Algunas fragancias simplemente huelen bien. Otras, en cambio, logran hacer historia. Se vuelven íconos culturales, definen generaciones y cambian la forma en que entendemos el perfume: no solo como accesorio, sino como una forma de expresión personal. Poliana Palhano, especialista en perfumería y gerente de Fragrance de L’Opéra (una de las casas más reconocidas en París) nos comparte cinco perfumes que rompieron esquemas desde 1966.
Desde fórmulas unisex hasta notas dulces que huelen a postre, estos cinco clásicos siguen dejando huella y, sí, merecen un lugar en tu tocador.

Cinco perfumes icónicos que hicieron historia
Eau Sauvage de Dior (1966)
En los 60, los perfumes para hombre eran fuertes, oscuros, amaderados. Entonces llegó Eau Sauvage, una mezcla inesperada de frescura cítrica, jazmín y musgo, firmada por el legendario perfumista Edmond Roudnitska. Fue tan elegante y moderno que las mujeres empezaron a usarlo también. ¿El resultado? Se convirtió en uno de los primeros perfumes compartidos, décadas antes de que lo unisex se pusiera de moda.
Notas clave: limón, petitgrain, jazmín, musgo de roble

Anaïs Anaïs de Cacharel (1978)
Diseñado para mujeres jóvenes que buscaban algo distinto, Anaïs Anaïs fue una groundbreaking en los 70. Lirio, jacinto y ámbar creaban una mezcla delicada, accesible y con carácter. Se vendía hasta en supermercados como Monoprix, y aun así fue el perfume más vendido de Francia. Se convirtió en símbolo de una nueva feminidad: dulce, pero poderosa siendo uno de los primeros perfumes creados específicamente para el público joven.
Video Recomendado
Notas clave: lirio, jacinto, jazmín, ámbar

L’Eau d’Issey de Issey Miyake (1992)
Issey Miyake revolucionó todo con esta fragancia minimalista y ultra limpia. El perfumista Jacques Cavallier usó calone, una molécula sintética que reproduce el olor del agua, y la combinó con flor de loto, rosa y almizcle. El resultado: un aroma que se siente como lluvia sobre pétalos creando el primer perfume que literal huele a agua.
Notas clave: calone, flor de loto, rosa, almizcle blanco

Angel de Thierry Mugler (1992)
Angel fue polémico desde el día uno. Mientras todos buscaban perfumes frescos, Thierry Mugler apostó por algo radical: una mezcla intensa de caramelo, chocolate, vainilla y patchouli. Inventó el estilo gourmand y creó un perfume que no se parece a ningún otro. Lo ames o lo odies, es inolvidable. Además cuenta con uno de los frascos más hermosos de la historia de la perfumería.
Notas clave: patchouli, vainilla, caramelo, frutos rojos

CK One de Calvin Klein (1994)
Minimalismo puro en un frasco transparente. CK One fue una revolución en los 90, no solo por su frescura sino porque se lanzó como un perfume 100% unisex. Su mezcla de té verde, bergamota y almizcle era ligera, moderna y sin etiquetas. La campaña, con modelos andróginos compartiendo ropa y fragancia, fue tan impactante como el aroma.
Notas clave: té verde, bergamota, almizcle

Explora más en: Instyle.mx