“Estuve muy cerca de lograrlo”: diferencias entre acción pasiva y acción activa
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“Estuve muy cerca de lograrlo”: diferencias entre acción pasiva y acción activa

¿”Casi alcanzar una meta”, qué significa para ti? Planear todos los días cómo vas a ejecutar algo y creer que por tenerlo en tu planner ya lograste la mitad de todo, es un pensamiento común; pero hay una clara diferencia entre tener el planner para usar quién sabe cuándo y actually accionar paso a paso. Tal vez pienses que tu caso es la segunda opción, pero puede que seas la primera y ni cuenta te das.

La acción pasiva y la acción activa son los significados que Evelyn Cornejo usó en su podcast “Epifanías”, para explicar el cómo estás queriendo lograr tus metas al quedarte en un bucle (como en la primera opción) y, como resultado, no estés logrando nada (eso dolió): “La magia que estás buscando está en el trabajo que estás evitando”.

¿Qué es la acción activa?

La acción activa es el motor que impulsa tu vida hacia adelante. Es el compromiso contigo misma de trabajar para alcanzar tus sueños, en lugar de simplemente esperar a que las cosas sucedan. Se trata de tomar el control de tu destino y avanzar con determinación y pasión. No se trata solo de cumplir con una serie de tareas, sino de perseguir tus metas con una energía que te lleva más allá de los límites que te impones. Es abrazar el proceso de crecimiento personal y estar dispuesta a salir de tu zona de confort, no importa que tan incómodo sea mientras sea para un bien mayor. 

Apodérate de la acción activa

Define tus metas

Antes de comenzar cualquier viaje, necesitas saber hacia dónde te diriges. Tómate el tiempo necesario para reflexionar sobre lo que realmente quieres lograr en la vida y escríbelo. Ya sea una carrera exitosa, relaciones significativas o una vida llena de aventuras, haz que tus metas sean claras y alcanzables. Puedes usar el método del pensamiento estratégico

acción pasiva activa
Vía @saskiateje

Crea un plan de acción

Una vez que tengas claras tus metas, es hora de trazar el camino para alcanzarlas. Divide tus objetivos en pasos pequeños y alcanzables, luego establece plazos realistas para cada uno. Un plan bien pensado te ayudará a mantenerte enfocada y te dará la dirección que necesitas para avanzar, así evitas los congelamientos que se tienen por “no saber dónde empezar”. 

“Estaba enfocando toda mi energía en estar intentando deshacerme de mis miedos en lugar de estar enfocando mi energía en tomar pasos para concretar esos sueños”, comaprtió Cornejo. 

Toma decisiones

La acción activa implica tomar decisiones constantemente y asumir la responsabilidad de tus elecciones. No tengas miedo de equivocarte, es parte del proceso de aprendizaje. Aprende de tus errores y sigue adelante con determinación: “Tienes la opción de atacar la incomodidad de raíz y atreverte, tener la valentía de dar esos pasos que sabes que son incómodos, pero que realmente sí te van a acercar a concretar eso que tanto deseas”.

El camino hacia el éxito está lleno de altibajos, pero con determinación y acción activa, puedes alcanzar cualquier meta que te propongas. Así que deja atrás la inactividad y empieza a construir la vida de tus sueños hoy mismo. 

¿Y la acción pasiva?

Por otro lado, la acción pasiva se manifiesta cuando te sumerges en actividades que, en apariencia, podrían acercarte a tus metas, pero en realidad, no contribuyen mucho a alcanzar tus sueños. Esto puede incluir la planificación eterna sin tomar acción concreta, quedarse en una fase de preparación, esperar indefinidamente por el momento perfecto, entre otras formas que, al final, te mantienen estancada en el mismo lugar. En resumen, la acción pasiva te mantiene ocupada en cosas que crees que te sirven, pero no te lleva realmente a donde deseas estar.

Aprende a evitar la acción pasiva

Identifica la procrastinación

La acción pasiva está super relacionada con la procrastinación, ese hábito de posponer las tareas importantes. Reconoce cuándo estás posponiendo las cosas y encuentra formas de superar este hábito. Rompe tus tareas en pequeñas acciones y comienza con la primera, eso te ayudará a evitar la parálisis por análisis.

“Me di cuenta de que me estaba engañando a mí misma, estaba tomando puras acciones que se sentían como que estaba haciendo algo, […] de hecho, todas las cosas que estaba haciendo me servían como excusa para evitar hacer lo que realmente sabía que tenía que hacer”, declaró Evelyn. 

acción pasiva activa
Vía @seigf.read

Elimina las distracciones

Las distracciones pueden alejarte de tus metas y mantenerte en un estado de inactividad. Identifica qué te está distrayendo, ya sea el teléfono, las redes sociales o las preocupaciones sin sentido, y busca formas de minimizar su impacto en tu vida. Establece límites claros y aprende a priorizar lo que realmente importa.

Cambia tu mentalidad

Deja de esperar a que las oportunidades caigan del cielo y comienza a buscar activamente formas de crearlas tú misma. Adopta una mentalidad de acción: recuerda que tú eres la única responsable de tu vida y que tienes el poder de hacer que sucedan las cosas. No dejes que el miedo o la indecisión te detengan. Trabaja con lo que tengas a la mano para que luego trabajes con lo que siempre quisiste

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