Apenas empieza octubre pensamos en dos cosas: pan de muerto y disfraces. Halloween y Día de Muertos son dos fiestas que nos encantan, pero, aunque pueden convivir pacíficamente, la verdad es que no son lo mismo y hay diferencias muy claras en su origen y la manera en la que se celebran.
Aquí te contamos un poco de la historia de las dos fechas, las cosas que tienen en común y las cosas que no.

Qué sí tienen en común Halloween y Día de Muertos
OK. Empecemos por las similitudes. Como sabes, las dos celebraciones son en fechas cercanas: Halloween es el 31 de octubre y Día de Muertos el 1 y 2 de noviembre, aunque en algunos lugares puede durar varios días más.
Esto no es casualidad. Halloween tiene sus orígenes hace dos mil años, en la cultura celta, que se ubicaba en el área donde ahora están Irlanda, Reino Unido y Francia. El año nuevo para los celtas era el 1 de noviembre, que marcaba el final del verano y de las cosechas. Así, el All Hallows Eve es un día antes, el 31 de octubre. La Iglesia católica tomó esas tradiciones para conmemorar el Día de Todos los Santos y el Día de los Santos Difuntos, y trajo a Mesoamérica esas celebraciones.
Según explica este artículo en el sitio web del INAH, no sabemos mucho de los rituos funerarios en mesoamérica antes de la colonización, y la mayoría de ellos se perdieron al ser prohibidos por la Iglesia Católica. Lo que sí sabemos es que desde alrededor de 1600, ya hay documentos que afirman que los indígenas le dieron su propio giro a la celebración católica de los Santos Difuntos, ofreciendo comida y bebida y uniendo las creencias antiguas con la nueva fecha. Para el siglo XIX, cuando se prohibió enterrar a los muertos en las iglesias y comenzaron a exisir los panteones, la gente comenzó a llevar sus ofrendas a donde estaban sus muertos y ahí fue cuando comenzaron a desligarse las celebraciones de muertos de la población con los ritos católicos. A inicios del siglo XX, ya se trataba más de una fecha “mexicana” que religiosa.

Halloween y Día de Muertos: las diferencias
Halloween poco a poco se fue transformando y llegó a América junto con los ingleses, ya separada casi por completo de sus inicios espirituales.
Originalmente, las personas se disfrazaban durante Halloween para convivir con las almas o para poder hacer travesuras. En la actualidad, es un festejo divertido que está lejos de las creencias que lo originaron. Pero Día de Muertos sigue siendo una tradición importante, familiar y espiritual, aunque ya no religiosa. Quizá en eso está la principal diferencia entre las dos fechas.
Además, Día de Muertos incluye muchos más rituales, alimentos y creencias, que varías muchísimo de acuerdo con el lugar de México (o de Centroamérica) donde estés. Eso sí, siempre se trata de comer delicioso y de recordar a las personas que ya no están.
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