A 45 minutos del aeropuerto de Puerto Vallarta se encuentra Mandarina, una playa en Nayarit que aún se mantiene en estado casi natural y en los acantilados de la selva que la rodea, las edificaciones que comprenden One&Only Mandarina; uno de los hoteles más bellos de México de acuerdo a varios listados. La experiencia de lujo comienza desde el transporte, llegamos al hotel gracias a JVP, quienes ofrecen vuelos privados que conectan este con One&Only Palmilla en Los Cabos. Ambos son destinos obligados para amantes del wellness y una oportunidad ideal de descanso y renovación.
Con alojamientos organizados en villas y treehouses, cada una tiene distintas vistas al complejo, terrazas y albercas privadas. Todas están separadas entre ellas y cuentan con un carácter único. En las habitaciones, el lujo empieza por las amenidades; Xinú, la exclusiva marca de perfumería mexicana, creó los jabones y cremas con un perfume propio y el aroma permanece en la ropa y el cuerpo incluso después de volver a casa. La loción para broncearse y el protector solar también son hechos en México por SunCaramel y son biodegradables.
Dentro del complejo hay una oferta inigualable de gastronomía (la cocina de Carao, uno de sus restaurantes, está a cargo de Enrique Olivera), club de playa, albercas infinitas con vistas espectaculares del atardecer y actividades de diversión y bienestar. A la llegada, cada huésped es presentado con su anfitrión quien te ayuda a personalizar tu estancia; definir las posibles actividades a realizar y asegurar tu transporte al lugar que quieras en el resort.
Su spa merece una visita obligada. La arquitectura te desconecta del resto del complejo, sus espejos de agua y espacios de espera ya son parte de un ritual de relajación. Cuentan con una gran variedad de tratamientos, masajes y faciales que se realizan en cabinas separadas con techos de palma entre la selva; todos con productos de Tata Harper. Además del sauna, vapor y albercas frías, cuentan con un espacio único de baño de barro al exterior.
A unos cuantos pasos, él área de meditación y clases de yoga ofrece una vista 360 de la jungla y cientos de sonidos naturales amplifican todas las clases y terapias que ahí se ofrecen. La sesión de ejercicios de respiración y cuencos tibetanos nos hizo comenzar el día relajados y emocionados. Una vivencia guiada que no se puede describir en estas líneas.
La conexión con la escena creativa de México es palpable, se siente en los espirituosos de los cócteles en el Treetop Bar, en las amenidades de Xinú, en la gastronomía de sabores locales y nada pretenciosos, en las marcas mexicanas que puedes encontrar en la boutique del hotel. One&Only Mandarina hace un homenaje a todas las posibilidades del lujo local.
Toda la experiencia está pensada para ser placentera, del pequeño tapete de gel en el que descansan los pies al bajar de la cama, al servicio de todas las personas que te atienden y quienes te hacen sentir en confianza. El equipo resuelve cualquier imprevisto para transformarlo en una vivencia memorable.
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