Cuando somos adultas, las amistades se pueden volver más complicadas: ya no tenemos la rutina de la escuela y planear una salida es toda una odisea. Y cuando por fin encuentran un nuevo ritmo, tu amiga se vuelve mamá (o tú tienes un bebé y tus amigas no), así que hay que volver a empezar.
Es un cliché que cuando tu bestie se embaraza, es momento de decirle adiós a sus salidas y, en general, a su vínculo, porque ella solo querrá hablar de pañales y siestas y tú estarás en plan salir hasta el amanecer. Pero, aunque puede tomar trabajo por parte de ambas, no es real que sea imposible una amistad.
De hecho, es posible que esta nueva etapa las una aún más y que encuentres que tu amiga es aún más maravillosa y tiene habilidades, intereses y capacidades que todavía no conocías. Si la amistad se trata de acompañarnos, hay pocas cosas mejores que estar ahí la una para la otra en un camino nuevo.
Tips para no perder a tu amiga cuando se vuelve mamá
Sean flexibles
Tal vez ya tenían una rutina súper establecida de ir al gym y luego a desayunar o les encantaba salir a bailar o a conciertos. Es posible que ya no puedan hacer las mismas cosas con la misma regularidad, pero pueden encontrar espacios donde ambas estén libres, aunque se necesite un poco de multitasking.
Por ejemplo, acompaña a tu amiga mamá a esperar que termine la clase de su bebé o invita a tu amiga que no es mamá por un café a tu casa a la hora de la siesta. Los chats de amigas también son básicos. Tal vez no puedan verse tan seguido, pero pueden mandarse memes, audios y fotos cute, porque hay muchas formas de estar presentes.
Al principio, quizá todas las salidas tengan que tener bebé incluido y haya muchas interrupciones, pero recuerda que es temporal, porque la niñez no dura para siempre, pero las amigas sí.
Si eres mamá, recuerda que se vale que tengas tiempo para ti y tus amistades. Como dice una de mis amigas: “sigo siendo todo lo que era antes de ser mamá y me debo esos espacios”.
Ninguna es más importante
Aunque ser mamá es un cambio profundo en el que literalmente tienes que hacerte responsable por la vida de otra persona, eso no significa que las preocupaciones de una persona que no quiere (o no puede o quiere esperar más) experimentar la maternidad es menos valiosa. Y hablar de pañales o amamantar te puede parecer muy lejano, pero para tu bestie es vital, además de que saber este tipo de cosas es importante para toda la sociedad y no debería ser algo exclusivo de la maternidad.
Hagan preguntas, dejen espacios para que las dos puedan contar lo que están viviendo y tengan curiosidad por los intereses de la otra persona.
Pero ojo, esto no aplica a las primeras semanas después de dar a luz: en ese tiempo, se trata de apoyar a alguien que está pasando por una transición muy hermosa y muy compleja. Mis besties dicen que quienes les mandaron comida en esos días y las apapacharon a ellas, cuando todo se trataba de sus bebés, por siempre tendrán lugar en sus corazones.
Y finalmente: muestra interés y amor por el bebé de tu amiga. Lo maravilloso de que tu bff sea mamá es que tendrás otra amistad nueva y pequeñita, y tendrás un asiento de primera fila para ver cómo crece y se desarrolla una personita. Crea tu propia relación, aprende lo que le hace reír y la comida que nunca quiere comer; su juego favorito del parque y el programa de tele que le enloquece. Para las mamás: disfruta que las “tías” de tu bebé sean personas tan maravillosas que tendrá en su vida para siempre.
Cualquier transición es difícil y todas las amistades pasan por retos que a veces hacen que se terminen. No tiene nada de malo decidir alejarse. Pero la razón será que no pudieron comunicarse o que tienen diferentes prioridades o intereses. El simple hecho de ser mamá no tiene por qué ser un breaking point.
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