¿Likes o ventas?, ¿Cuál es el verdadero fin de la Alta Costura?
Moda

¿Likes o ventas?, ¿Cuál es el verdadero fin de la Alta Costura?

Mientras que solo el 1% de la población puede pagar los altos precios que involucran las grandes creaciones de Alta Costura, el otro 99% de nosotros la admira desde su pantalla. Sí, en pleno siglo XXI, todos están invitados a los desfiles más cotizados del año y tienen su lugar de en front row más que asegurado. Pero esto no siempre fue así.

God bless social media. ¿Qué sería de nosotros si no pudiéramos ver todos los desfiles desde cualquier parte del mundo en nuestro celular? Podríamos decir que de todas las temporadas, definitivamente esta fue la más viral, y es que hubo dos factores en especial que volvieron la Alta Costura, de cierta forma, “accesible” para todas las personas: las celebs más cotizadas y los influencers más populares.

Puede que algunos de ellos puedan comprar (o maybe no), algunas de estas delicadas piezas, pero claro que pueden llevarlas a red carpets y premiaciones para gritar a los cuatro vientos la marca que llevan puesta. ¿Con qué objetivo? ver y ser visto. Las audiencias y fans de todas estas online celebs somos clientes potenciales también, tal vez no vamos a comprar un vestido de $5,000 dólares, pero todas estas marcas tienen mucho más que ofrecernos además de vestidos que tomaron 500 horas en hacerse, desde una prenda de su colección prêt-àporter, hasta un perfume o un lipstick de su línea de maquillaje.

La historia de la Alta Costura

Pero esto no siempre fue así, y antes de que los desfiles de Alta Costura se convirtieran en un show viral, eran eventos pequeños y extra exclusivos a los que solo podían asistir (obvio por invitación) los clientes fieles de la marca que compraban las piezas apenas las veían pasar frente a ellos.

Definitivamente los desfiles de moda no son nada nuevo y su origen viene de siglos atrás, pero tal como vimos en el lookbook de Balenciaga, a finales del siglo XIX las modelos caminaban con un número en la mano, que se refería al número de look de la colección para que cada una de las personas invitadas pudiera hacer su pedido especial apenas terminara el show y la casa de modas confeccionara uno a su medida especial para ella.

Los shows se mantenían como un misterio a puerta cerrada, que al menos de que fueras invitado por el mismo diseñador, no podrías ver jamás hasta que alguien apareciera en una fiesta usando su diseño made to order tiempo después. Y con el tiempo y la aparición de las revistas de moda la lista de invitados empezó a expandirse, incluyendo también en su primera file a todas las personas que, en aquél tiempo, le darían exposición a las marcas para llegar a potenciales clientes. Los editores eran los invitados principales y las marcas se encargaban de hacer hasta lo imposible por conseguir un buen review de su parte.

Pasamos después a los favoritos del mundo del cine y cantantes del momento hasta que finalmente el último nivel se desbloqueó, y los invitados más peleados (y presentes en tooodos los shows) son los influencers, peor esta temporada no solo los vimos sentados en el front row, sino que también se robaron el spotlight como parte de los modelos del runway para encargarse de que el desfile llegue a absolutamente todas las personas con un celular. Leonie Hanne desfiló para George Hobeika, mientras que la reina de los reels Marta Sierra caminó en el runway de Frank Sorbier.

Pero esta temporada cambió todo, ya que no solo pudimos ver todos los desfiles en la palma de nuestras manos, sino que marcas como Valentino y Jean Paul Gaultier se encargaron de compartir el show con todos los que estaban afuera. Durante el desfile de JPG X Olivier Rousteing, las modelos caminaron hasta un balcón donde toda la gente esperaba emocionada afuera para tratar de ver un sneak-peak de la colección y lo lograron, ya que el show además de terminar en el exterior y a la vista de todos, también estaba siendo transmitido en vivo en pantallas fuera del venue.

Ahora no solo se trata de tener las piezas más delicadas y mejor trabajadas, ni de tener el mayor número de invitados con gran influencia, sino de dar el mejor show. Pero no solo un show que entretenga al público presente, sino uno visualmente impactante que se vea bien y sea extra llamativo en un feed de Instagram. Hoy, el show lo es todo, y tener un show viral con la mayor cantidad de views posibles es el éxito garantizado de cualquier marca.

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