BAW: 9 mujeres latinas líderes en deporte y activismo
Badass Woman

BAW: 9 mujeres latinas líderes en deporte y activismo

Cruzando metas, alcanzando cimas, superando récords o cambiando cifras… ellas son las mujeres que nos inspiran fuera y dentro de la cancha. Entre las 25 líderes de nuestro número de marzo, conoce a las Bad Ass Women en el deporte y activismo.

María Lorena Ramírez

Lorena tenía 17 años cuando su padre, Santiago, la animó a competir en carreras de resistencia. Hoy, sus pasos veloces la han convertido en cinco veces campeona de ultramaratones de 100 km.

Fue en 2018 cuando Lorena, como corredora de largas distancias, hizo historia recorriendo 102 km con huaraches y vestido en el Cajamar Tenerife Bluetrail. Haber quedado en tercer lugar de su categoría en España no es lo que hace que el mundo siga a esta atleta profesional en la carrera de la vida. Viniendo de la sierra de Chihuahua, esta es la historia de una chica, cuya identidad se mantiene inquebrantable ante cualquier  medalla de plata u oro y los múltiples títulos como campeona de Ultras. 

Por si aún no has visto en Netflix Lorena, la de pies ligeros, “la mujer más rápida de México” de 29 años viene de una familia tarahumara de corredores (sus hermanos también son maratonistas). De hecho, eso significa rarámuri (“pies ligeros”). Un día podrías encontrarla venciendo 100 km y al siguiente estará ayudando con el ganado en casa. Y no, no acepta ningún patrocinio que la haga usar un gear de deportes.

BAW mujeres en el deporte y activismo

Viridiana Álvarez

Nadie pensaba que una mexicana (y de Aguascalientes), que a sus treintas apenas había ganado su primera medalla por correr 10 km, fuera líder en el mundo alpinista reinado por hombres europeos. Aunque no lo creas, 65 mujeres han ido al espacio, pero sólo siete han subido las montañas más altas del mundo. Viridiana es una de ellas.

Ella fue la única que apostó todo por ella, regresó un anillo de compromiso, renunció a su trabajo y vendió su coche para financiar una expedición. En 2019 se enteró, camino a Kangchenjunga, que podría romper récord como la más rápida en subir las tres más altas del mundo… y lo hizo.

Aumentando el volumen de su voz interna hace que la montaña — con todo y dormir sobre hielo, escalar toda la noche, saber que 1 de 3 muere, el riesgo de avalancha o amputaciones— sea  “una meditación activa” que la hace sentir más viva. Entre más se prepara, más suerte tiene.

El año pasado logró su sueño como la primera mujer de América en subir los 14 ochomiles. Y esperamos ver a la también activista por los derechos de mujeres y jóvenes, cumplir más metas: “Colaborar con la ONU, ser piloto, escribir un best seller, viajar al espacio…No se trata de alagrar la vida, sino de ensancharla”.

Yulimar Rojas

“Nací para saltar 16 metros”, dijo tras su segundo récord mundial la atleta con más triunfos en la historia de Venezuela, un país donde 75% de la población vive en pobreza. Ese era el caso de Yulimar, que viene de un barrio de Caracas. El deporte ha sido su supervivencia, al principio fue el voleibol y después el atletismo cuando contactó a uno de los mejores entrenadores del mundo, por Facebook, a los 19 años.

Desde su debut en salto triple igualó el récord nacional. En sus primeros Juegos Olímpicos se llevó la plata, en Río, a los 20 años, la de oro en Tokio, y no podemos esperar a verla en París llena de fuerza y energía como un emblema de orgullo. La mejor saltadora de triple bajo techo de la historia del atletismo negra, migrante y gay, es una representante de la comunidad LGBTIQ+ y usa sus redes sociales para romper prejuicios sin miedo e inspirar a niñas a soñar con llegar lejos. “Todos somos los campeones de nuestras vidas. Tú puedes cambiar la historia desde donde estés y también contarla, y juntos celebrarla. Quiero que se caigan los muros y barreras… y que podamos volar”.

Daniela Ancira, Merche Becker, Wendy Bacálzar y Mercedes Becker

El gran problema de la humanidad es que la justicia se confunde con venganza, y el sistema penitenciario en México sigue fallándonos a todas. Las cuatro cofundadoras iniciaron Cana con la misión de transformar las cárceles del país en lugares de oportunidad y no de castigo, dando herramientas que ayudan al crecimiento y desarrollo personal. El proyecto ha sido reconocido por capacitar a mujeres para tejer peluches de los que comisionan 30% de la venta. Han surgido nuevas iniciativas, pero el emprendimiento social, más allá del negocio, implementa programas de salud mental a través del deporte y diversas artes. Además, defienden a mujeres que han sido injustamente encarceladas o han sufrido violación de sus derechos humanos durante el proceso judicial. ¿Sabías que 70% de mujeres en prisión han sufrido violencia por parte de su pareja? 

El modelo de reinserción social de Cana ha sido la salida para ellas, para trabajar y pagar un abogado e incluso mandar dinero a sus familias. Este proyecto ha cambiado la vida de muchas en ocho penales femeniles (hasta ahora). En 2023, Cana logró que 218 mujeres en prisión obtuvieran una fuente de ingreso. Más de 4 220 mujeres han participado en su programa, 60% de ellas participaron en talleres de capacitación laboral y encontraron trabajo; y 197 más fueron atendidas y canalizadas al equipo de psicología.

Alice Pataxó

Lo que inició como activismo estudiantil a los 14 años, se convirtió en la defensa del medio ambiente y los derechos índigenas en la COP26, en Glasgow, en 2021. Nacida en un pueblo de la etnia pataxó, en el municipio de Prado (al sur de Bahía), ella ha crecido para ser portavoz internacional de pueblos indígenas.

Alice es el puente a un mundo totalmente ajeno, pues se necesitaba de una guardiana de la generación que protagoniza la era digital para generar un impacto a través de sus redes sociales con 168 K en su Instagram. La líder y activista climática cuenta la historia de su país, donde la deforestación hizo que la policía brasileña despojara a su pueblo de sus tierras en el Amazonas.

Su mensaje es muy claro, no pretende que el bosque tenga dueño: “Los pueblos indígenas somos los custodios de la selva y defendemos más de 80% de la biodiversidad mundial, según la ONU”. Promoviendo inciativas como la educación ambiental a las comunidades indígenas desde los primeros años de la adolescencia, ella continúa usando su exposure para otras luchas sobre el racismo o la diversidad sexual.

María Fernanda Castro

“Las personas con discapacidad intelectual no somos niños eternos, podemos decidir, opinar e involucrarnos en temas en común y hacernos responsables. Queremos que nos consulten sobre las leyes que se hacen y ser parte de las decisiones del país”, comparte la activista por los derechos de las personas con discapacidad, que también fue incluida en 2022 en la famosa lista de BBC de 100 mujeres más inspiradoras del mundo. Desde que sus “distracciones” y “lentitud” fueran diagnosticadas como síntomas de discapacidad intelectual, ella ha llevado su activismo a foros internacionales, incluyendo las Naciones Unidas.

Hoy, como autogestora de la Confederación mexicana de la organización a favor de las personas con discapacidad intelectual, donde a los 20 años aprendió por primera vez cuáles eran sus derechos, continúa su lucha por autonomía jurídica: meter presión al gobierno y las autoridades para que se incluya a este grupo marginado y sus necesidades en las políticas públicas.

Su trabajo aboga por la incorporación de lenguaje accesible en documentos relacionados con decisiones políticas, la inclusión en partidos políticos y eventos electorales. “La discapacidad no es negativa, es parte de la vida, te adaptas a ella y ella se adapta a ti. Nosotros tenemos que provocar el cambio de pensamiento en la gente para dejar atrás el estigma”.

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