Basada en hechos reales, Las nadadoras es la cinta de Netflix sobre dos hermanas sirias que superan todo, desde la guerra civil hasta los Juegos Olímpicos. En InStyle te platicamos la historia real detrás de la cinta y todo lo que hay que saber sobre las Mardini.
Durante esta temporada, seguramente ya te has encontrado con incontables recomendaciones de feel-good Christmas movies. Y aunque no tenemos nada en contra de un maratón navideño, no podemos dejar a un lado aquellas películas que verdaderamente nos emocionan en diciembre y en cualquier mes.
Es una de esas películas que nos hacen no querer despegar los ojos de la pantalla ni un segundo, relatos dramáticos que nos llevan a otra realidad o bien, aquellas cintas que se basan en hechos reales y, en cuanto llegan los créditos, prendemos nuestro celular para investigar más sobre esa impactante historia y sus protagonistas.
¿De qué trata la película Las nadadoras, de Netflix?
Con un título así nos podríamos imaginar la historia inspiradora de un par de deportistas de alto rendimiento y cómo llegaron a competir por la medalla de oro. Pero estas atletas no solo nadaron en una piscina olímpica, sino también en el mar Egeo durante tres horas y media, a lado de un bote lleno de refugiados a punto de hundirse en el 2015.
Yusra (Nathalie Issa) de 17 años y Sara (Manal Issa) de 20 años, son dos hermanas que huyen de la guerra civil en Siria. Después de haber convencido a su madre y padre (también su entrenador de natación), ambas emprenden un viaje que para muchos resulta imposible de superar.
Desde Damasco hasta Alemania (y ojalá Río de Janeiro para los Juegos Olímpicos del 2016); entre botes, camiones, caminatas, estigmas, violencia, pero sobre todo amor y valentía; la directora galesa-egipcia Sally El Hosaini traduce esta historia real a la pantalla para dejarnos asombrados incluso después de que la TV se desvanece a negro.
¿Por qué hay que verla?
Entre diversas crisis en el mundo, probablemente estés enterado que Siria sigue representando uno de los mayores fenómenos de desplazamiento a nivel global después de una década de guerra (5.7 millones para ser exactos). Son incontables los chalecos que quedan amontonados en la playa (de quienes logran el viaje), como aparece en la película cuando los personajes, después de superar el traumático traslado en un bote repleto de personas que vienen desde Afganistán hasta de Eritrea, llegan a tierra firme para ver el rastro de otros millones de refugiados. En una entrevista, Yusra declaró que este lugar con los chalecos salvavidas en la costa griega realmente existe.
Y es que, aún después de evitar bombas y tiroteos, los desafíos de supervivencia junto a prejuicios anti-migrantes continúan. Es por eso que The Swimmers no solo se trata de una chica que creció viendo a Michael Phelps o que persigue el sueño que tenía desde los 9 años, sino de todas las personas que llegan a otro país porque deben dejar atrás todo lo que conocen.
Interpretadas por dos hermanas actrices libanesas, cuyo país también estuvo en guerra, Yusra y Sara desafían los estereotipos de la identidad de los migrantes. Y mientras estamos en una época que nos recuerda agradecer, dar y recibir, tal vez ninguna película navideña supere la cinta que llegó a Netflix desde noviembre, porque nos inspira de manera casi inexplicable.
¿Qué sí pasó en la vida real?
Las hermanas Mardini crecieron nadando. Su familia, también incluye su hermana pequeña Shaed, su madre Mervat, fisioterapeuta, y su padre y entrenador de natación, Ezzat, quien efectivamente siempre las empujó a tener un papel de liderazgo. Ambas nadaron en la piscina local en Daraya, Damasco durante años y Yusra compitió por Siria en Dubai y Turquía en los campeonatos mundiales.
La guerra, que empezó en 2011, detuvo todo su entrenamiento con bombardeos y combates. Incluso, el padre fue torturado una vez por ser confundido con otra persona. Y sí, aunque sea difícil de creer, una bomba que falló en explotar sí cayó en la piscina donde Yusra entrenaba. Fue ahí donde supieron que era momento de huir, en agosto del 2015. Los bombardeos terminaron por destruir su casa.
El acontecimiento impactante del bote también sucedió. Después de que el motor parara a la mitad del camino; junto a otras dos personas, ambas se lanzaron al mar congelado y lograron que los 18 refugiados, que se habían subido al bote desde Turquía, llegaran a Lesbos con vida.
Su entrenador de natación en Alemania sí se llama Sven. Cerca del centro de refugiados conocieron a Sven Spannenkrebs, quien las ayudó a que entraran al club y entrenó con Yusra para lograr su lugar en el Equipo Olímpico de Refugiados del Comité Olímpico Internacional (IOC) para los Juegos Olímpicos de 2016.
Continuó entrenando a Yusra hasta septiembre de 2018 (según su LinkedIn). Hoy en día, aún vive en Alemania y es parte del equipo de los Juegos Mundiales de Olimpiadas Especiales de Berlín 2023, mientras también trabaja con un proyecto que ayuda a integrar a los refugiados en el mercado laboral y “abordar la escasez de personal calificado en natación”.
¿Dónde están las hermanas Mardini y qué opinaron de la película? (Spoiler alert)
Si ya viste la película y, al igual que nosotros, lloraste cuando Yusra avienta sus medallas al mar para hacer el bote más ligero y salvar a los demás, también sabes que ella pudo competir y ganar una de sus eliminatorias en los Juegos Olímpico de Río 2016, representando al equipo de refugiados. Al final de la película también nos da paz que la familia logró reunirse un año después en Berlín.
Es relevante saber que el productor Ali Jaafar se acercó con Yusra, quien dio su consentimiento para hacer la película. Incluso, según algunas fuentes, hasta ayudó como stunt para algunas escenas (btw mientras entrenaba para los Juegos Olímpicos de Tokio).
El hecho de que dos hermanas libanesas Nathalie y Manal (de un entorno similar) interpretaran a las Mardini, hizo que la historia cobrara mucho más fuerza y significado. Yusra reconoció esto como algo super valioso para ella.
En una entrevista, la directora compartió: “Predominantemente nos apegamos a la verdad, pero hubo momentos en que se hicieron ficciones, pero siempre se hicieron para permitirnos honrar la historia más grande de los refugiados”.
Las Mardini, quienes vieron la película con lágrimas y risas, tomaron caminos diferentes después de competir en los 100 metros estilo libre y los 100 metros mariposa en Río 2016 y en Tokio 2020.
Yusra (hoy con 24 años de edad), con una nueva ciudadanía, aún podría ir a París 2024 como parte del equipo alemán. Pero ahora es igual de relevante su papel como embajadora de ACNUR, la agencia de la ONU para los refugiados.
Sara (hoy con 27 años de edad), dejó la natación por lesiones de hombro y su salud emocional, después de tres años como voluntaria para ayudar a los refugiados que emprenden ese peligrosísimo viaje, fue arrestada por “espionaje y contrabando de personas” por las autoridades griegas en 2018. Por “pertenecer a una organización criminal” estuvo en la cárcel durante tres meses. Aún enfrenta una posible sentencia de 25 años de prisión.
La historia de Las nadadoras no termina en Netflix
Sabremos más detalles de Sara en un documental que está en camino para el próximo año. Distance Swimmer: Sara Mardini retoma la historia donde termina The Swimmers. De refugiada a humanitaria a criminal acusada, el documental sigue su trayectoria humanitaria, filmada durante tres años.
Dirigido por Charly Wai Feldman, se espera que el estreno mundial en la primera mitad del 2023 no solo hable de Sara y su vida en Berlín como estudiante de artes liberales, quien reconecta con su hermana mientras está en espera de las noticias de su juicio; pero también de la problemática social y política de Europa: hoy en día como un lugar que pasó de acoger a los refugiados a sentenciarlos.
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