La búsqueda de equilibrio, placer y propósito no requiere un boleto de avión a Roma, India o Bali. Si ‘Eat, Pray, Love’ te inspiró a hacer una pausa y redescubrirte, México tiene sus propias joyas para vivir esa experiencia transformadora sin salir del país. Desde viñedos que despiertan los sentidos hasta zonas arqueológicas que conectan con tu espiritualidad y pueblos mágicos que invitan a enamorarte de la vida (y tal vez de alguien más), aquí te decimos dónde empezar tu viaje interior.
Descubre los destinos en México donde puedes reconectar contigo misma, saborear la vida y explorar tu lado más espiritual
1. Eat
Valle de Guadalupe, Baja California
Para quienes encuentran el placer en una buena copa de vino y una cena al atardecer, el Valle de Guadalupe es el destino perfecto. Este rincón del norte del país se ha convertido en el must gastronómico de México, con viñedos boutique, restaurantes de autor y paisajes que parecen sacados de una postal.
Puedes hacer recorridos de cata, tomar clases de cocina con chefs locales o simplemente relajarte en una terraza con vista a los viñedos. Aquí, el “eat” no solo se trata de comida: es una forma de reconectar con el placer de los pequeños momentos y saborear la vida.
No te pierdas: Fauna, un restaurante imperdible; y Bruma, un viñedo con arquitectura espectacular y experiencias sensoriales.
2. Pray
Chichén Itzá y sus alrededores
Si hay un lugar en México cargado de historia espiritual y energía mística, es la zona maya. Chichén Itzá, una de las nuevas siete maravillas del mundo, es el epicentro de esta conexión. Caminar por este sitio arqueológico no solo te deja sin aliento por su belleza, también te invita a reflexionar sobre el tiempo, la sabiduría ancestral y tu propósito en el universo.
Cerca de ahí, puedes practicar yoga en cenotes, tomar ceremonias de cacao o temazcales guiados por sanadores mayas que te ayudan a soltar y sanar. El “pray” se transforma en una experiencia profunda y auténtica.
Tip viajero: Hospédate en Valladolid en Hotel Mesón del Marqués y en ecolodges como Zentik Project con o cercanos a los cenotes para una experiencia más inmersiva y tranquila.
3. Love
San Miguel de Allende, Guanajuato
No necesitas una historia de amor épica para vivir el “love” de esta película. A veces, enamorarte de un lugar, de nuevas amistades o de ti misma es más que suficiente. Y para eso, San Miguel de Allende es el escenario ideal.
Con sus calles empedradas, fachadas coloridas, galerías de arte y cafés encantadores, esta ciudad invita a la contemplación, la inspiración y el romance. Puedes tomar clases de cerámica, visitar viñedos cercanos o simplemente caminar sin rumbo mientras descubres rincones mágicos a cada paso.
Lo imperdible: Una cena al aire libre con música en vivo, un rooftop cómo Fátima 7 Rooftop o La Única con vista a la Parroquia de San Miguel y una tarde de spa para consentirte.
Bonus: Otros rincones para armar tu propio viaje interior
- Tepoztlán, Morelos: Ideal para retiros de yoga, meditación y caminatas místicas al Tepozteco.
- Mazunte, Oaxaca: Un pueblo costero donde el ritmo de vida lento y las prácticas de bienestar (como el Reiki, la astrología o la meditación en la playa) te conectan con tu lado más espiritual.
- La Paz, Baja California Sur: Kayak al amanecer, nados con lobos marinos y playas casi vírgenes para escribir tu diario o simplemente respirar.
¿Lista para tu propia versión de ‘¿Comer, Rezar y Amar’?
Recorrer estos lugares no es solo una escapada, es una oportunidad para volver a ti misma, disfrutar lo que comes, honrar lo que sientes y abrirte a lo que viene. México tiene todo lo que necesitas para vivir tu viaje interior… sin tener que cruzar el océano.
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