Es momento de despertar ese espíritu aventurero que tenemos, tomar una bicicleta y andar por la ciudad.
No solo vamos a sentir esa libertad sobre ruedas y la brisa en el pelo, sino que los beneficios son muchos y son tanto para tu cuero como para tu mente y el medio ambiente. Eso sí, ¡recuerda siempre usar casco! y revisar los reglamentos de tránsito para ciclistas en tu ciudad.
La bicicleta es tu nueva compañera de ciudad
Movimiento constante
Dile adiós al transporte sedentario, andar en bicicleta es el boleto para mantener nuestro cuerpo en constante movimiento. Muchas veces no nos da tiempo para ir al gimnasio o a alguna clase, por eso la bicicleta es ideal para que nuestro cuerpo esté en movimiento, no sólo vamos a hacer core, también van a trabajar nuestras piernas.
Así que la bicicleta puede convertirse en nuestro ejercicio y medio de transporte.
Estilo eco-friendly
Cero emisiones contaminantes y sólo good vibe para la tierra. Al usar bicicleta, las emisiones de gases de efecto invernadero van a reducir, por lo que se mantiene un equilibrio ecológico.
Además recordemos que también existe la contaminación sonora, y la bici también ayuda a esta, pues imagina que al andar en bici, en lugar de escuchar el ruido de los motores y el claxon, escucháramos el suave zumbido de bicicletas, tendríamos una ciudad mucho más silenciosa y relajante.
Explora la ciudad
Recorrer las calles de la ciudad en bicicleta es una experiencia totalmente diferente a los que conocemos, podemos llegar a callejones escondidos y dejarnos sorprender por los murales, parques pintorescos. Una increíble oportunidad para apreciar el arte en movimiento, podemos visitar cafés ocultos, y tenemos la libertad de poder pararnos cuando queramos para tomar una fotografía de algún paisaje, vista o algún rincón de la ciudad que nos está esperando para ser capturado.
Break del caos de la ciudad
Un super plus, es que puede servir para nuestra salud mental, porque al pedalear por la ciudad nuestra mente se aclara y relaja.
Puede ser nuestro momento zen, por un lado vamos a tener una desconexión digital, no hay notificaciones ni distracciones electrónicas, solo tú y el camino. Y por el otro lado nos olvidamos del estrés del tráfico y estimulamos la liberación de endorfinas. Pedaleando, no solo reducimos el estrés, ¡sino que también elevamos nuestro estado de ánimo!
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