Lucía Uribe es pura calidez, tanto dentro como fuera de la pantalla. Es una actriz a la que quizá hayas visto en películas como Un mundo secreto (2012) o Solteras (2019) o en las series de Netflix Desenfrenadas (2020) o La casa de las flores. Pero si no conoces su nombre, prepárate, porque algo nos dice que va a estar en todos lados después del estreno de Todo va a estar bien, la serie de Diego Luna para Netflix que se estrena este 20 de agosto.
En los primeros cuatro capítulos podemos ver en la pantalla muchísimos temas que son centrales en mis conversaciones con amigas: las marchas feministas en CDMX, cómo llevar una relación honesta en pareja, la corrupción en el país, complementar el trabajo con nuestras obligaciones familiares, etc.
La historia gira alrededor del matrimonio de Julia (Lucía Uribe) y Ruy (Flavio Medina) y la familia que forman con su hija Andrea y cómo ellos intentan terminar su relación de la forma más civilizada posible… hasta que todo inevitablemente explota.
Aunque se produjo en plena pandemia por Covid, la CDMX dentro de Todo va a estar bien se siente viva y vibrante, como no esperaríamos menos de Diego Luna y seguro te vas a identificar con al menos uno de los personajes y sus situaciones.
Aquí lo que pudimos platicar con la protagonista de la serie.
Nuestra plática con Lucía Uribe
La última vez que te vimos en Netflix fue en Desenfrenadas, en un papel muy distinto. ¿Qué es lo que te gusta de Julia?
Me encanta que Julia contrasta mucho con Carlota, quien es casi todavía como una adolescente y todavía está muy perdida. Julia es una mujer madura, fuerte, que ha vivido muchas cosas y está en un punto muy importante de su vida.
Me encanta todo de ella, lo que me hizo crecer y vivir fue un regalo. El tono de la actuación también es distinto a otros personajes y lo disfruté mucho… Me llevo pura cosa buena de este proyecto.
Julia es mamá, ¿qué aprendiste de la maternidad al interpretarla?
Julia es una mujer feminista, o que está en el camino del feminismo, como muchas mujeres en sus treintas en México. Y siento que la maternidad de Julia va en este camino, de querer criar a su hija distinto a como ella fue criada o a como su mamá fue criada.
Aunque no está súper explícito en la serie, sí está en cómo Julia y Ruy (él más o menos) tratan a su hija.
Esta historia empieza donde muchos cuentos terminarían: Julia está casada y tiene una hija, pero la serie explora qué pasa si ese ya no es mi final feliz…
Sí, me encanta que es una historia que empieza después de ese “final feliz” que no existe. Inicia al momento de la ruptura de un matrimonio y todos hemos roto relaciones, sabemos que puede ser horrible.
Pero también me gusta que es una serie que habla de qué pasa con la institución del matrimonio. De qué pasa en los juzgados. Todo es horrible y frío y mostramos todo eso de los sobornos, un tema súper importante.
Y abre la puerta a pensar y a dialogar de distintas formas de relacionarnos. El amor romántico no es la promesa de la felicidad… y desde esa promesa ¿qué hacemos, cómo nos relacionamos? La serie pinta varias alternativas y ya cada quién verá con qué se identifica.
¿Qué te emociona de que ya la gente pronto podría ver la serie?
Creo que es una serie distinta. Muy bien escrita, con personajes complejos y situaciones con las que nos podemos identificar.
Ruy es un “macho progre” y eso yo nunca lo había visto en una serie. Eso me parece súper importante, abrir la conversación sobre los machismos cotidianos. No solo de los feminicidios, sino de qué pasa con el machismo dentro del hogar.
Creo que la serie da mucho de qué hablar.
Y ya que la serie habla de un rompimiento, ¿cuáles serían tus tips para superar cortar con alguien?
Escribir todo lo que sientes. No necesariamente compartirlo con la persona, pero escribir los días que le odias, los días que quieres regresar… para sacarlo. También intentar reconocer tus responsabilidades sobre por qué las cosas salieron mal. Ir a terapia y ser gentil contigo.
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