Esta es la historia de los árboles de Navidad y por qué los ponemos en casa
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Esta es la historia de los árboles de Navidad y por qué los ponemos en casa

¿Alguna vez te has preguntado la historia de por qué ponemos árboles de Navidad en nuestras casas? La tradición tiene varios orígenes desde creencias cristianas hasta la leyenda de San Bonifacio. Te los contamos.

¿Cuál es la historia detrás de los árboles de Navidad? Te explicamos algunas razones de por qué los ponemos

La tradición de poner árboles de Navidad en nuestras casas tiene raíces en varias culturas y ha evolucionado a lo largo del tiempo. A continuación te contamos los principales orígenes y la historia alrededor de ello.

Es un simbolismo cristiano

La tradición del árbol de Navidad está asociada con el cristianismo y el nacimiento de Jesús. Para la tradición cristiana el árbol representa la vida eterna y la redención.

Tradiciones paganas

Antes de la cristianización de Europa, muchas culturas paganas celebraban festivales de invierno alrededor del solsticio, marcando el “renacimiento del sol y la vida”. Los árboles verdes, que permanecían vivos durante el invierno y lograban sobrevivir la nieve simbolizaban la esperanza de que la primavera llegaría de nuevo el siguiente año. 

Esperanza de los cambios estacionales

Los árboles verdes, aún en el invierno representan la continuidad de la vida a pesar de los cambios estacionales. Antiguamente se creía que los árboles debían estar decorados con luces como símbolo de vida, guía y esperanza en los días más oscuros del invierno. 

La leyenda de San Bonifacio

La leyenda de San Bonifacio, también conocido como San Bonifacio de Maguncia, está asociada con la cristianización de Alemania en el siglo VIII. Una de las historias más conocidas relacionadas con San Bonifacio involucra un roble sagrado y un árbol de Navidad. 

La leyenda cuenta que San Bonifacio, un misionero cristiano inglés, llegó a la región de Hesse, en Alemania, para predicar el cristianismo a los germanos paganos. En ese lugar, encontró a un grupo de personas que adoraban un roble sagrado llamado “Donar’s Oak” o “Roble de Thor“. Este árbol sagrado era el lugar donde realizaban sacrificios.

Para demostrar la superioridad del cristianismo sobre las creencias paganas, San Bonifacio decidió cortar el roble. Según la leyenda, mientras se acercaba al árbol para talarlo, un fuerte viento sopló y derribó el roble por sí mismo, sin causar daño a Bonifacio ni a los presentes. Los germanos se sorprendieron mucho por este evento y se convirtieron al cristianismo al presenciar el “milagro“.

En el lugar donde cayó el roble, Bonifacio plantó un abeto, un árbol que simbolizaba la vida eterna de Jesucristo. Aquí nació la tradición y es una de las explicaciones más aceptadas en varias partes de Europa.

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