BAW: Conoce a Mabel Cadena, actriz protagonista de “El baile de los 41”
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BAW: Conoce a Mabel Cadena, actriz protagonista de “El baile de los 41”

Hace poco entrevistamos a la actriz Mabel Cadena, quien ha participado en más de veinte producciones teatrales como Las Lágrimas de Edipo de Wajdi Mouawad, Enemigo de Clase, Manual De Desuso y Me Hago La Muerta Hasta Que El Oso Se Va. Actualmente puedes verla en El Baile de los 41 (que se estrena el 19 de noviembre), dirigida por David Pablos, donde es protagonista junto a Alfonso Herrera y Emiliano Zurita con el personaje de Amada Díaz.

¿Cómo decidiste que querías ser actriz?

Desde niña tenía claro que lo anhelaba. Jugaba a hacer obras de teatro en el patio, pero siempre me lo tomaba con mucha seriedad. Mi madre me dejó volar a los 14 años para regresar a la Ciudad de México buscando ese encuentro con la ficción. Creo que solo dudé una vez, justo antes de terminar la preparatoria, dudas que se generan alrededor del “ser actriz”… Apliqué a odontología y al mismo tiempo comencé a tomar clases de teatro los fines de semana y ahí lo supe, en esas primeras clases todo mi cuerpo habló y supe que no me quedaba de otra más que abrazar mi pasión, tomar el riesgo y prepararme para ser actriz. Nada podía salir mal, era ganar ganar y no quedarme con dudas, ni ganas de nada.

¿Cuál es el reto laboral más grande que has enfrentado hasta ahora y qué hiciste para resolverlo?

Creo que los retos en mi carrera no han parado… he tenido la fortuna de que cada mujer que he representado, me ha sacado de mi zona de confort de muchas maneras; me han confrontado de formas que no hubiera imaginado. Los retos que he tenido me han exigido mucho aprendizaje y no de manera superficial, he profundizado hasta dominar cada detalle que se me ha pedido.

De todo, creo que hay tres retos particulares que me han marcado: raparme, poner todo mi cuerpo y mis emociones a disposición de una ficción que me sacó de mi cuerpo por un largo tiempo (La Diosa del Asfalto), actuar en náhuatl y apropiarme de la energía de una princesa tlaxcalteca (Hernán) y aprender a montar a caballo, 4 meses de clases para montar a pelo un caballo dentro de un río, cuatro meses usando un corsé (El Baile de los 41)… particularmente estas tres cosas me llevaron al límite. Estos retos colapsaban emocional y físicamente a mi actriz, pero el compromiso y el fin que eran más grande que eso, me hacían aferrarme a seguir trabajando, con paciencia, con generosidad y sabiendo que no estaba sola, que dentro del set siempre tenía unos ojos conteniéndome y llenándome de estímulos. ¿Cómo los resolví? Trabajando cada día con disciplina, con constancia, de la mano de un equipo de maravillosxs profesionales.

Cuéntame de tu participación en El Baile de los 41.

Trabajar en esta producción, ha sido uno de los mayores regalos de la ficción. Desde el proceso de casting (que ha sido único) cada área, cada departamento estaba conectado y entregado a sumar. Todos proponían, todos te llenaban de estímulos; cada escena vibraba con los que estábamos ahí. Fue un reto enorme, me exigió irme al lado más sutil y delicado y al lado con más carácter de mi mujer, contenerlo, llenarlo de vida y alejarme de lo obvio; habitar diario no solo una carga emocional, también física, vestidos pesadísimos, corsé, guantes, capas y capas que solo sumaban al desarrollo de la personalidad de Amada, a construir algo profundo y no dar por hecho nada. David y Alfonso fueron compañeros de viaje amorosos, que no me soltaron en ningún momento del proceso. Todas las herramientas fueron puestas a nuestro alcance para llenar cada uno de nuestros personajes; lecturas, clases de equitación, caligrafía, piano, bádminton, aprendí a bordar… no hubo un solo elemento que no estuviese cuidado, para revivir una época tan alucinante como esta.

¿En qué te identificas con Amada Díaz?

En sus silencios, que seguramente estaban tan llenos de búsquedas, de dudas y cuestionamientos como los míos. Y en su certeza de amar, en su lealtad.

¿Prefieres hacer series o películas?

Tengo un amor profundo por la ficción, un respeto enorme por la vida y los seres humanos y un compromiso con mi actriz, con mi mujer actual y en cómo estas ficciones hacen vibrar un poco a nuestra sociedad y la sacuden sin importar el formato. He tenido la oportunidad de encarnar vidas maravillosas haciendo series y haciendo películas, ambos formatos me encantan, pero hacer cine es ese amor verdadero al que siempre apuntará mi pasión.

¿Algún día te ves del otro lado de la pantalla como directora o productora?

Me encantaría algún día poder dirigir, es una cosquilla latente y constante.

¿Qué consejo le das a alguien que quiere actuar?

Creo que los caminos son tan diversos, que es difícil dar un consejo específico. Pero algo importante es saber qué se quiere, hacia dónde y de qué manera se quiere construir. Prepararse, siempre hay algo que aprender, estar en constante movimiento, trabajar diario la mente, el cuerpo, el espíritu. Observar las emociones, la vida, escuchar el ruido, los silencios. Estar planteando y replanteando estrategias, tomar riesgos, buscar, conocer el medio al que quieres pertenecer, dominar la técnica. Tener una disciplina tan grande, como el amor por la ficción. Formarse una ética, respetar el trabajo propio y ajeno y no perder el objetivo. A veces uno quiere que las cosas ocurran rápido, pero estoy convencida que a veces las cosas no ocurren cuando uno las espera, pero si uno sigue trabajando siempre ocurren.

¿Hay algo de la industria del entretenimiento que te gustaría cambiar?

Es una industria compleja, sin duda hay cosas que quisiera que fueran diferentes y poco a poco ya algunas van tomando otro rumbo, pero he apostado por cambiar solo aquello que está en mi control. Con mis acciones, con mi trabajo, con mi color de piel, cada vez que piso un set, una locación o un escenario, cada vez que me involucro y comunico con cada una de las áreas que forman parte de esta industria o en el cómo abordar una ficción, busco que cambie aquello que me molesta, que me incomoda, que me cuestiona.

¿Qué mujeres te inspiran?

Mi madre, mi abuela, mi hermana, mis amigas. Son estas mujeres quiénes me enseñan a dar cara a la vida, a las pasiones, a los fracasos, aprendo de sus fortalezas y debilidades, de su enorme sabiduría y llenan de inspiración mis días. Amada y cada una de las mujeres que he tenido la oportunidad de interpretar, a través de su pasado me inspiran, confrontan y empoderan a mi mujer presente y la motivan a abrazar un mejor futuro.

¿Cómo defines a una badass woman?

Una mujer con carácter, una mujer que el miedo no la imposibilita, solo le permite estar alerta, con amor por la vida y lo justo. Amorosa, con empatía; tan segura de sí misma que no teme en ser quien quiere ser, en soñar, apasionarse y perseguir objetivos.

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