¿Cuentas separadas o una conjunta? Cómo manejar el dinero en pareja
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¿Cuentas separadas o una conjunta? Cómo manejar el dinero en pareja

Si te vas a casar o a mudar con tu pareja, surge la pregunta: ¿qué es mejor, combinar finanzas o tener cada quién control de su propio dinero?. En la época de nuestros abuelos, quizá ni siquiera se lo cuestionaban y simplemente usaban la filosofía “lo tuyo es mío y lo mío es tuyo”, pero te recomendamos analizar bien tus opciones. 

Primero que nada, debes recordar que no hay una solución que sirva para todas las personas y quizá tampoco una que sirva para toda tu relación: se vale cambiar si las circunstancias cambian. Tus sentimientos sobre esto se verán influenciados por factores como tu situación socioeconómica, cómo se hacían las cosas en tu familia,  tu opinión sobre el dinero y las parejas y hasta tu edad. 

Por ejemplo, CreditCards.com hizo una encuesta y descubrió que el 49% de los baby boomers (personas entre 58 y 76 años) unieron sus finanzas, pero el porcentaje baja a solo 31% cuando se trata de millennials (entre 26 y 41 años). 

Eso sí, te podemos decir que otro estudio reciente encontró que las parejas que combinan sus finanzas encuentran mayor satisfacción en sus relaciones y tienen menos probabilidades de cortar. Esto sucedía especialmente en las parejas con bajos ingresos, y tiene sentido porque en ese caso combinar significa una mejor calidad de vida para las dos personas.

Qué tener en cuenta antes de combinar finanzas

Separar el dinero también tiene sus beneficios, porque los temas relacionados con las finanzas son algunos de los más comunes en discusiones de pareja, y si es un tema que sale a relucir cada semana, puede ser un verdadero problema. 

Es común que en terapia de pareja se hable sobre los gastos de una persona, que la otra ve como algo frívolo, extravagante o innecesario. En estos casos, tener cuentas separadas puede ayudar.

Del lado de las relaciones (no pensando como expertos en finanzas), quizá lo mejor sea mezclar ambas cosas: una cuenta conjunta para gastos del día a día, como el súper, y otra dedicada a las compras “divertidas” y darnos unos gustitos sin tener que explicarle a nadie. 

Cuando una persona gana mucho más que la otra, la pareja puede decidir que lo que se va a la cuenta conjunta no sea lo mismo para cada quién, sino el mismo porcentaje. Por ejemplo, ambas personas ponen el 80% de su quincena, aunque para una eso sean mil pesos y para otra, quince mil. 

Al final, lo que importa es que ambas partes se sientan unidas en el tema del dinero pero que también se sientan autónomas y no controladas. 

Con información de: Dr. Jenn Mann para  InStyle.com

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