Tener una relación de amigos con derechos puede ser algo difícil. Al final del día, los sentimientos siempre pueden interponerse y alguno de los dos, puede terminar buscando una relación de pareja.
Para entender mejor el tema, platicamos con Mayneé Cortés de @laboratorio_afectivo.
La delgada línea entre los amigos con derechos y los sentimientos
Para Mayneé, en general, la respuesta es que los amigos con derechos sí pueden evolucionar a algo más. Sin embargo, depende de la personalidad de cada quien, de sus valores, creencias y de dónde se encuentren emocionalmente.
Si estás pensando en lanzarte a tener una relación de amigos con derechos, recuerda que la comunicación es clave y que las cosas deben quedar claras/establecidas desde el principio. A continuación, te contamos más sobre la delgada línea entre los amigos con derechos y los sentimientos.
First things first, ¿cuál es la definición de amigos con derechos?
Típicamente se entiende como personas que tienen una relación de amistad preexistente pero que desean agregar un componente sexual a su relación. Quieren mantener la relación como amistades y no tienen interés en migrar su relación a un formato de pareja o de ligue.
¿Qué límites deben existir en las relaciones de amigos con derechos?
Depende mucho de cada persona y de sus necesidades. Definitivamente son cosas que se deben discutir desde el principio. Para mi, los límites y acuerdos más importantes son definir los componentes sexuales. Entender que integra este componente. Hay que saber si solo se trata de besos en fiestas de repente o si incluye sexo casual, saber cuándo y qué implica.
¿En qué espacios?, ¿en qué contextos?, ¿quién va a hacer qué? Es muy importante tener límites y acuerdos sobre eso. No solo hay que dejar claro cómo te hacen sentir ciertas cosas, si no que es importante estar consciente de cómo va a afectar esto a la relación de amistad. ¿Es algo que vamos a hacer público?, ¿lo vamos a mantener en privado?
También es bueno hacer pre acuerdos. Es bueno decir “oye, pues hablemos en tres semanas para ver cómo nos vamos sintiendo”.
¿Cuál es la probabilidad de empezar a sentir algo más por tu amigo con derechos?
Depende de muchísimas cosas. Creo que hay personas con las que es muy probable y otras con las que no. Hay personas muy arraigadas al amor romántico que de repente empiezan a sentir cosas mucho más complejas por sus amistades y pueden interpretar cosas que en realidad no son. Estar en una relación así no a fuerza significa que te estás encaminando hacia ser una pareja tradicional, tal vez sólo estás creando una nuevo tipo de intimidad en la amistad y eso también está bien.
Si estás en un lugar de mucha vulnerabilidad emocional, necesitas mucha conexión, apapacho o si traes el corazón roto, el componente sexual puede desatar procesos psicofisiológicos y hormonales y puede cambiar por completo la química de tu cerebro.
También, hay otras personas que son muy capaces de separar perfectamente las interacciones sexuales de los temas afectivos. Para estas personas, es menos probable que las cosas vayan más allá de una amistad.
¿Crees que el deseo y el amor siempre van juntos?
Es algo que se puede confundir. Hay personas a las que les cuesta mucho separar los dos y al final, no son realmente conceptos que van tan separados. Estas dos cosas pueden acompañarse, pero también aparecer por separado.
La amistad puede ser hasta cierto punto superficial pero también puede albergar cosas muy complejas y puede haber un nivel de intimidad gigantesco.
¿Realmente pueden prosperar las relaciones sentimentales que iniciaron como amigos con derechos?
Sí, claro. Depende mucho de cómo fue inició la relación de amigos con derechos. En general, les puede ir o muy bien o muy mal. No depende mucho realmente del lugar de dónde vino, sino de los recursos emocionales de las personas que lo integran. Creo que hay un montón de factores para que funcione, como la compatibilidad y el respeto. Si hay eso, le puede ir bien a la relación, pero tampoco es una garantía.
Al final, en los amigos con derechos, ya hay una relación preexistente con esa persona. Son dos personas que ya estaban interesadas en cuidarse, en creerse y eventualmente, eso sirve para construir un vínculo de pareja.
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