13 artistas queer que debes conocer
Estilo de vida

13 artistas queer que debes conocer

Pintores, perfomers, escultores, cineastas, fotógrafos o una mezcla de todos; estos son los artistas queer que debes tener en tu radar. Créeme, quedarás obsessed con su obra.

Christina Quarles artistas queer que debes conocer

Nos encanta el trabajo de estos artistas queer

Jes Fan

Escultura

Testosterona, melanina y el estrógeno parecen la justificación exacta de los rasgos que nos identifican. Pero, ¿qué son estos compuestos fuera del cuerpo, dentro de una bola como parte de una escultura, por ejemplo? Sí, esto existe desde que Jes empezó su transición: “Usar testosterona para masculinizar mi cuerpo es similar a usar un cincel para tallar una superficie. En cierto modo, estás esculpiendo tu cuerpo”.

Abrazando su estado perpetuo de inbetween, analiza los compuestos de género (y raza) y recorre laboratorios en su proceso creativo, revelando lo absurdo de aquellas sustancias biológicas: pueden ser compradas, hechas y vendidas, definen nuestra identidad política y, aun así, también son sólo manchas de polvo dentro de un frágil vidrio sobre nuestras manos: “¿Cómo podemos estar absolutamente seguros que lo binario nos puede satisfacer?” 

Salman Toor

Pintura

Todos recordamos el arte figurativo en el impresionismo de Monet o el puntillismo de Seurat: esos paisajes típicos que hemos visto mil veces en museos. Ahora imagina sentir esa misma brisa cálida llena de color como un suspiro al corazón con el factor desgarrador, alentador, seductor y conmovedor al mismo tiempo.

Sí, ahora entiendo por qué un juego de luz y color que retrata —como una gran novela de recuerdos— los instantes íntimos y cotidianos de la vida de hombres jóvenes, de piel oscura y queer, hace que las pinceladas de Toor valgan más de millón y medio de dólares. 

Wu Tsang

Cine, arte y performance

Manipulando la delgada línea que divide la ficción y realidad, la interacción entre performance y película es explorada por una artista nombrada genio por el premio McArthur, y seguramente por ti, después de examinar su trabajo. Puedes empezar por su debut, Wildness (2012), fiel reflejo de su realismo mágico donde el persona-je principal y narrador es Silver Platter; sí, un bar gay reconocido por la comunidad trans latina, con su propia voz.

Desde conversaciones que señalan inmigración y gentrificación hasta una adaptación de Moby Dick, Tsang no se cuestiona a quién va dirigido su arte, “sólo digo lo que siento que es necesario decir, la obra encuentra su lugar en el mundo en donde tiene que ir”… y vaya que lo ha hecho.

Christina Quarles

Pintura

Desde la primera vez que vi esas figuras amorfas volverse una y fusionarse con su entor-no, le declaré mi amor eterno a los cuerpos enredados, coloridos y distorsionados de Quarles, que parecen estar a punto de rebasar los límites del lienzo. Es una mujer queer y mixed-race, pero ella misma lo hace bajo “multiply situated”.

Ver sus pinturas explosivas, dibujos con palabras o una instalación con trompe-l’oeil es recorrer la tensión entre emociones y dudar si son de intimidad o violencia, placer o incomodidad. A través de sus capas la abstracción hace que raza, género, sexualidad o edad sean irreconocibles, lo-grando una composición compleja de nuestra identidad. Como bien dijo el curador del MCA de Chicago: “Más que pintar cuerpos, Quarles pinta la experiencia de tener uno”.

Cassils

Cine, performance, escultura y fotografía

Columpiándose suspendido de un arnés en una caja transparente con paredes recubier-tas de arcilla cruda, o prenderse completamente en fuego frente a una audiencia en vivo, su cuerpo se vuelve material y protagonista de una obra que pone a prueba las barreras físicas.

Con propuestas donde es imposible no recordar las leyendas del arte que se han convertido en hitos, Cassils siempre se hecha un clavado a la historia para hablar sobre la violencia, representación, lucha y supervivencia LGBTQI+ hoy: “El perfoman-ce es una escultura social” y ese statement se entiende cuando pensamos que los cuerpos se forman según las fuerzas de poder y expectativas sociales.

Chloe Chiasson

Pintura y mixed media

Si sus personajes gigantes con piel gris azulada y cowboy hats no son la definición de cool, entonces no sé qué lo es. Como una mujer que ocupa espacio (metafórica y literalmente), sus creaciones con pintura y carpintería a gran escala agrandan esos mo-mentos cotidianos e íntimos que te jalan a una experiencia inmersiva e incómoda  al mismo tiempo.

“La intimidad pública queer es política. Como lesbiana en el sur de Texas, me enseñaron a temer las demostraciones públicas de afecto desde el primer día”. Pasando por cuestionamientos como este, su obra (a veces como un collage), en los lugares donde cabe, es una confesión audaz a través de escenarios tejanos de su niñez, como forma de visibilidad y aceptación.

Jenna Gribbon

Pintura

No me sorprendería si en un par de años hacen una película sobre Jenna y la historia de amor con su musa de pelo rubio, una rockstar indie que conoció cuando vivía en una relación abierta con un novelista después de su primer divorcio. Desde que cruzaron miradas en ese bar de East Village, ambas han inhalado y ex-halado arte la una por la otra (en la música o en la pintura).

Los cuadros de Jenna que retratan la escasa sexualidad queer femenina en el arte son “una forma de hacer que el cuerpo desnudo sea menos benigno y más fiel a lo que realmente es, que es una vulnerabilidad extrema por parte del sujeto. Quiero hacer un trabajo impactante, pero también más directo y placentero”, convirtiendo a su pareja en el ícono inconfundible de su trabajo. Todos queremos tener un #Mackenzie por Jenna en casa.

Quay Quinn Wolf

Escultura

Otro nombre que hay que tener en el radar. Las exhibiciones de este hombre son la perfecta dosis de arte contemporáneo que necesitamos. Como un choque entre elementos industriales y recursos naturales, sin miedo para llevarlo a otro nivel (desde piel de serpiente hasta aceites esenciales que dejan su olor impregnado en el espectador), él le da vida a sus esculturas minimalistas, como esos objetos curiosos llenos de narrativa que nos intrigan y a-ma-mos.

Cautivado por la relación entre cuerpo y los objetos que nos rodean, y el contraste entre lo humano y máquina, su última exhibición exploró la obsesión moderna por el self care y la renovación interna y física.

Paul Mpagi Sepuya

Fotografía

Ya sabemos que te urgía un fotógrafo en esta lista y su nombre es Paul. Si eres de los afortunados que pudo ver su trabajo en la CDMX, entonces sabes de lo que hablamos. Y si no, quedarás obsessed por sus composiciones bizarras, esas que no se entienden a primera vista.

Su cámara, un cuerpo desnudo (o más) y un background que revela el bts de lo que sería “la sesión de fotos”; con pocos elementos pero muy bien armados, nace una fotografía conceptual donde las imágenes con guiños eróticos se manipulan a veces en collage. Modelos, amigos o amantes; ilusiones y realidades, él a veces como sujeto y fotógrafo, como si nos hubiéramos colado a su estudio, su obra reveladora habla por sí sola.

Martine Gutierrez

Artes visuales y performance

Aunque ella palomea casi todas las boxes de los géneros artísticos, el highlight es el resul-tado de estas creaciones que exclaman el dilema de género, raza y clase, ya sea en los billboards de la Gran Manzana o en el audio de colaboraciones con el sello de firmas como Christian Dior, Saint Laurent y Acne Studios. “She’s an icon, she’s a legend, and she is the moment”. Su trabajo visual, que nos recuerda constantemente a los anuncios de revista, es como la versión contemporánea del clásico Nacimiento de Venus, con Martine sobre la concha: una nueva noción de la belleza… suntuosa y misteriosa a la vez.

Kyle Dunn

Pintura

Necesito tener una casa frente a la playa con una sala de aires sesenteros, demasiado cool, sólo para tener colgado en sus paredes un cuadro firmado por Dunn. Es inevitable, pero cada vez que veo su obra, la flauta de “Cockeye’s Song”, de Ennio Morricone, suena en mi mente a todo volumen. Sus composiciones evocadoras, llenas de luz y perspectivas, tienen detalles sutiles esculpidos que sobresalen del lienzo.

Y sí, desde el humor y el erotismo, ese drama cinematográfico idóneo hace sentido al saber que (autobiografía o no) siempre se inspira en fotografías gay antiguas, fotogramas de películas, antigüedad griega para hablar de masculinidad, roles de poder en una relación, expectativas de género y separación romántica.

Hannah Quinlan y Rosie Hastings

Cine, pintura, instalación y performance

“Name a better duo!” Además de meterse a diferentes disciplinas, sus escenas callejeras —don-de participan diferentes personajes que proyectan las relaciones sociales, de poder y clase— demuestran que el fresco no ha muerto. Como lo hacía Miguel Ángel retratando ángeles en el cielo, ellas también pintan en esa capa húmeda sobre yesos y cal, pero retratan escenarios públicos de la vida diaria y todos los códigos que se esconden en jerarquías.

Esta mancuerna continúa estudiando la historia del arte, caras ignoradas del feminismo occidental, entornos queer, gentrificación y otras cuestiones. Me urge viajar a Londres para ser su amiga y que me platiquen todo sobre su trabajo. 

Manuel Solano

Pintura, performance y video

A los 26 años perdió la vista debido a una infección relacionada con el VIH. Hoy, frente al caballete, va descifrando un mapa como si leyera los cuadros que él mismo pinta, llenos de referencias e iconografía de la cultura pop: sus películas favoritas, edificios que marcaron su niñez, todo lo que sien-te y recuerda.

Desde su serie Blind Transgender with AIDS, cuando apenas experimentaba la ceguera en 2014, hasta creaciones más complejas llenas de detalles, recorrer su trabajo es viajar por diferentes técnicas y corrien-tes. Puede que te topes con un video suyo de cuando era niño o trabajos espontáneos y rápidos: “No sé hacer cuadros tristes o alegres”, y no, su obra es mucho más compleja que eso.

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