Sasha Sokol dijo “Ya No” y todos debemos escucharla
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Sasha Sokol dijo “Ya No” y todos debemos escucharla

Este 8 de marzo, con motivo del Día Internacional de la Mujer, la cantante Sasha Sokol contó la verdad sobre el abuso que vivió cuando era adolescente, cuando tuvo una “relación” de los 14 a los 17 años con un hombre 25 años mayor. 

Esta situación, por desgracia, es muy común en el país. De hecho, la OCDE reporta que 5.4 millones de menores sufren abuso sexual cada año en México. En la mayoría de los casos (90%), quien perpetra esta violencia es una persona cercana a la familia y así fue con la cantante mexicana: fue el productor de Timbiriche, el grupo musical en el que ella cantaba. 

Sasha también contó que por muchos años ella se sintió culpable por lo que le sucedió y que le fue muy difícil salir de esa relación, porque tenía miedo de perder su carrera y su reputación, además de que ya había perdido una relación importante: la de su padrastro. 

Esto sucede también en millones de casos menos famosos. Al ser la persona perpetradora mayor y con más poder, la víctima siente que no puede hablar de eso o que otras personas cercanas pueden correr peligro si el abuso sale a la luz. 

Más allá de que los nombres de las personas sean conocidos en el mundo del espectáculo en México, las palabras de Sasha son importantes porque nos recuerdan que estos casos suceden a nuestro alrededor y que con frecuencia minimizamos u olvidamos las experiencias de las víctimas.

Así como lo que le sucedió a Sasha fue “secreto a voces” en la industria en México por décadas, así en muchas familias en el país se ignoran situaciones similares. Este silencio impide que las víctimas reciban ayuda y permite que sucedan más abusos, además de que no tenemos mejores palabras para discutir y describir estos casos.

Por ejemplo, seguimos aplaudiendo a personas famosas que admiten en diferentes foros que tuvieron relaciones o “se enamoraron” de menores de edad, cuando lo que están describiendo es un delito grave. O culpamos a las víctimas, tanto por callar como por hablar, por decir nombres o por no decirlos. 

Cada víctima tiene un proceso muy personal, a algunas puede traerles paz hablar de lo que les sucedió, otras solo encuentran dolor al revivir el trauma y otras pueden alzar la voz años o décadas después, cuando ya han trabajado en el tema y se sienten más fuertes. En el caso de la cantante mexicana, ella dijo que lo que quería era, por un lado, dar su versión de las cosas, después de que su abusador tuviera el micrófono, y también conectar y darle confianza a otras víctimas.

Como bien dice Sasha: “Ya No” hay que seguir perpetuando una cultura en la que no cuidamos a las niñas.  

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