¿Sabías que durante el embarazo tu rutina de alimentación física y de sueño no son las únicas que sufren cambios? Tu skincare también tendrá algunas modificaciones. Lee con atención lo que una experta nos compartió y revisa cuidadosamente los ingredientes de los productos que usas.
If you are reading this… y ya quieres tirar todo lo que tienes en tu beauty shelf, ¡espera! Creamos esta guía para que te sea más fácil entender cuáles son los cambios principales, qué ingredientes son don’t y en qué es importante invertir, dependiendo del trimestre en el que te encuentras.
¿Qué podemos esperar de nuestra piel durante el embarazo?
Aunque el prego-glow se nota en muchas mujeres que durante el embarazo parecen traer consigo un je ne sais quoi a su energía, la verdad es que muchas notan alteraciones debido a los cambios hormonales, que no son tan favorables y pueden afectar incluso la manera en la que se sobrelleva el embarazo. Algunas de las condiciones más populares son, por ejemplo, una piel más seca, hiperpigmentación o manchas nuevas, acné o incluso que algunas áreas de la piel se oscurezcan.
“Durante el embarazo hay diferentes cambios en la piel y va a depender del trimestre, porque las hormonas son diferentes y entonces hay cosas que pasan particularmente en cada etapa”, explica la doctora Ana Laura Valencia: “Desde que se enteran de su embarazo, hay que ver cuál es la nueva rutina y cómo se va adaptando a cada fase”.
Ahora es momento de adentrarnos un poco a cada una de estas afecciones
Comenzando por el acné: debes saber que, si durante tu pubertad sufriste de granitos, es probable que reaparezcan durante el primer trimestre. Pero no te preocupes, la buena noticia es que suele ir mejorando progresivamente e incluso para el último trimestre ya habrá desaparecido —y si no— durante la fase de lactancia. Otra es la línea de embarazo o alba, que va desde el ombligo y continúa hasta el área púbica. Hacia finales del primer trimestre y segundo, es común que tu piel se vuelva más seca, escamosa o hasta presente enrojecimiento.
También es el momento en que el melasma (manchas marrones) se hace presente. “El bloqueador es super importante, ya que es un momento pro mancha y tienes más predisposición. Por ejemplo, los pezones se ponen más oscuros o puede haber zonas que se oscurezcan y por lo mismo es que surge el melasma. De hecho, una vez que nace el bebé puede ser que las manchas mejoren o incluso se quiten”, comenta la Dra. Ana Laura. “Para su tratamiento hay ciertos activos que pueden usarse y generalmente podemos tratarlo después de seis meses dependiendo también de la lactancia”.
Ahora, hablemos un poco de las famosas estrías: comienzan rojas, rosadas o moradas y después pueden cambiar de color. Las áreas afectadas más comunes son el abdomen, muslos, las caderas, la parte superior de los brazos y senos: “Las estrías aparecen cuando la piel se estira muy rápido y se rompe, pero si durante el embarazo tuviste un control de peso adecuado y te hidratarse muy bien hay probabilidad de que incluso no te salgan, ¡la clave es la hidratación!”.
¿Y qué pasa con los tratamientos a los que ya estoy acostumbrada?
Seguramente has llenado ese formato clínico antes de entrar al spa o algún facial y has notado que existe la pregunta recurrente sobre si estás o pudieras estar embarazada (o bajo tratamientos hormonales). Esto es debido a que, como aprendimos, la piel está más sensible y hay más riesgos como el de mancharse fácilmente; por ejemplo, en tratamientos de láseres, que pueden generar hiperpigmentación y que además puede ser más doloroso por la sensibilidad (aunque hayas tenido sesiones previas y estés acostumbrada).
En el caso de inyectables como la toxina botulínica no es recomendable para embarazadas, ni para mujeres lactando. No se ha comprobado al 100% el daño que puede hacerle al bebé, pero los neuromoduladores contienen toxinas que paralizan el movimiento muscular y podrían entrar a tu torrente sanguíneo. Estos meses evita exfoliaciones químicas fuertes y faciales o beauty tools con radiofrecuencia.
Ingredientes que los expertos consideran no seguros durante tu embarazo
RETINOIDES: Los retinoides tomados y los que se encuentran en nuestro skincare son la primera familia de ingredientes que se retira. Consumir demasiada vitamina A puede causar defectos congénitos graves.
PERÓXIDO DE BENZOILO: Hay que tener mucho cuidado porque se encuentra principalmente en los productos para combatir el acné; si es una condición de tu piel, revisa con un experto tus productos.
ACIDO SALICÍLICO: Uno que se ha vuelto popular en los últimos años y lo encontramos en muchos exfoliantes o limpiadores. Mejor opta por los ácidos glicólico, láctico y mandélico, que se consideran seguros y buenas opciones.
ACCUTANE: Su primera red flag es que sólo se puede vender con receta, esto ya nos indica que requiere de supervisión de un experto y un seguimiento adecuado.
FORMALDEHÍDO: Está presente en muchos tratamientos capilares y productos que van desde skincare hasta esmaltes de uñas. Tanto ginecólogos como dermatólogos recomendarán a las mujeres embarazadas que limiten su uso.
ACEITES ESENCIALES: Estos van a depender mucho del producto, marca y concentración que tengan, por lo que es necesario que tu experto los revise antes de usarlos. Evita aceite de árbol de té y el aceite de romero.
PARABENOS: Se utilizan para mantener y conservar los productos, pero se encontró que pueden alterar el equilibrio de las hormonas en el cuerpo (si los consumes en grandes porcentajes).
DIHIDROXIACETONA: Antes de usar tu self-tanner revisa que no contenga esta sustancia porque, aunque no absorbe el torrente sanguíneo, sí puede hacer daño al ser inhalado.
Hablemos de los tratamientos capilares, ¿qué pasa con ellos?
Aunque son bastante limitadas, la mayoría de las investigaciones indican que los químicos que se encuentran en los tintes permanentes y semipermanentes no son altamente tóxicos. Hay tratamientos para realizar en casa, como productos blanqueadores con hidroquinona o para la caída del cabello, que contienen minoxidil y deben evitarse.
Recomendaciones
- Esperar hasta el segundo trimestre para tratamientos.
- En caso de hacerlo en casa, lee con atención las etiquetas y no dejes los químicos en tu pelo más tiempo del indicado en las instrucciones.
- La prueba de parche puede ayudarte a detectar reacciones alérgicas.
- Verifica que haya ventilación suficiente y, siempre que acudas a una cita, no olvides indicar que estás embarazada.
- No olvides que el mismo embarazo puede cambiar la textura natural de tu pelo, así que de la misma manera puede reaccionar diferente a un perm o coloración.
- La importancia de hacer una pausa a los tratamientos capilares (no tanto a los tintes), es porque los tratamientos contienen muchos químicos que pueden llegar a tu bebé al inhalarlos o por el torrente sanguíneo.
La buena noticia es que sí hay muchos productos que son friendly
No todo tiene que ser complicado, ni tampoco debes preocuparte por poner pausa a todos esos productos que nos encantan. Te presentamos estas alternativas para no tener que sacrificar por completo tus skin goals.
Como aprendimos, tu piel estará más sensible y seca que antes por lo que el ácido glicólico y el bakuchiol pueden ser una alternativa al retinol o derivados de la vitamina A, ya que realizarán una exfoliación suave y limpieza de tus poros. ¿Quieres una piel glowy e hidratada? El combo perfecto va a ser la vitamina C y la niacinamida, que ayudarán a combatir la hiperpigmentación unificando el tono de tu piel.
Y para finalizar tu rutina, no te olvides que el bloqueador es el paso más importante. Como nos mencionaba la Dra. Ana Laura, opta por protectores solares minerales.
Friendly reminder: en cuanto confirmes con tu especialista que estás embarazada, la siguiente cita que debes agendar es con tu dermatóloga, sólo así podrán recomendarte los productos seguros para continuar tratando tu piel.
Aquí nuestros productos favoritos
- CeraVe: Loción Hidratante de Rostro, $367.
- Skinceuticals: Hydrating B5 Gel, $2,294.
- A-Derma: Crema Emoliente, $565.
- Caudalíe: High Protection Cream, $850.
- Vichy: Mineral 89, $495.
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