¿Cuántas veces te has mirado al espejo o has visto fotos tuyas y te sorprendes con el ceño fruncido o la mandíbula tensa? Si solo hasta ese momento lo notaste, ¿qué crees? te uuurge empezar a practicar técnicas de relajación. Tal vez tu vida laboral, escolar o social no han ido tan bien últimamente, es normal que los problemas nos estresen mientras los resolvemos.
Pero cuando ya pasaron y aún así seguimos mordiéndonos las uñas todo el día, significa que necesitamos destensar nuestro cuerpo y mente. La buena noticia es que existen muchísimas formas de relajarnos, estas son 5 de las más trendy.
5 técnicas de relajación que debes probar
Técnica de Relajación Progresiva de Jacobson
El cuerpo es programable, y cuando se acostumbra a un nivel de estrés y ansiedad constante, se vuelve su estado natural. Entonces, como ya no se da cuenta que está tenso todo el rato, hay que ayudarlo a volver a conocer la relajación.
De eso se trata la técnica de Relajación Progresiva de Jacobson, pues simplemente tienes que tensar lo más que aguantes por unos segundos y luego relajar cada parte de tu cuerpo (incluyendo la cara). Así, notarás la diferencia entre ambos estados para que al instante que vuelvas a tensarse en momentos random lo distingas y relajes tu cuerpo.
Box breathing
Sabemos que la respiración es la clave de toda meditación (o por lo menos de la mayoría), pero aunque es mega sencillo respirar, concentrar toda la atención solo en eso es mucho más complicado. Una forma de ayudarle a tu cerebro a que no divague con tanta facilidad mientras intenta meditar es aplica la técnica de respiración box breathing.
¿De qué se trata? Easy peasy: inhala durante 4 segundos, sostén el aire por 4 segundos, exhala por 4 segundos, y deja de respirar por 4 segundos; la idea es imaginar un cuadrado es tu cabeza y cada inhalación, pausa y exhalación hacerlas mientras recorres las 4 esquinas.
Musicoterapia
Hay tareas que requieren de una concentración por largo tiempo, pero que justo por ser pesadas o estresantes, es muy difícil hacerlas sin procrastinar a la menor provocación. Eso es relativamente normal, el cerebro es muy protector ante todo y siempre busca razones para evitar enfocarse en lo que no le gusta. Pero una forma de mantenerlo a gusto mientras hace esas tareas pesadas que no puedes combinar con series o podcasts que te distraen es escuchar música instrumental, método también conocido como musicoterapia.
Puede ser jazz, pop, r&b, el género que más te guste siempre y cuando sea instrumental (o no te sepas las canciones de pe a pa porque te darán ganas de cantarlas). Verás que sin darte cuenta, habrás avanzado muchísimo en esa tediosa tarea sin demasiado esfuerzo, todo gracias a que tu cerebro estuvo relajado e incluso estimulado.
Yoga
Ah… la única e inigualable yoga. El asunto con la yoga es que tiene muchísimos beneficios dependiendo de las posturas que elijas practicar, pero cualquiera que hagas será excelente para la relajación porque todas implican estirar los músculos del cuerpo, lo cual hace que se relajen.
Puedes hacer pequeñas rutinas en diferentes momentos del día, como al despertar y al dormir, o clases de una hora tres o más veces a la semana. No olvides que la clave para dominarla es controlar la respiración y el equilibrio.
Afirmaciones
El poder de las palabras es huge! En momentos donde necesites urgentemente de un apoyo rápido para relajarte, tal vez antes de un examen o una junta pesadísima, bastará con que cierres los ojos, pongas una mano en la boca de tu estómago y la otra en tu pecho, y repitas las veces que necesites (o puedas tbh) frases como “estoy tranquila”, “me siento relajada”, “no hay razón para estresarme”, etc.
Recuerda que el cerebro es programable, así que necesitas recordarle una y otra vez cosas positivas y relajantes para que no pierda el control y se mantenga en equilibrio.
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