Mi Tour de France: los viajes en bici por Francia que deben estar en tu bucket list

¡Au revoir, París! Tras disfrutar los Juegos Olímpicos en la Ciudad de la luz (o de hecho en cualquier otro verano), el destino final son los lugares de castillos de cuento, campos de lavanda, restaurantes Michelin, viñedos, montañas y mares. A pedal (en pareja, familia, con amigos o solo) es la forma idílica de conocer o redescubrir el país que inventó la joie de vivre.

Ubicas a estos diseñadores de moda icónicos… ¿pero ya conoces sus hoteles?

Apunta estos 6 planes en bici por Francia en tu lista de viajes

¿Alpes o Pirineos?

El lujo para los aficionados (esos que cronometrarían su tiempo superando las 21 curvas del Alpe d’Huez como ciclistas del Tour de Francia) son los incomparables Altos Alpes con escaladas como Glandon, Croix de Fer y Colombière. Pero no hay hustle sin recompensa: hospedajes de lujo y chalets (como Relais & Chateaux en La Clusaz).

¿Te imaginas las vistas con un clásico tartiflette, raclette o fondue? Este paraíso ciclista tiene cientos de rutas: desde Le Bourg-d’Oisans (sur), Bourg-Saint-Maurice, o Morzine (norte). Ahora, si prefieres los Alpes como fondo, la ruta desde el lago de Annecy (joyita andina) que pasa por tramos de la Via Rhona (de Ginebra a Lyon), es un espectáculo entre los Prealpes con parada must en la ciudad medieval Pérouges.

Por otro lado, los Pirineos tienen subidas (cortas y empinadas) menos crowded. Col du Tourmalet es el paso más conocido en el Tour de Francia con 2 115 metros de elevación, y puedes llegar desde Luz (oeste) o desde Sainte-Marie-de-Campan (este). El Col du Soulor es otro gran lugar, comienza en Agrelés-Gazost y conduce a pueblos de Arrens y Arras-en-Lavedan.

Los más aventureros cruzan los Pirineos del Atlántico al Mediterráneo. Un viaje igual de épico que desafiante de aprox. 10 días, donde escalas el equivalente a una doble ascensión al Monte Everest. De Francia a la región vasca y catalana, conquistas spots de Tour de France y Vuelta a España.

Burdeos y Toulouse

Cocina de estrella Michelin, lugares nivel patrimonio cultural, rutas amigables, vistas espectaculares y mucho vino… este podría ser el viaje de la vida con amigas. De la ciudad rosada de Toulouse, por los valles Dordoña y Lot hasta Burdeos, te sentirás como Bella en la versión más dreamy de Francia, con paradas como el viñedo de Cahors, donde se originó la uva malbec.

Montañas boscosas, sitios prehistóricos como las cuevas de Gouffre de Padirac (con ríos subterráneos) y pueblos medievales del Périgord, incluyendo Rocamadour junto a un acantilado con vistas que roban el aliento. Otra alternativa es mezclar la vinicultura de Burdeos con la campiña rústica de Dordoña a la orilla del río, una ruta donde Saint-Émilion repleto de viñedos de fama mundial y castillos es el highlight para los amantes de la historia.

Alsacia, Borgoña y Champaña

Podrás descifrar que se trata de otra fantasía para amantes del vino. ¿Biking y wine tasting? Sí, por favor. Puedes dedicar todo tu viaje en bici a Borgoña con sus viñedos y bodegas de prestigio mundial, la ciudad de Beaune y el Canal du Centre, que es la traducción literal de romantizar tu vida entre colinas y senderos relajados que te llevan a tesoros foodie.

Pero, ya que estás ahí, 10 días para incluir Alsacia y Champaña en el itinerario son invaluables para una aventura familiar con acompañantes como Moët & Chandon, Dom Pérignon, Veuve Clicquot y Gewürztraminer entre colinas cubiertas de enredaderas, viñedos de champán, canales y maravillas arquitectónicas como el château du Haut-Koenigsbourg. El hotel Royal Champagne & Spa corona esta aventura.

De París a Reims (capital de Champagne), hasta Estrasburgo, en Alsacia (donde Napoleón fiesteaba), y finalmente Beaune, en Borgoña, pasarás por los pueblos en la Route des Vins, la histórica ruta del vino de Francia.

Valle de Loira

Con pueblos pintorescos, bosques y castillos como el de Chambord, Chaumont-sur-Loire y Chenonceau; este es el destino de honeymoon. Cada día, un castillo diferente con arte y jardines de cuento… y no necesitas ser un profesional para pasear por el Loire à Vélo (la ruta junto al río Loira), disfrutar de una copa y la ciudad medieval de Amboise.

Los trotamundos buscan aquí el lujo de Blois a Tours, pasando la noche en chalets y mansiones al estilo de Marie Antoinette. Eso sí, no deja de ser atractivo para los ciclistas más clavados con más de 900 kilómetros que conectan el centro de Francia con el océano Atlántico. La ruta de resistencia de 1 000 kilómetros sigue el río Loira en un viaje por el Valle y los Pirineos. El Valle del Dordoña con sus paisajes es parada obligatoria, con los pueblos de Beynac, Bergerac y La Roque Gageac.

Britania y Normandía

Si buscas un poco de todo, esta es la mezcla mágica donde viajarás al pasado. Desde los castillos de Normandía (para ciclistas de todos los niveles) y la Costa Flor hasta los huertos de Bretaña y la Costa Esmeralda; por playas legendarias, pueblos del siglo XV, acantilados gigantescos, hasta la ciudad marítima amurallada de St-Malo (junto a Dinard); este viaje lleno de historia y esplendor natural sabe a las ostras Cancale, quesos frescos de granja y crepas con brandy de manzana.

Monumentos de la Segunda Guerra Mundial, la Ruta de playas del D-Day y, el imperdible Mont-Saint-Michel (la inspiración de ensueño para el castillo de Disney) hacen un recorrido memorable con familia, amigos, pareja o incluso solo. Los fans de películas de guerra querrán visitar los búnkers de Omaha Beach.

Provenza y Costa Azul

Viajar dentro de un cuadro se puede en los lugares de las pinturas de Van Gogh. Provenza es para un descanso profundo entre campos de lavanda, pueblos medievales y monumentos romanos. En bicicleta: Luberon, Camarga, Esterel y la zona de Dentelles-de-Montmirail son cuatro destinos esenciales. Y, te prometo, los 22 kilómetros de subida al Mont Ventoux valen la pena. El Circuito de la Dordoña de 80 kilómetros es el más popular.

Mientras, la Costa Azul es el epítome del verano y la zona más turística para quienes buscan la parte glamurosa de la Riviera Francesa con Niza y Cannes… por lo que el sur de Francia es el ultimate luxury trip con gastronomía y aventura en lugares de postal; un catamarán por el Golfo de Saint-Tropez; Gorges du Verdon; bici por Route des Crêtes. Este es tu momento Brigitte Bardot con un rosé al atardecer.

Para sacarle todo el jugo a esta región que limita con Italia y el mar, puedes cubrir en un solo viaje los Alpes del Sur y las llanuras de Camarga hasta los viñedos, olivares, bosques de pinos y campos de lavanda para dar con la arena, en un viaje redondo de Niza (desde los Prealpes hasta St. Tropez). La mejor parte es que puedes incluir otras actividades outdoor como senderismo y paseo en kayak.

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