Cuando hablamos de cuidado de la piel, una de las preguntas más comunes es: ¿cada cuánto tienes que lavarte la cara? Y la verdad es que no hay una respuesta universal. Todo depende de tu tipo de piel. Tener una rutina de limpieza bien pensada es la base para una piel sana y con glow, pero encontrar el equilibrio perfecto es lo más importante.
“Adaptar tus hábitos de limpieza según tu tipo de piel es esencial para mantener una barrera cutánea fuerte y una luminosidad natural,” dice la Dra. Y. Claire Chang, dermatóloga cosmética certificada. Para ayudarte a encontrar la rutina ideal, hablamos con dos dermatólogas expertas que nos explicaron exactamente cada cuánto debes lavarte la cara y cómo hacerlo bien.
Cómo influye tu tipo de piel en la frecuencia de limpieza
¿Cada cuánto deberías lavarte la cara? La respuesta tiene mucho más que ver con tu tipo de piel de lo que imaginas. Según la dermatóloga certificada Dra. Sheila Farhang, no existe una regla única que aplique para todas.
“El tipo de piel tiene un impacto enorme en la frecuencia con la que deberías limpiarte,” explica. “Si tienes piel grasa o con tendencia a brotes, normalmente recomiendo lavarse dos veces al día—por la mañana y por la noche—para controlar el exceso de grasa y mantener los poros limpios.”
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Si tu piel tiende a ser seca o sensible, aquí sí aplica el “menos es más”. La Dra. Claire Chang advierte que lavarse de más puede hacer más daño que bien. “Limpiar con demasiada frecuencia o usar productos muy agresivos puede eliminar los aceites naturales de la piel, lo que causa aún más resequedad e irritación”, comenta.
De hecho, para las pieles sensibles, una limpieza al día (más un enjuague suave cuando sea necesario) puede ser suficiente. Y si tienes piel mixta, ambas dermatólogas recomiendan seguir con la limpieza dos veces al día, pero usando una fórmula suave y bien equilibrada que retire la grasa sin dejar la piel reseca ni tirante.
Qué considerar según tu tipo de piel
Tu tipo de piel no solo influye en cada cuánto debes lavarte la cara, también en con qué deberías hacerlo. “Tener una rutina de limpieza personalizada según tu tipo de piel es clave para mantener una piel sana, mientras eliminas eficazmente suciedad, grasa y contaminantes del ambiente,” explica la Dra. Chang.
Si tienes piel grasa o con tendencia al acné, un limpiador espumoso o en gel con ingredientes como ácido salicílico o peróxido de benzoilo puede hacer maravillas. “Estos ingredientes ayudan a destapar los poros y reducir los brotes,” dice la Dra. Farhang. Pero ojo: más no siempre es mejor. Lo ideal es lavarse la cara dos veces al día y evitar exfoliantes abrasivos que pueden irritar.
Para piel seca o sensible, la Dra. Chang recomienda enfocarse en la suavidad y evitar productos con perfumes fuertes. “La idea es limpiar sin quitarle la hidratación natural a la piel, y más bien sumar ingredientes que la nutran. Recomiendo limpiadores suaves con fórmulas que incluyan glicerina y extracto de té verde rico en antioxidantes para calmar e hidratar la piel.”
Si tu piel es mixta—con zonas grasas y zonas secas—usa un limpiador que sea suave pero efectivo, que quite el exceso de grasa sin resecar.
Señales de que te estás lavando de más… o de menos
“Lavarse de más puede dañar la barrera de la piel, provocando irritación, resequedad e inflamación,” explica la Dra. Farhang. Para que la piel se recupere, recomienda reducir la frecuencia de limpieza, cambiar a un limpiador sin espuma y enfocarte en ingredientes que reparen la barrera como ceramidas, ácido hialurónico y niacinamida. “Evita los exfoliantes o activos potentes hasta que tu piel se sienta calmada otra vez,” sugiere.
Ahora, no lavarte lo suficiente también puede ser un problema. La acumulación de grasa, suciedad y células muertas puede tapar poros, causar brotes, dar textura áspera y hacer que tus productos de skincare no funcionen bien. “Si te limpias en la noche pero aún ves restos de maquillaje o suciedad en la toalla, puede ser señal de que no estás limpiando bien,” dice la Dra. Chang. “Si usas maquillaje pesado o bloqueador durante el día, puede ayudarte hacer doble limpieza, pero asegúrate de que el segundo paso sea con un limpiador suave e hidratante.”
¿Limpieza de día o de noche?
Si tienes piel grasa o mixta, las expertas recomiendan limpiarte la cara dos veces al día. Primero en la mañana, para eliminar lo que se acumuló durante la noche: grasa, sudor, células muertas e incluso residuos que pueden haberse pasado de tu almohada a la piel. Luego en la noche, que es aún más importante, para quitar maquillaje, protector solar y toda la suciedad del día. “Usa un buen limpiador como Biojuve Conditioning Cleanse. Tiene tecnología probiótica que ayuda a reequilibrar el microbioma de la piel mientras limpia,” dice la Dra. Farhang.
¿Tienes piel seca o sensible? También puedes limpiarte dos veces al día, pero es clave usar una fórmula que sea suave, hidratante e hipoalergénica. Así evitas irritaciones y tu piel se mantiene cómoda y protegida.
Y sobre cuánto tiempo debes pasar limpiando tu cara: menos es más. “Apunta a entre 30 y 60 segundos de limpieza suave,” sugiere la Dra. Chang. Ese tiempo es perfecto para que el limpiador haga su trabajo sin tallar de más ni estresar tu piel. Si usas maquillaje o bloqueador, ella recomienda hacer doble limpieza para eliminar hasta el último rastro y que tu piel quede lista para lo que sigue en tu rutina.
Nota original de: InStyle.com
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