De Sonny Angels a bag charms: la invasión de accesorios cute
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De Sonny Angels a bag charms: la invasión de accesorios cute

Cuando el mundo anda de cabeza, la moda siempre encuentra la forma de darnos un respiro. Ya sea con colores vibrantes, referencias nostálgicas o diseños divertidos, la gente busca ropa y accesorios que les saquen una sonrisa. Y hoy más que nunca la moda está regresando hacia lo suave, lo nostálgico y lo que nos saca a nuestra niña interior con una tendencia que está dominando todo: lo cute. Desde charms de ositos colgados en bolsas de diseñador hasta pantuflas de conejito en pasarelas, las marcas están apostando por lo divertido, lo tierno y lo reconfortante. Exploremos más esta nueva tendencia. 

¿Por qué todo el mundo está obsesionado con los accesorios cute?

La fiebre por los accesorios kawaii no es solo una moda pasajera. Más bien, es una respuesta directa al estrés del día a día. Es como cargar un “mantita de seguridad” en forma de charm o accesorio, algo que nos haga sentir bien y nos dé un pequeño escape de la rutina. No por nada los Sonny Angels Hipper cuelgan de las computadoras de todas, sirviendo como un símbolo tierno para continuar cuando ya no puedes más con el trabajo.  

No es la primera vez que la moda recurre a lo cute en tiempos difíciles. Después de la crisis financiera de 2008, marcas como Moschino y Jeremy Scott metieron el humor en la moda con diseños divertidos y surrealistas. Tras la pandemia, vimos el auge del dopamine dressing—colores llamativos, prints divertidos y looks maximalistas para levantar el ánimo. Ahora, en 2025, la tendencia se ha vuelto más personal: ya no se trata solo de verse bien, sino de sentirse bien con lo que llevamos puesto.

Charms, bolsitas cute y accesorios con personalidad

Una de las formas más populares en las que se está manifestando esta obsesión por lo cute es a través de los accesorios, especialmente los charms para bolsas. A diferencia de la ropa, estos detalles permiten sumarse a la tendencia sin cambiar todo el clóset. Además, es una respuesta al hartazgo de los microtrends virales y los cores de internet. La gente ya no quiere seguir tendencias al pie de la letra, sino encontrar formas de personalizar su estilo sin caer en lo genérico.

Coach lo entendió a la perfección con su colección Otoño/Invierno 2025, donde combinó lujo con toques divertidos. Su icónica Chain Tabby 26 viene ahora con charms de peluches, incluyendo hasta pantuflas en forma de conejitos y peluches como algo high fashion.

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Otras marcas también están apostando por lo cute. Thom Browne en FW 25 lanzó su Hector Bag, inspirada en su perrito Hector, que es básicamente la musa canina más famosa de la moda. Louis Vuitton hizo lo suyo con la colaboración de Murakami, y Loewe no se quedó atrás con su collab con la artista Suna Fujita, que trae conejos, lémures, pandas y más a sus diseños.

Cute para todos los estilos

Lo mejor de esta tendencia es que no es solo para un tipo de persona. Los maximalistas la aman porque pueden llevar la exageración a otro nivel, pero también hay opciones para los que prefieren algo más discreto. Un charm, un bordado o un toque pastel pueden hacer que un look se sienta especial sin caer en lo infantil.

Para la Gen-Z, este tipo de moda es una forma de expresión. A diferencia de generaciones pasadas, que veían el lujo como algo serio y exclusivo, los más jóvenes quieren jugar con él, divertirse y romper con lo tradicional. Pero los que prefieren un estilo más sobrio también pueden sumarse sin problema. Un detalle cute en una bolsa clásica o unos sneakers con un toque inesperado pueden ser suficientes para darle vida a cualquier outfit.

¿Hacia dónde va esta tendencia?

Si algo está claro, es que esta obsesión con lo cute no se va a quedar solo en los charms. Seguramente veremos más guiños en la ropa: blazers con bordados sutiles, sneakers con detalles cartoon y hasta vestidos de gala con elementos inesperados que rompen con la seriedad del lujo.

Al final, la moda siempre refleja cómo nos sentimos, y ahorita el mundo necesita alegría, comodidad y autenticidad. Ya sea con un charm de osito en tu bolsa o unas pantuflas de conejito para andar por casa, una cosa es segura: lo cute llegó para quedarse.

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