Antes de que veas este nuevo trend de tu cóctel favorito en todas partes, lo puedes hacer en casa. Te contamos por qué el Aperol Spritz sabe aún mejor con St. Germain.
Es una realidad que, en una comida o evento social de día, nada sabe como un Aperol Spritz bien preparado. Ya sea que el primer trago, amargo y dulce al mismo tiempo, te transporte al verano; o que la chispa easy-breezy y refrescante del Prosecco en la lengua te haga sentir tan cool como Florence Pugh vestida de morado en el video que se hizo viral: una copa fría color naranja brillante en mano es la mejor idea para la transición relajada de un día soleado hacia la noche.
Y no, no nos importa que technically speaking el Spritz es un aperitivo (o sea, se toma antes de una comida para abrir el apetito), prueba de ello fue cuando tuvo unos de sus peaks en la década de los 1990 como el cóctel de “todos los días después del trabajo”, debido a su bajo contenido de alcohol.
Y es que, el encanto de esta bebida —cuyo ingrediente de Prosecco contiene sustancias químicas vegetales cargadas de propiedades antioxidantes que ayudan a reducir la presión arterial y mejorar la circulación (just saying)— hace que se convierta en un clásico: el drink del momento, para todo el año, antes y después de la comida, para disfrutar del atardecer (y si se puede, en un setting tan instagrameable como el que aparece en Talented Mr. Ripley).
Así que si eres como todos nosotros y no existe el concepto de “demasiado Aperol Spritz” en tu vocabulario, este nuevo twist será tu mejor forma de reinventar un clásico y no fallar en el intento. Pero primero, un dato curioso.
Los italianos no inventaron el Spritz
Todo comenzó hace 200 años con un par de soldados austrohúngaros y una botella de vino —en efecto italiano— demasiado fuerte y amargo. Es aquí donde aparece nuestro fun fact: el concepto de Spritz nació cuando los germanohablantes decidieron diluir su trago con un chorrito de agua: un “spritz”.
Pimero fue agua natural, pero después todo evolucionó ingrediente por ingrediente: agua con gas en el S. XIX, licores amargos medicinales que pasaron a ser refrescos, la brillante idea de Prosecco y el resto fue historia.
¿Y por qué es importante saber esto?
Mientras siglos atrás en una Antigua Grecia se mezclaba el vino con agua como un código de conducta; los romanos inventaban los cócteles diluidos con pétalos de rosa, miel, hierbas, especias o semillas y los austrohúngaros solucionaban el mundo con un “spritz”; lo que nos queda claro es que este fenómeno cultural sabor a naranja es el resultado de una historia de experimentación. Hoy en día, hasta en Italia se bebe de mil formas, según la región… y para los fanáticos distinguidos, existen libros completos de recetas sobre este icónico aperitivo.
El ingrediente secreto del Aperol Spritz es el St. Germain
Ahora, la parte que ha estado esperando, un twist sencillo aunque muy poderoso: St. Germain, un licor de Edelflower (hecho con las florecitas blancas del saúco).
Aunque amamos este cóctel as it is, a diferencia de los romanos o austrohúngaros, nosotros no rebajamos nuestro drink, sino escalamos nuestro Spritz. Antes de que veas este nuevo trend en todas partes, lo puedes hacer fácilmente en casa.
Ingredientes (en orden para servir):
- 3 onzas de Prosecco
- 2 onzas de aperol
- 1 oz St. Germain
- 1 onza de agua de soda
Tip: Amamos el kit que puedes comprar de Aperol y Cinzano Pro Spritz juntos en una caja.
Preparación:
1. Llena una copa de vino grande o un vaso bajo con hielo.
2. Vierte todos los ingredientes sobre el hielo y revuelve.
Disfruta lo dulce, afrutado y floral confluyendo con la mezcla ideal y burbujeante sabor a cítricos bitter sweet y hierbas Aperol. ¿La nueva fórmula predilecta? Lo sabrás después de probarlo.
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