, así como hay gente que baila o dibuja, yo siempre he usado la palabra. Tengo muchos diarios y así acomodo mis ideas, pero era algo tan personal que nunca creí que alguien me leyera, entonces existía este sueño muy lejano de escribir pero no estudié nada relacionado.
Era parte de mi proceso personal escribir y replantearme todo, ver qué había que cambiar y muchos años llegaban las 7 de la noche y quería que se acabara el día. Ese sentimiento lo cambié muchos años, con todo y que de afuera no se veía. Quise reestructurar todo después de ataques de pánico y depresión, lo cuento en el libro, y me entretuvo mucho reconstruirme porque sentía que no tenía nada qué perder.
Lo empecé a compartir en redes y mucha gente estaba en una situación similar a la mía y una editora me dijo que me seguía en redes y me propuso hacer el libro. Poner en palabras los ejercicios y herramientas, darles forma en un libro.
Al escribirlo, el hecho de juntar todo eso me hizo darme cuenta del avance que hubo en mí, darme un abrazo y ver cómo llegué a un punto muy distinto al que estaba. Tengo mucho para compartir. Vienen partes de yoga, consejos para contactar con tu creatividad, el estrés, pareja, hijos, poner límites, hay mucha información ahí. No empezó como un plan de negocios, fue muy natural y me preparé tanto que cuando lo ví terminado se notan los años de proceso de estudio que puede ayudar a muchas mujeres.
¿Qué otros libros o hábitos recomiendas para las mujeres que buscamos vivir mejor?
El camino del artista de Julia Cameron, para encontrar tu lado creativo y hacer ejercicios para sentirte mejor. Consume menos redes sociales, usen el poco tiempo que tienen libre para otras cosas y no para compararse con los demás. Menos redes y más libros de verdad, más clases en línea, aprovechen que ahora podemos hacerlo.
Kalinda Kano en sus propias palabras
Crecí en Playa del Carmen, Quintana Roo. A los 19 años me fui a vivir a Ciudad de México, donde estudié fotografía y trabajé como conductora de televisión durante más de 15 años. Era una vida maravillosa, pero también muy demandante física y emocionalmente.
Hace tiempo decidí dar un giro: cambié los reflectores por la playa y las jornadas agotadoras de trabajo por tiempo de calidad en familia. Ahora me concentro en aprender e integrar prácticas de bienestar a mi día a día; me certifiqué como maestra de yoga y como coach de nutrición integral.
He explorado distintos caminos y métodos con la intención de construir herramientas que me sirvan a mí y a otras personas que quieran transformarse. Ahora vivo en la playa donde crecí, con mi esposo Bibi y nuestros dos hijos, Jazz y Emil.
Además de crear contenido para redes sociales, doy asesorías, cursos y talleres de bienestar y belleza integral. Sígueme en Instagram: @KalindaKano.
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