“¿Cómo se define o en qué se basa el precio de una obra de arte?” Esa una pregunta que seguramente te has planteado y tal vez te la hayas repetido durante esta semana, donde no has parado de ver exposiciones en tus stories la CDMX se ha convertido en el punto de encuentro de los coleccionstas de todo el mundo, desde MACO hasta las galerías independientes… para muchos .Art Week es un negocio.
Y aunque, fun fact, sólo se conoce el 50% de las transacciones en el mercado del arte (sí, es muy oscuro), estas son las reglas que mueven el dinero.
4 elementos clave para entender en qué se basa el precio de una obra de arte
¿Cómo se define?
“Todo cuenta” es la filosofía detrás de cualquier pieza. Época, material, calidad, procedencia, autenticidad, autor y otros factores son relevantes. Cada obra tiene su propio CV: ¿en qué lugares ha estado expuesta? ¿A quién le ha pertenecido? La trayectoria es determinante, incluyendo el prestigio de la galería o persona que te la vendió.
Y sí, no porque una pieza esté firmada por Da Vinci significa que él lo hizo (muchas veces son los talleres y aquí se pone complicado: ¿qué tanto intervino el artista en su obra?). Mientras el contexto lo es todo y una firma representa años de trayectoria para hacer reputación, las leyes del mercado son todo lo opuesto a oferta y demanda. Entre menos piezas hay, más valiosas; entre más sube el precio, más personas lo desean.
¿Qué hace coleccionable a un objeto?
No todas estas características aplican al mismo objeto, pero podría considerarse: cuándo se diseñó, si es innovador, el material, la calidad, si es sustentable, la casa o el taller (el legado); si es un artista o diseñador joven (¿cuánto ha expuesto o cómo justifica su obra?) “Yo me fijo mucho en el currículum institucional del artista para validar que tiene una carrera estable y que no sólo está teniendo sus 15 minutos de fama”, nos explica la diseñadora de interiores y cofundadora de CO,MA.
Blue-chip Alert
No, invertir en un cuadro de arte no te dará más que una empresa. Pero se trata de “tener un pedazo de la historia” viviendo en tu casa para diversificar tus inversiones (claro, tomando en cuenta que el arte cuesta con todos los cuidados para mantenerlo).
Y aunque no hay nada que garantice el valor con exactitud, existen las obras blue-chip, las que son de algún artista con reputación y una historia de éxito (mientras que los red-chip artists son los emergentes que no siguen una línea tradicional en el mercado del arte). Monet, Warhol, Basquiat, Picasso, Damien Hirst, Jeff Koons, los maestros aprendieron a jugar el juego con colaboraciones, reputación, conexiones con galerías, el efecto de la escaséz y otras estrategias.
Los coleccionistas
Peggy Guggenheim, Don and Mera Rubell, Édouard Carmignac o hasta Carlos Slim son la prueba de que los coleccionistas pueden abrir la puerta del arte con sus museos. Desde el Renacimiento, los mecenas fueron esta clase de burguesía que invertía en arte y, como consecuencia, obras y carreras artísticas enteras se desarrollaron.
Coleccionar según un tema o género, comprar por gusto, conocer las cláusulas de la obra, invertir en el trabajo del creador, informarse de la pieza y saber cuándo sí y no vender (aunque el mercado diga lo contrario): elementos así caracterizan a un buen coleccionista.
¿Y cómo son los de hoy? Según el estudio de mercado por Christie’s, hay “una aceleración de compradores nuevos y jóvenes: en el primer semestre de 2023, 1/3 de (sus) compradores globales eran nuevos y 1/3 de ellos son millennials (nacidos en 1981 o después). Además, a diferencia de la percepción general, los millennials también les gustan las antigüedades: por otro lado, los compradores ahora realizan transacciones aún más digitales: casi 80 % de las ofertas en todas (sus) subastas ahora se realizan en línea, casi el doble desde 2019 antes de la pandemia (45 %)”.
Entrevista con Sara Mao
Con 15 años subastando piezas icónicas en Christie’s, como la Hermès Himalaya (logrando el récord de la bolsa más cara de la historia), la también directora de Christie’s Education en Asia Pacífico nos explica el valor del arte y qué se basa el precio de una obra.
¿Cuál es el mayor diferenciador entre el valor de arte y luxury?
A menos que tengas una buena relación con las galerías, no sabes cuánto realmente cuesta una obra de arte en el mercado primario, sólo cuando hay subastas se estima. Con el mercado de lujo, vas a la tienda y sabes exactamente cuánto cuesta, pero en las piezas importantes, es mucho más difícil.
Por ejemplo, la bolsa Himalaya, aunque sabes cuánto vale, las posibilidades de conseguir una son muy bajas y ahí es cuando se vuelve muy emocionante: depende de cuántas personas en ese momento están interesadas en tenerla. Creo que ocurre lo mismo con los diamantes grandes y raros (no existe comparación). Esas son las piezas cuando la gente realmente desea pagar beyond.
¿Cuál es el consejo básico al comprar arte?
Creo 100% que debes comprar porque amas algo. Pero si soy honesta, es difícil no pensar en el rendimiento que obtendrás si vas a gastar millones de dólares.
Siempre hay obras de arte que no son cuadros felices: te hacen sentir incómodo, enojado, triste… A veces no se trata sólo decir: “Creo que quiero colgarla en mi casa”. Es comprender quién es el artista, de dónde viene, qué ha hecho y qué crees que desarrollará. Tu viaje de colección se vuelve más profundo.
Entonces, ¿qué seguro tengo sobre el arte que estoy obteniendo?
Puede provenir de lo que hablan los especialistas, pero deberías hacer tu propia investigación de pros y contras. La educación de Christie’s no te enseña la historia del arte o cómo se fabrica un reloj; damos la segunda parte: ¿cómo se desempeña este artista en el mercado? Tenemos un programa muy popular, From Passion to Investment. Conocer el potencial del mercado, los periodos de tiempo y esas cosas tiene que ver con tu investigación, pero también se trata de ver todo lo que puedas y entrenar a tu ojo para decir: “Esto es único”. Tampoco puedes saberlo todo y necesitas limitar tu enfoque a elegir qué aspectos te gustan.
¿Cómo crees que afectará la IA al mercado?
Alguien me preguntó una vez si el arte llegará a ser valorado por un algoritmo. Ninguna persona mirará una obra y sentirá lo mismo y no creo que esa consecuencia del sentimiento individual pueda reemplazarse. Pero hay coleccionistas interesados en el ámbito digital, hay espacio para AI, AR, VR con mucho alcance… al mismo tiempo también está determinado por lo bien recibido que sea. Pregúntame en un año.
Explora más en: Instyle.mx