Parece que la fiebre que dejó nuestro novio del Upside Down, Eddie Munson, fue tan grande que el personaje de la 4ta temporada de Stranger Things salvó al actor que le da vida, Joseph Quinn en un aeropuerto de Estados Unidos.
Durante su aparición en The Tonight Show, el actor británico le comentó a Jimmy Fallon que tuvo un problema con el departamento de Migración luego de que la situación se tensara un poco al realizarle las preguntas de rutina y que estuvo a punto de perderse la entrevista.
“Casi no lo logro, me llevaron a, supongo que podrías llamarlo más una mazmorra. Y me pidieron que esperara allí durante unos 20 minutos y luego me llamaron a este escritorio donde alguien me preguntó: ‘¿Qué está haciendo en los Estados Unidos, señor?’ Le dije: ‘En realidad estoy aquí para reunirme con Jimmy Fallon en ‘The Tonight Show’. Y no me creyó”. comentó el actor.
La popularidad de Eddie Munson salvó a Joseph Quinn
No fue hasta que un segundo oficial (mega fan de Stranger Things) de inmigración reconoció a Joseph Quinn como el líder del Hellfire Club, nuestro adorado Eddie Munson, y entonces se le permitió al actor ingresar al país.
Lo más cool no es solo que lo reconociera, sino la reacción del segundo oficial de inmigración, que de acuerdo con Joseph Quinn fue más o menos así:
“Uno de sus colegas lo miró, me miró a mí y dijo: ‘¡Deja a Eddie en paz!’ y luegose dirigió a su colega y dijo: ‘Es Eddie de Stranger Things‘. A lo que el otro oficial respondió incrédulo: ‘¿Eres Eddie Munson?'”
Lamentablemente, ni el oficial pudo sacarle la verdad a Joseph sobre si Eddie regresará la siguiente temporada.
Durante la entrevista, el actor reveló que aunque Eddie tuvo una aceptación espectacular entre el público, no todo había sido miel sobre ojuelas para él, pues tener que actuar con un acento estadounidense le ha causado ataques de pánico
También contó que, gran parte del peso se fue luego de una plática con Joe Keery, quien interpreta a Steve:
“Estaba hablando con Joe Keery y en un momento estaba tan metido en eso”, dijo Quinn, “y me dijo: ‘Amigo, no puedo salvarte, pero te prometo que todo estará bien'”.
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