La historia de amor de Kim Kardashian y Kanye West ha llegando a su fin. Después de seis años de matrimonio, la estrella del reality y el rapero han tomado la decisión de separarse. Los rumores empezaron desde que Kanye decidió mudarse de Los Ángeles, y ambos dejaron de usar sus anillos de casados.
Desde hace unos meses, la pareja tiene problemas internos y externos. En julio del 2020, la estrella de Instagram habló por primera vez públicamente de la salud mental de su esposo, después de una serie en Twitter, en donde West la acusaba a ella y a su familia de querer encerrarlo en un manicomio.
Una fuente cercana a la familia le menciona a E! News que: “han dejado de pasar tiempo juntos desde hace meses, se han visto por el bien de sus hijos, pero están viviendo separados. Kim sabe que su matrimonio se acabó, lo ha sabido desde hace mucho tiempo, pero no ha hecho nada oficial porque quiere tomar la decisión correcta para sus hijos”.
La pregunta es, ¿qué le sucederá a la fortuna de miles de millones de dólares de Kimye? La pareja antes de casarse firmó un acuerdo prenupcial, en el que le otorga a Kim 1 millón de dólares por cada año de casados; la casa de Bel Air que comparten juntos, y todas las joyas y regalos que le dio el cantante, se las quedaría ella.
Igualmente West nombró a su esposa como beneficiaria de por vida en su póliza de su seguro de vida, con una cantidad de 20 millones de dólares, incluso después de su separación. Las demás ganancias que hayan generado a parte, no serán divididas entre la ex pareja. Todavía no se sabe el acuerdo que tendrán por sus cuatro hijos; North, Saint, Chicago y Psalm West.
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