Estos productos de belleza podrían estar dañando a nuestro planeta
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Estos productos de belleza podrían estar dañando a nuestro planeta

Algunos de tus productos de belleza favoritos tienen plásticos en sus fórmulas y esto daña nuestro planeta más de lo que te imaginas.

¿Has notado que alguno de tus exfoliantes o geles de ducha tienen microperlas de colores? Es momento de que te digamos una verdad dolorosa, pero sumamente necesaria: estas partículas se llaman microplásticos y no solo le hacen mal a tu salud, también al medio ambiente. Los expertos en tendencias de BEAUTYSTREAMS, Laura Ziv y Michael Nolte, nos lo explican a detalle.

Nuestro planeta necesita de nosotros y afortunadamente, cada día estamos siendo más conscientes del daño que le hacemos, pero también de cómo podemos remediarlo. En términos de belleza, vamos desechando ingredientes tóxicos para la salud y comenzamos a optar por fórmulas eco-friendly y cruelty free… Pero, ¿qué hay de los plásticos? Así como hablamos de productos sin sulfatos, parabenos y libres de crueldad animal, debemos hacerlo por igual de los microplásticos.

¿Qué son los microplásticos?

Los expertos de BEAUTYSTREAMS denominan a estos como “diminutas partículas de menos de 5 mm de diámetro que están hechas principalmente de polietileno (PE) y metacrilato de polimetilo (PMMA). Se originan a partir de diversas fuentes incluyendo la degradación de piezas más grandes de plástico y textiles sintéticos”. En pocas palabras, son pequeñas partículas provenientes de grandes plásticos que en ocasiones pueden ser visibles en las fórmulas de nuestros productos de belleza, aunque la realidad no siempre es esta. Los expertos explican que los microplásticos son tan diminutos e imperceptibles que pueden entrar a la dermis por medio de picks que diariamente incluyes en tu rutina como limpiadores y pastas dentales.

¿Qué aportan a los productos de belleza?

Laura y Michael aseguran que se añaden intencionalmente porque dan color y brillo. Se pueden encontrar en exfoliantes o geles, ya que se consideran más suaves, menos abrasivos y más uniformes en tamaño en comparación con ingredientes naturales como la sal, el café o la avena. “Además, llenan los productos a un bajo costo y son más baratos para los fabricantes. En algunos casos, hasta 10% se compone de estos. Según una investigación realizada por la Agencia Química Europea, hay más de 550 de estos ingredientes en cosméticos y cuidado personal”. Recuerdo la primera vez que vi un exfoliante con bolitas rosas y pensé que era una sensación muy interesante al tacto, pero ahora, analizando los datos, entiendo las implicaciones.

¿Cómo afectan la salud y el medio ambiente?

“La principal preocupación es que contienen sustancias químicas, tóxicas y cancerígenas que pueden contribuir con el riesgo de padecer cáncer”. Eso, aunado al impacto ambiental. Un microplástico contiene polímeros no degradables que pueden tardar cientos o miles de años en descomponerse. Si visitas una playa, quizá puedas verlos como trozos multicolores en la arena. “Es preocupante que las instalaciones estándar de tratamiento de agua no puedan eliminar todos los rastros de ellos”, detallan los analistas de BEAUTYSTREAMS. Una sola ducha puede resultar en 100,000 micropartículas entrando al oceáno y siendo consumidas por la vida marina, lo cual eleva las probabilidades de que mueran muchas especies, ya que las partículas se atoran en el tracto digestivo de peces, tortugas y tiburones, por mencionar algunos. Eventualmente, un par de estos animales llegan a nuestros platos de la cena.

¡Un rayito de esperanza!

La buena noticia es que países como Estados Unidos, Reino Unido, Canadá y Corea del Sur han comenzando a prohibir microperlas, un tipo de microplástico, y estamos a la espera de que más países se unan. Por otro lado, en 2017, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente lanzó la campaña Mares Limpios, con el objetivo de galvanizar un movimiento mundial para vencer la contaminación plástica. Podemos esperar años a que más marcas y países se sumen a esta causa, pero, ¿por qué no empezar por analizar y ser críticos de los productos que compramos diariamente y que incluyen microplásticos visibles en sus fórmulas?

“En el futuro sin duda habrán certificaciones y logotipos de terceros que son universalmente reconocidos, y que atestiguarán que los productos son libres de microplásticos”, concluyen. Por ahora es momento de ser conscientes de lo que consumimos, investigar, preguntar y no dudar al exigir un cambio en pro de nuestra salud y la del medio ambiente.

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