Nos encantan las ciudades llenas de cultura, los pueblitos con encanto y las playas de revista, pero hay un lado de México que muchas veces pasa desapercibido: sus parques naturales. Esos lugares donde la naturaleza te deja sin palabras… y donde uno se siente chiquito ante tanta belleza.
México tiene 67 parques nacionales y, como buen país megadiverso, hay de todo: volcanes, bosques, arrecifes, islas, desiertos y cañones impresionantes. Algunos parecen sacados de una película y otros ni siquiera creerías que están en el mismo país. Aquí te contamos cuáles son los más espectaculares y por qué vale la pena tenerlos en el radar.
Explora México a través de sus parques naturales más increíbles
Basaseachic, Chihuahua
Ubicado al norte del país, en plena Sierra Madre Occidental, este parque parece sacado de un documental de National Geographic. Su protagonista es la Cascada de Basaseachic, con 246 metros de caída libre, lo que la convierte en la segunda más alta de México.
Pero no solo es el agua lo que te deja sin palabras: los cañones que la rodean tienen paredes verticales que alcanzan más de 1,600 metros de profundidad. Imagina un abismo rodeado de pinos, rocas monumentales y silencio absoluto.
Video Recomendado
Este parque también es ideal para senderismo, ciclismo de montaña o paseos a caballo, y cuenta con una fauna digna de safari mexicano: desde venados cola blanca y pumas, hasta aguilillas, camaleones y mapaches. El nombre “Basaseachic” viene del idioma rarámuri y significa, apropiadamente, “lugar de la cascada”.
Sierra de Órganos, Zacatecas
A unas horas de la ciudad de Zacatecas, este parque nacional ofrece un paisaje que parece de otro mundo. Las formaciones rocosas que le dan nombre recuerdan a los tubos de un órgano monumental y cambian de color según la hora del día.
Si amas las películas western o eres fan del senderismo entre formaciones rocosas, este parque es para ti.
La biodiversidad también sorprende. En la parte alta hay bosques de pino y encino, mientras que abajo dominan los nopales, magueyes y agaves. ¿Y la fauna? Prepárate para cruzarte con coyotes, linces, zorros, halcones y serpientes. Ideal para desconectarte del mundo y reconectarte con algo mucho más grande.
Lagunas de Chacahua, Oaxaca
En la costa del Pacífico, entre Puerto Escondido y Huatulco, se esconde un parque lleno de vida. Chacahua es una red de lagunas, canales, playas vírgenes y manglares, donde la naturaleza sigue sus propias reglas.
Además de ser un área protegida para aves, cocodrilos y peces, aquí se cuidan tortugas desde que nacen hasta que llegan al mar. Las comunidades locales están muy involucradas en la conservación, y navegar en las tradicionales lanchas de madera es parte del encanto.
Por la noche, si el clima y la temporada lo permiten, puedes vivir un fenómeno único: la bioluminiscencia, donde el agua se enciende como si alguien hubiera agitado una botella con polvo de estrellas.
Chacahua también es un gran lugar para hacer paddle, kayak, observar aves y dormir en cabañas rústicas frente al mar. Aquí no hay WiFi, pero tampoco lo necesitas.
Cañón del Sumidero, Chiapas
El sur de México tiene su propio gran cañón, y no, no estamos exagerando. El Cañón del Sumidero, en Chiapas, es una formación de roca caliza que se elevó hace más de 130 millones de años, y hoy forma paredes de más de 1,200 metros de altura que enmarcan el serpenteante río Grijalva.
La mejor manera de explorarlo es en lancha, donde puedes ver cocodrilos tomando el sol en la orilla, monos araña trepando árboles y aves como el colorido momoto corona azul.
Además, la zona está llena de miradores naturales, donde cada curva del cañón parece sacada de una película épica. Un destino imperdible para quien ama la combinación de naturaleza, historia y vistas que cortan el aliento.

Xcalak, Quintana Roo
Lejos del ruido de Cancún y Playa del Carmen, Xcalak es un pedazo de paraíso donde todavía manda la naturaleza. Este parque nacional está en el extremo sur de la Riviera Maya, muy cerca de la frontera con Belice, y es hogar del Sistema Arrecifal Mesoamericano, el segundo más grande del mundo.
Las aguas son tan cristalinas que podrías leer un libro bajo el mar. Aquí el plan es simple pero inolvidable: snorkel, buceo, paddle board, y avistamiento de tortugas, peces multicolores, rayas y pequeños tiburones.
Xcalak es perfecto para quien busca algo auténtico, con hoteles boutique, cenadores frente al mar y cero prisas. El Caribe en su versión más pura.
Islas Marietas, Nayarit
Aunque el acceso está restringido para proteger su frágil ecosistema, las Islas Marietas, frente a la costa de Nayarit, ofrecen una experiencia surreal. Su playa más icónica es la Playa del Amor, una caleta escondida bajo una cúpula natural de roca, visible sólo con la marea adecuada.
El parque es ideal para hacer kayak, paddle o tours en lancha, con posibilidad de avistar delfines, mantarrayas y aves marinas. Todo bajo un entorno de islas volcánicas, aguas turquesa y cielos infinitos.
Un lugar que no parece real… pero lo es. Solo hay que llegar con tiempo, reservar con anticipación y seguir todas las reglas de conservación.

Explora más en: Instyle.mx