El WTA 1000 en Guadalajara juntó la pasión por el tenis, el amor por México y las ganas de ayudar con Tequila Herradura. Resultó en un fin de semana lleno de lujo y el triunfo de Jessica Pegula en el Guadalajara Open Akron. Un torneo de talla mundial para el tenis femenil que se llevó a cabo en nuestro país.
Tequila Herradura fue un patrocinador principal y tuvo un Lounge VIP donde disfrutamos los highlights del partido, mucha exclusividad, los mejores drinks y claro, la Margarita Herradura 1000. Un coctel preparado con el primer Vermouth de agave y Tequila Herradura Selección Suprema, el destilado más premium de la marca que se añeja por 49 meses en barricas de roble americano para conseguir ese sabor supremo.
Esta combinación dio como resultado el coctel del evento, una margarita ligera, dulce (pero no tanto), redonda y completamente deliciosa que donaba todas sus ganancias a la Cruz Rosa Mexicana para apoyar a las mujeres mexicanas en su lucha contra el cáncer.
Antes del WTA 1000, tuvimos la oportunidad de visitar la Casa Herradura, ahí nos dimos cuenta de todo el trabajo y procesos artesanales que se desarrollan tras bambalinas (y que toman tanto tiempo) antes de que podamos tener ese tequila delicioso en nuestras manos. Desde que se cortan las piñas, el trabajo del jimador que hasta la fecha es un proceso irremplazable por una máquina, el proceso de horneado, el molino, el ajuste de mieles hasta llegar a la fermentación.
Tequila Herradura tiene un proceso de fermentación que es lo que lo distingue del resto de los tequilas. Su proceso consiste en la fermentación espontánea que no es una práctica común en destilerías tan grandes porque involucra más tiempo. Las levaduras del ambiente son las que, atraídas por el azúcar del caldo, encuentran su camino a las calderas donde reposa el tequila y se encargan de darle esos sabores. El 70% de las notas de un tequila provienen de las levaduras y Tequila Herradura logra sus notas cítricas por el ambiente donde se produce.
El Valle de Amatitlán cuenta con múltiples árboles frutales que le dan esa característica, favorece la producción de levaduras y eventualmente sus sabores terminan en el destilado. Cuando pruebas un Tequila Herradura estás saboreando los matices completamente naturales del entorno donde nació. Es común que las tequileras le agreguen las levaduras manualmente, pero Tequila Herradura deja que lleguen naturalmente, un proceso artesanal que se traduce en un tequila delicioso. La próxima vez que lo tengas en tu copa fíjate en esos sabores de como limón, naranja y mango que son árboles frutales que crecen en la Hacienda. Tras la fermentación viene la destilación y el añejamiento en barricas según la etiqueta que se vaya a preparar.
El valle de Amatitlán es la esencia y sabor de Tequila Herradura por lo que también es de suma importancia para ellos contribuir a su preservación. Le han dado un enfoque sustentable a su preparación, procuran utilizar hasta la última fibra del agave para abono de las tierras y son pioneros en un método súper innovador para el tratamiento de la vinaza. Por medio de bacterias y enzimas vivas en un domo sin oxígeno, Tequila Herradura le extrae el metanol, que es un gas tóxico y lo convierte en energía para sus sistemas de riego, las calderas, para destilar y más. Están comprometidos con hacer del proceso lo más sustentable posible para mantener su Hacienda Tequilera (la única que continúa con ese título y funcionando) en la cima de la innovación.
Cerramos el fin de semana disfrutando uno de los torneos más importantes para el mundo del tenis femenil, obvio rodeadas de la exclusividad de Tequila Herradura, sus mejores cocteles y un ambiente súper cool que nos acompañó todo el viaje.
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