Caminar como ejercicio es increíblemente beneficioso para la salud y accesible para la mayoría de las personas, ayuda a disminuir el estrés y reducir la ansiedad, y para algunas personas puede ser casi milagroso a nivel cardiovascular y muscular.
A pesar de que disfrutar del aire fresco es parte del atractivo de caminar para muchas personas, no siempre podemos salir. Tal vez está lloviendo, o está oscuro, o hace mucho frío, o quizá tu horario no lo permite. Aquí es donde se acudimos a la caminadora, pero el tiempo en ella puede pasar muuuuuy lentamente. Si quieres que tu momento de ejercicio sea más agradable, aquí te contamos cómo.
Aquí te compartimos algunas estrategias para darle ritmo a esa caminata en caminadora.
Concéntrate en el ritmo.
Es evidente que cuando una no tiene ganas de ejercitarse, la mente hace hasta lo imposible por convencemos de regresar al sillón. Por esto, el cambio de mindset es súper importante. Vas a ignorar la voz de la flojera y prestarás toda tu atención en el ritmo.
Diversas investigaciones sugieren que escuchar música durante el ejercicio puede ayudar a aumentar la frecuencia cardíaca, la activación muscular y la motivación, e incluso puede hacer que el ejercicio se sienta menos difícil. Te recomendamos crear una playlist o darle play a la nuestra.
Puedes comenzar calentando a una velocidad más lenta, por una o dos canciones, lo que te ayudará a subir tu ritmo cardíaco. Luego, al comienzo de una nueva canción, divídela usando estos intervalos:
- En el primer verso, camina a tu ritmo de referencia. (Esta es una velocidad que se siente cómoda, pero te cuesta un poco más que el calentamiento).
- En el coro, aumenta la velocidad.
- En el siguiente verso, vuelve a bajar a tu tempo de referencia.
- En el estribillo, aumenta la velocidad de nuevo. (También puedes aumentar progresivamente tu velocidad con cada coro para que la caminata sea más desafiante).
Repite este patrón hasta que la canción haya terminado, luego comienza de nuevo con la siguiente canción.
Al final de tu entrenamiento, ralentiza tu ritmo para bajar tu frecuencia cardíaca durante una o dos canciones.
Distráete de la pantalla.
Si tus paseos al aire libre parecen terminar más rápido y ser más agradables en general, podría deberse en parte al hecho de que no estás mirando un reloj todo el tiempo.
Una forma sencilla de dejar de sentirse presionada por la pantalla de tiempo de la cinta de correr es cubrirla, así de sencillo.
Añade algunas “colinas” con tu caminadora.
No te olvides de la maravillosa opción de inclinación en la caminadora.
Mezclando la intensidad y estas colinas puedes obtener un workout mas completo y divertido.
Caminar durante 30 minutos pueden parecer mucho tiempo, pero dividirlo en periodos más manejables y mas difíciles es una herramienta mental que puede ayudarte a través del entrenamiento.
Además, al dividir tu entrenamiento con cambios de inclinación, específicamente, también puedes aumentar tu frecuencia cardíaca y fortalecer los músculos de la parte inferior del cuerpo, como los cuádriceps, los isquiotibiales y las pantorrillas.
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