La vitamina C, conocida científicamente como ácido ascórbico, es un nutriente que ha capturado la atención de expertos en salud y belleza por su amplia gama de beneficios, especialmente en el cuidado de la piel. Este poderoso antioxidante es esencial para la síntesis de colágeno, lo que lo convierte en un pilar fundamental en cualquier rutina de cuidado de la piel. Con el tiempo, la piel llega a perder luminosidad y elasticidad, y agregar vitamina C en tu skincare puede ser la clave. Para profundizar más en este tema, entrevistamos a la Dra. Andrea De Villafranca, dermatóloga y tricóloga experta en piel, pelo y terapia láser, quien nos compartió su perspectiva sobre cómo usar la vitamina C de manera efectiva.
Desde su capacidad para proteger la piel contra los daños ambientales, hasta su papel en la reducción de manchas y la mejora del tono, la vitamina C se ha convertido en un ingrediente estrella en productos cosméticos. Pero a pesar de su popularidad, existe cierta confusión sobre cómo y cuándo utilizarla para maximizar sus beneficios.
Guia 101 de la vitamina C
Usos y beneficios
La vitamina C es conocida principalmente por sus propiedades antioxidantes, que ayudan a neutralizar los radicales libres y protegen la piel de los daños provocados por la exposición al sol y la contaminación. Su capacidad para estimular la producción de colágeno la convierte en un ingrediente clave en el tratamiento de la piel envejecida, ayudando a reducir la apariencia de arrugas y líneas finas. Además, la vitamina C tiene un efecto iluminador, ayudando a unificar el tono de la piel y a reducir la hiperpigmentación.
La Dra. De Villafranca enfatiza que uno de los grandes beneficios de la vitamina C es su capacidad para proteger contra el daño ambiental. “Me gusta más recetar la vitamina C por la mañana, ya que ayuda a cuidar la piel de los daños ambientales como el sol y la contaminación”, señala. Además, es importante recordar que la vitamina C no sustituye el protector solar, un error común que muchas personas cometen.
Aplicación por la mañana vs. por la noche
Tradicionalmente, la vitamina C se ha utilizado en la rutina de cuidado de la piel por la mañana. Esto se debe a su habilidad para actuar como un escudo contra los daños ambientales que enfrenta la piel durante el día. Pero se ha popularizado su uso por la noche, lo que plantea un debate interesante sobre los pros y los contras de cada opción.
Según la Dra. De Villafranca, “aunque mucha gente cree que la vitamina C provoca manchas al aplicarse de día, eso es falso. La vitamina C es más efectiva por la mañana para proteger la piel de los factores externos, pero en algunos casos de piel sensible, podría aplicarse de noche para evitar irritación, especialmente si se usa una concentración alta”. Pero advierte que no debe combinarse con activos como los retinoides, que siempre se aplican de noche. La elección del horario depende en gran medida de las necesidades individuales de la piel y de la combinación de productos utilizados.
Concentraciones y su aplicación
Las concentraciones van del 5% al 30%, y cuanto mayor es la concentración, más potentes y eficaces son los resultados. Aunque hay que tener cuidado, ya que las concentraciones más altas pueden ser irritantes si la piel no está acostumbrada o es sensible. Por eso, es recomendable que si se va a usar vitamina C de alta concentración, previamente se haya probado con porcentajes más bajos. Además, la Dra. De Villafranca sugiere que en pieles sensibles se puede optar por aplicar vitamina C de alta concentración por la noche para evitar irritación durante el día. También señala la importancia de no combinarla con activos como los retinoides, alternando una noche sí y una no, para obtener mejores resultados sin complicaciones.
Errores comunes al incorporar la vitamina C
Es importante evitar la aplicación sobre la piel mojada, ya que esto puede disminuir su efectividad y aumentar el riesgo de irritación. Además, no utilizar protector solar durante el día es un error crucial, ya que la vitamina C debe ser complementada con una adecuada protección solar para maximizar sus beneficios.
La Dra. De Villafranca señala que un error común es “no prestar atención al envase”. La vitamina C es muy inestable y se oxida fácilmente si no está en un frasco opaco y bien cerrado. “Otro error es combinarla con activos como la niacinamida o el retinol, que pueden disminuir su efectividad o causar irritación”, afirmó. Es crucial elegir productos con envases adecuados y evitar combinaciones conflictivas.
Enfoque seguro para su incorporación
“Lo primero es elegir el producto adecuado para cada tipo de piel, especialmente en lo que respecta a las concentraciones”, dice la Dra. De Villafranca. “Además, es importante comenzar usando vitamina C en días alternos para ver cómo reacciona la piel, y luego, si se tolera bien, se puede usar diariamente”. También sugiere optar por sueros en lugar de cremas, ya que estos tienden a tener una mayor concentración y son más fáciles de integrar en cualquier rutina.
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