Versace oficialmente vuelve a manos italianas, tras seis años bajo el control del conglomerado estadounidense Capri Holdings (a.k.a. Michael Kors). Y no es cualquier nuevo dueño: es Prada, una casa que, según su CEO Patrizio Bertelli, comparte con Versace “una pasión real por la creatividad, la artesanía y la historia”. Más allá de la cifra del acuerdo, valorada en €1.25 mil millones, lo que realmente intriga al mundo de la moda es: ¿qué significa que Prada absorba a Versace?


Dos casas opuestas
A simple vista, Prada y Versace no podrían ser más diferentes. Prada es el epítome del lujo discreto, con líneas limpias, siluetas arquitectónicas y una estética minimalista que ha consolidado su lugar en la cima del high fashion. En contraste, Versace es exceso, con sus estampados barrocos, dorados vibrantes y un ADN de provocación que lo convirtió en una de las marcas más icónicas de los años 90.
Es justo esa diferencia tan marcada lo que hace que esta fusión sea tan interesante. Según The Lyst Index, en el ranking de las marcas más populares de 2024, Prada y Miu Miu están en los primeros lugares, mientras que Versace bajó cinco puestos hasta quedar en el número 11. Aunque sigue siendo una marca importante, Versace ha perdido algo de fuerza entre los más jóvenes, algo que Prada podría revertir con su estrategia tan bien ejecutada.
¿Por qué la venta?
Capri Holdings compró Versace en 2018 por 2.100 millones de dólares, pero la marca italiana no ha alcanzado el éxito esperado. En el último trimestre de 2024, sus ingresos cayeron un 15%, quedando en 193 millones de dólares. La empresa matriz enfrenta grandes deudas y complicaciones tras un fallido intento de fusión con Tapestry (dueños de Coach), dejando a Versace en una posición difícil.
Aunque Capri sigue creyendo en el potencial a largo plazo de la marca, sus proyecciones apuntan a que los ingresos seguirán cayendo en 2025. La falta de productos icónicos, como los bolsos de Louis Vuitton o Chanel, hace que Versace sea más vulnerable a las fluctuaciones del mercado.
Y aunque esto sonaba como un simple rumor hace unos meses, ahora es real. Después de casi 30 años al mando, Donatella Versace deja su puesto como directora creativa y se convierte en embajadora global, centrándose en causas filantrópicas. Dario Vitale, de Miu Miu, tomará las riendas como nuevo director creativo a partir de abril de 2025.
¿Cómo será un “Versace by Prada”?
Ahora que la compra es oficial, todo apunta a una reconfiguración del universo Versace, podemos esperar cambios significativos en la dirección creativa y estratégica de la marca. Pero el desafío estará en cómo Prada logra Prada-ficar Versace sin diluir su esencia.
Según Bertelli, “nuestra idea es seguir con el legado de Versace, celebrando y reimaginando su estilo audaz y atemporal. Al mismo tiempo, vamos a darle una plataforma sólida, respaldada por años de inversión y relaciones fuertes”. Y es que, la pregunta es: ¿cómo llevar ese estilo único de Versace al siguiente nivel?
Algunos escenarios posibles podrían ser un regreso al glamour de los 90, con Miuccia Prada y Raf Simons dándole su propio giro al Versace de Gianni, con esa opulencia y sensualidad que lo hizo famoso. También podría haber menos foco en el logo y más en un lujo más auténtico, elevando la percepción de calidad.
Otra posibilidad es que Prada expanda la línea de accesorios y bolsos, un terreno donde son expertos, creando “it-bags” que aseguren su rentabilidad. Por último, podría haber un enfoque más artístico y conceptual; aunque Versace siempre ha sido maximalista, bajo Prada y Dario Vitale, la marca podría refinar su estilo sin perder esa provocación que la caracteriza.


El impacto en la industria del lujo
Esta compra posiciona al Grupo Prada como un competidor más serio frente a los titanes del lujo. Actualmente, el gigante francés LVMH domina la industria con marcas como Louis Vuitton, Dior y Givenchy, mientras que Kering controla Gucci y Saint Laurent.
Con Versace en la jugada, Prada suma un nombre fuerte a su lista, donde ya están Miu Miu, Church’s y Car Shoe, y se arma para pelear de tú a tú con los grandes del lujo. Es oficial: el juego cambió. Y Versace, bajo el ala de Prada, está lista para renacer.
Además, sería un símbolo del renacimiento del lujo italiano en manos de sus propias casas de moda, después de décadas de adquisiciones por conglomerados extranjeros.
Versace puede haber perdido brillo en los últimos años, pero sigue siendo una marca con un ADN potente y un legado inigualable. En las manos adecuadas, podría recuperar su trono en el mundo del lujo. ¿Será este el renacimiento de Versace o el fin de una era?
Explora más en: Instyle.mx