En el mundo de la clean beauty, hay una lista de reglas y de ingredientes nocivos para evitar y a veces es difícil para los consumidores saber cuáles son realmente malos y cuáles son mitos. Esto es lo que pasa con los sulfatos: ¿qué son?, ¿son malos?, ¿los debemos evitar?
Si te haces estas preguntas cuando pasas por el pasillo de belleza, estás en el lugar correcto. Consultamos con expertos para saber exactamente qué son los sulfatos y si son nocivos, de una vez por todas, y aquí te decimos lo que nos respondieron.
¿Qué son los sulfatos y en qué productos los encontramos?
Un sulfato es parte de una molécula constituida por un átomo de sulfuro y cuatro de oxígeno, nos explica Perry Romanowsky, químico cosmético y fundador de The Beauty Brains. De forma más sencilla, en el mundo de la cosmética simplemente se les llama sulfatos.
Por ejemplo, el más común es el lauril sulfato de sodio, que encontramos sobre todo en productos que se enjuagan, como limpiadores, jabones y shampoos. Este ingrediente es responsable de la espuma que obtienes cuando usas este tipo de cosméticos, explica la dermatóloga Stacy Chimento.
“Puede ayudar a limpiar mejor al actuar como un detergente que remueve aceites y crea una espuma jabonosa que permite que un poco de producto rinda más”, dice la doctora. Además puede usarse como un agente solvente y acondicionador de la piel, así como remover maquillaje y eliminar bacterias.
¿Son malos para la piel y el pelo?
Por desgracia, no hay una respuesta simple. La verdad es que depende de varias cosas, como la reacción de tu piel, cómo los usas y en qué cantidades. Romanowski dice que, en los productos que se enjuagan, no hay mayor peligro, a menos de que tu piel tenga una mala reacción.
Sin embargo, la Dra. Chimento dice que este ingrediente podría llevar a irritación tópica e interna que se traduce en acné, poros tapados, erupciones, cambios hormonales, dolores de cabeza o dermatitis. Además, pueden quitarle a la piel sus aceites naturales, causando resequedad.
Este riesgo depende de la concentración de la molécula en un producto. Mientras más concentrado sea el producto, más probabilidad hay de que te irrite.
Si descubres que los productos con sulfatos irritan tu piel o tu pelo o que te causan reacciones alérgicas, lo mejor es evitar el ingrediente. Una persona que ya tenga el pelo seco o dañado también debe considerar evitar shampoos y otros tratamientos con sulfato.
“Los sulfatos pueden ser demasiado duros para el cuello cabelludo ya afectado o para el pelo débil. Tienden a resecar la piel y el folículo”, explica el estilista Tony Chavez. El pelo seco no necesita espuma de forma tan frecuente, así que puedes optar por un acondicionador limpiador y, una vez a la semana, un shampoo suave y libre de sulfato.
Si has notado que los sulfatos irritan tu piel o tu pelo, hay muchos productos sin sulfatos en el mercado, que no eliminan todos los aceites naturales. Cuando los pruebes, no te extrañes si no hacen tanta espuma, ¡sí están haciendo su trabajo!.
Nota original: InStyle.com
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