Spoiler: no es cherry red, no es copper y tampoco el clásico rojo que hemos visto una y otra vez. El Chappell Roan Red es el tono que está ganando terreno este año por su vibra artística, relajada y cero forzada. Y sí, ya es uno de los más pedidos a los hair stylists.
Después de varios años dominados por tonos pelirrojos brillantes y llamativos —como el cherry red o los cobrizos intensos—, este nuevo matiz propone algo distinto. Inspirado tanto por la estética pop maximalista como por el tono cobrizo oscuro que Chappell Roan ha llevado en los últimos años, el Chappell Roan Red combina lo mejor de ambos mundos: un rojo que no busca llamar la atención, pero lo logra.

¿En qué se diferencia de otros tonos rojos?
Aunque está dentro de la gama de los pelirrojos cálidos, el Chappell Roan Red se desmarca por su profundidad y naturalidad. A diferencia del cherry red, que suele tener toques magenta, este nuevo tono apuesta por pigmentos más sobrios: piensa en una mezcla entre rojo vino, cobre quemado y un toque caoba.
Tampoco es tan oscuro como el red velvet ni tan naranja como el copper clásico. Está justo en medio: con calidez y dimensión que funcionan tanto con looks llamativos como con maquillaje sencillo.
¿A quién le queda bien?
Buena noticia: es un tono muy adaptable. Gracias a su balance entre profundidad y calidez, puede ajustarse a una gran variedad de tonos de piel y estilos. También funciona bien tanto en bases claras como medias. Si el cabello es muy oscuro, probablemente se necesite una ligera aclaración para que el color luzca en todo su potencial, pero sin necesidad de decolorar por completo.
Además, va increíble con cortes bob, shags, rizos definidos o melenas largas con capas. No depende del peinado: se ve bien porque sí.
Cómo lograr el Chappell Roan Red (y no morir en el intento)
Aquí no hay receta mágica, pero sí hay claves: algunas personas expertas en color han recreado el efecto usando fórmulas que combinan tonos como 5.34 y 6.43 en raíces, y 6.43 con 7.44 en medios y puntas, logrando ese equilibrio entre rojo vino, cobre y caoba que define el look.
Aunque es una buena referencia, el resultado final siempre dependerá de la base natural y la condición del cabello, por lo que lo ideal es llevar una imagen guía y dejar que una persona profesional adapte la fórmula según cada caso.
Para el mantenimiento, los básicos: shampoo sin sulfatos, protector térmico, y si puedes, una mascarilla de color una vez por semana para mantener la intensidad sin resecar.
¿Otro tip? Pregunta a tu colorista por técnicas de aplicación que le den dimensión (como reflejos sutiles o un gloss final). Así evitas que el color se vea plano y consigues un acabado más dinámico.
El Chappell Roan Red no intenta imitar lo que ya fue tendencia; propone algo distinto. Tiene ese balance entre lo teatral y lo real, lo expresivo y lo usable. Es un statement, pero suave. Una forma de cambiar sin tener que explicarlo. Y eso, este año, es justo lo que muchas personas están buscando.
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