¿Has escuchado de los “unicornios”? No, no de los caballos con cuernos, sino las startups privadas que son valuadas por más de 1 billón de dólares. Se les llama así porque son tan poco comunes como los animales mitológicos.
La argentina Silvina Moschini fue la primera mujer latinoamericana en fundar una empresa unicornio, con SheWorks! una compañía innovadora que aprovecha el poder de la tecnología para cerrar la brecha de género. También fundó TransparentBusiness, un plataforma para la transparencia en organizaciones públicas y privadas.
Platicamos con ella para aprender un poco más sobre mujeres en el mundo de la tecnología y sobre Unicorn Hunters, una serie de Amazon Prime que produce y en la que participa junto con Steve Wozniak, cofundador de Apple, Lance Bass, ex miembro de ‘N Sync, productor, actor e inversor; Moe Vela, abogado, autor, emprendedor y ex Director de Administración del entonces Vicepresidente Joe Biden, y Rosie Ríos, la 43° tesorera de Estados Unidos cuya firma aparece en 1.7 billones de los $2 billones de dólares en circulación.
En cada capítulo, un emprendedor presenta su compañía a este Círculo del Dinero, que les hará preguntas minuciosas sobre el plan de negocios, objetivos y proyecciones para que luego cada uno dé su veredicto sobre si invierten o no en estos emprendimientos.
Lo que platicamos con Silvina Moschini
-¿Cómo surgió Unicorn Hunters?
Unicorn Hunters nace porque vimos dos caras de una misma necesidad: por un lado democratizar el acceso a la riqueza, y por otro, vemos que existen proyectos maravillosos que no llegan a ver la luz por la falta de acceso a capital. Nuestra misión es cambiar la dinámica del mercado y brindar a las personas oportunidades para invertir y aprender sobre el mundo de inversiones de una manera entretenida.
El programa apunta a democratizar el acceso a la riqueza, para que ya no sea el privilegio de un grupo selecto. Creamos un nuevo género que llamamos enrichtainment, que mezcla puro entretenimiento con el potencial de generar riqueza.
La idea es que espectadores de todas partes puedan invertir de forma temprana en empresas de gran potencial antes de su salida a bolsa y así obtener altos retornos de inversión. También le permite a los emprendedores que no tienen acceso a grandes fondos de capital ni a Silicon Valley, obtener capital para hacer crecer sus empresas de manera exponencial utilizando modelos de tecnología disruptivos.
-¿Cuáles son algunas peculiaridades del techo de cristal en la industria de la tecnología?
Desde pequeñita, mi papá me enseñó algo muy importante: me dijo que yo podía ser lo que quisiera, pero que si quería ser una princesa tenía que construir mis propios castillos.
Pero no es un camino fácil para las mujeres. Un estudio de McKinsey confirma que, al menos en Estados Unidos, el porcentaje de mujeres que trabaja en tecnología disminuye sostenidamente hace 25 años. Para el World Economic Forum, una manera de lograr la igualdad de género en el campo profesional es crear más programas STEM (Science, Technology, Engineering and Mathematics) para la capacitación de mujeres y niñas desde edad temprana.
Nuestro principal desafío es derribar los techos de cristal. Establecer nuestros objetivos y luchar por obtenerlos. Es un camino de sacrificio, pero llegamos porque somos capaces y tenemos que vencer ese límite que muchas veces nos autoimponemos. Las mujeres no aplican a posiciones porque sienten que no están 120% calificadas. Tenemos que vencer nuestros propios obstáculos y lanzarnos a conseguir lo que queremos.
-2021 es el año de poner los ojos en el home office, horarios flexibles y otros modelos híbridos de los que tú llevas años hablando. ¿Cómo beneficia este cambio cultural y profesional a las mujeres en los negocios?
Felizmente, el trabajo remoto llegó para romper con viejos modelos y estructuras. Hoy tenemos acceso a la tecnología, que es un gran democratizador de oportunidades para todos, pero especialmente para las mujeres que, gracias a la transformación digital, pueden administrar sus carreras desde donde estén y balancear a su antojo su vida laboral y personal. Este sin dudas fue un enorme cambio de paradigmas que trajo consigo la pandemia.
Para el 2030, aproximadamente 60% de las ocupaciones podría automatizarse, entonces es de vital importancia que las mujeres adquieran habilidades nuevas, flexibles, que les permitan prosperar en escenarios poco predecibles. La capacitación digital les permitirá el mismo acceso a las mismas oportunidades.
Apuntamos a que miles de mujeres no tengan que elegir entre su familia y sus carreras profesionales -que era un gran condicionante- y puedan tener un empleo que se ajuste a sus necesidades. Esto es posible gracias al trabajo remoto.
Hoy, más que nunca en que la nueva “normalidad” implica educación y trabajo remoto nuestra visión tiene sentido claro y es una realidad tangible.
-¿Qué crees que viene en los próximos años en el tema de oportunidades para mujeres emprendedoras?
Las mujeres emprendedoras son el motor de la reactivación de la economía. Según el último informe sobre Mujeres Emprendedoras elaborado por Mastercard, a pesar de ser las más afectadas, el 42% de ellas ha digitalizado sus negocios durante la pandemia. Además, el 34% supo identificar nuevas oportunidades. Esto habla directamente de su respuesta frente a la crisis porque supieron reinventarse, utilizar nuevas herramientas y sacar a relucir su talento al mundo.
De hecho ,quienes mejor lideraron durante la pandemia fueron jefas de estado. La razón es que priorizaron un liderazgo empático, con inteligencia emocional, priorizando el trabajo en equipo. El liderazgo inclusivo es el que hoy está mejor armado para poder triunfar y tener mejores resultados. Y el liderazgo inclusivo tiene energía de mujer.
Gracias a la explosión de las nuevas tecnologías, las mujeres empezaron a abrirse paso en terrenos que antes eran impensados para ellas por no contar con la flexibilidad que necesitaban para conjugar su vida diaria con sus profesiones.
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