Esta es la razón por la que amamos la película Secretos de un escándalo
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Esta es la razón por la que amamos la película Secretos de un escándalo

Quizá a primera vista lo más llamativo de May December (Secretos de un escándalo) (2023), la nueva película de Todd Haynes, protagonizada por Natalie Portman y Juliane Moore, sea que está basada en un hecho real. Sin embargo, conviene dejar de lado ese dato de trivia para observar con detalle una construcción de guion que muestra a personajes vacilar entre la posición de víctimas o victimarios, con actitudes inocentes que esconden dobles intenciones. 

De qué se trata Secretos de un escándalo

Elizabeth Berry (Natalie Portman) es una actriz que visita durante unos días a Gracie Atherton-Yoo (Juliane Moore) para conocerla y poder interpretarla en una película, pues años atrás protagonizó un escándalo al comenzar una relación con un niño de 13 años que conoció en una tienda de mascotas en la que ambos trabajaban. 

El hecho fue tan grande y mediático que ella fue a la cárcel durante algunos años en los que continuó su relación con él. Ahora, sus hijos tienen 18 años y están a punto de ir a la universidad.

La película de Todd Haynes no busca recrear los hechos, para eso ya existe una versión del 2000 llamada All American Girl: La Historia de Mary Kay Letourneau; tampoco busca ser una película didáctica con una postura en contra o favor cargada de moralidad sobre la relación entre una adulta y un menor de edad.

 Todd Haynes pudo haber seguido esos caminos, sin embargo, su cinta toma el hecho como un punto de partida para explotar los límites que existen cuando se atraviesa el deseo y las dinámicas de poder en las relaciones “May December” (expresión para referirse a las parejas con una amplia diferencia de edad), y así crear personajes con múltiples capas, tanto contradictorias como aparentemente indescifrables. El ejercicio resulta en una cinta donde ningún diálogo, ninguna acción o pasatiempo es gratuito. 

La situación planteada, por sí misma parece estremecedora, el director lo tiene claro y contrapone la percepción del público con la percepción de la protagonista sobre dónde reside lo condenable. 

En una de las primeras secuencias, se escucha la inquietante música de Michel Legrand, perteneciente a la película The Go Between (1971), en una escena que parece irrelevante: cuando Gracie abre el refri y se da cuenta de que no hay suficientes hot dogs. Para ella, la idea de la atrocidad reside en esas cosas mundanas, sin alcanzar a ser consciente de la magnitud de sus propios actos, ya sea los del pasado o los de su vida actual. El uso de la música también está ahí para demostrar que en May December las reacciones no serán las esperadas.  

Acto seguido, recibe un paquete que contiene excremento, probablemente de parte de alguno de sus vecinos. La pareja, habituada a recibirlos, se deshace con pericia de ella, dejando ver que Gracie es alguien que literalmente lidia con la basura sin ningún remordimiento. 

secretos de un escándalo

Ver más allá

Haynes va dejando claves para descifrar a sus personajes en todo momento. Para entender la dinámica de Gracie y su ahora esposo Joe (Charles Melton), basta con echar un vistazo a sus pasatiempos: ella es cazadora, mientras que él se dedica a criar mariposas, acompañarlas durante su maduración hasta que sean capaces de irse una vez les surgen alas. 

Joe no tuvo tiempo de ser adolescente, tampoco de madurar; es su propio hijo quien le enseña a fumar por primera vez, de la misma forma que lo vemos comiendo una hamburguesa en un lugar elegante donde los adultos toman vino y piden otros platillos.

Grace, por su parte, se muestra frágil ante Joe cuando los vecinos se niegan a comprarle sus pasteles, fruto de la mala fama que la condena, solo para, en escenas posteriores, regañarlo como a un hijo o reclamarle que mientras ella siempre estuvo con su anterior esposo, él tuvo más novias a su corta edad. Su capacidad para manipular también se muestra cuando, con un comentario disfrazado de cumplido, convence a su hija de usar el vestido que ella quiere. 

Así, las grietas en el matrimonio se revelan gracias a las provocadoras preguntas de Elizabeth, quien en principio se muestra inocente, pero poco a poco va retando a la propia Grace con quien comienza a mimetizarse en un juego de espejismos, no solo para ellas, sino también para el espectador.

Sin embargo, de esos espejismos Elizabeth misma es víctima, así lo expone cuando cuenta que los límites entre realidad y ficción suelen desdibujarse para ella. En una visita al colegio de Honor, la hija de Grace, un estudiante le pregunta cómo filman las escenas de sexo, ella responde que hay un momento en que empieza a perder la noción entre estar actuando o no, “piensas si estás fingiendo que lo disfrutas o si estás fingiendo que no”. Para la actriz el mayor placer está en lograr su interpretación, sin importar el grado de imitación en el que cae. 

Las ironías y contradicciones de los personajes podrían pasar inadvertidas para quien busque encasillarlos en buenos o malos. May December es, en ese sentido, una cinta perversa pero exquisita de descifrar. Puede ser que, al final de todo, Gracie es mejor actriz que la propia Elizabeth. 

Por Grecia Juárez

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