El 14 de noviembre, Taylor Swift publicó a través de varias redes sociales un llamado SOS para sus fans y otras celebridades para denunciar a Scooter Braun y a Scott Borchetta por sus acciones y hoy por fin se ha dado un resultado favorable, Go Team Taylor!
En este post, Taylor describió básicamente la pelea entre Big Machine y su equipo desde que se anunció la compra de sus primeros 6 discos por $300 millones. De acuerdo con Swift, está viviendo su peor pesadilla pues Scooter Braun, el representante musical de varios artistas entre ellos Justin Bieber y Ariana Grande, contribuyó a molestar a la cantante durante años y ahora es dueño de su música.
Reveló varias sorpresas: durante los American Music Awards recibirá el premio por Mejor Artista de la Década, (convirtiéndose en la primera mujer en ganarlo) y además, un documental para Netflix que ha seguido sus pasos durante dos años. Sin embargo, Big Machine no cedía para darle permiso a Swift de utilizar su música para estos proyectos, manteniendo que si cantaba sus canciones anteriores en el escenario de los AMW sería como regrabar sus canciones.
El acuerdo era que Taylor podría volver a grabar sus masters hasta el próximo año, sin embargo el permiso de utilizarlas para los premios y en la plataforma de streaming solo se quería dar, si ella promete no volver a grabar sus antiguos álbumes, cosa que por supuesto Swift no quiere hacer, tal y como revela en sus redes sociales.
Ante esta batalla, la cantante recurrió a la ayuda de sus fans y de otras celebrities, las respuestas de Selena Gomez, Gigi Hadid, Elizabeth Warren y Cher con el hashtag #IStandWithTaylor pareció funcionar. Finalmente Big Machine ha cedido y declaró que la cantante no necesitaba el permiso de ellos inicialmente para cantar en vivo, como en toda historia siempre hay dos versiones.
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