La piel puede pasar por muchos cambios, pero cuanto más crecemos, más confusos son. Quizá esperamos que en la adolescencia nuestro cutis sea graso, pero tener la piel seca, y que luego cambie a grasa o tener la piel grasa y seca al mismo tiempo puede convertir la rutina de skincare de cualquier persona en un campo minado. Después de todo, lo que funciona para la piel seca a veces puede empeorar la piel grasa, y viceversa.
La realidad es que la piel es susceptible a los cambios debido a una serie de factores, incluidos los cambios ambientales y hormonales, te contamos cómo puedes identificar y tratar los cambios en tu tipo de piel.
¿Cómo puede cambiar tu tipo de piel?
Tu tipo de piel puede cambiar con el tiempo debido a factores ambientales como, la edad, hormonas y otros problemas relacionados con la salud transformándose de grasa a seca, una combinación de ambas o simplemente aumentando tu sensibilidad.
Además, el órgano más grande de nuestro cuerpo es susceptible a los cambios que hacemos en nuestros medicamentos, niveles de estrés y dieta. Acá te contamos cómo puedes descubrir los factores que están alterando tu piel.
Si tu piel es más grasa, es probable que sea un tema hormonal
A veces, nuestra piel puede estar seca y de repente empezar a producir más grasa, esto es porque los cambios pueden intensificarse por las fluctuaciones de nuestras hormonas.
Los cambios en las hormonas como el cortisol (hormona del estrés) y los andrógenos suprarrenales (hormonas sexuales masculinas) pueden causar cambios en las glándulas sebáceas que pueden causar un aumento en la producción de sebo, haciendo que la piel se vuelva grasa.
Puedes tener la piel grasa y seca al mismo tiempo
A este tipo de piel, la conocemos como piel mixta. Por ejemplo, muchas personas pueden tener una zona T grasosa mientras el resto de la cara está seca.
Otra forma en que se muestra la piel mixta, es si tienes la piel deshidratada y grasa al mismo tiempo por lo que es importante hidratarse durante el día para mantener la piel hidratada de forma natural. Y claro, usando productos que añadan hidratación a la piel.
Tu skincare podría estar haciendo más daño que bien
Ya que nuestra piel cambia con el paso de los años, si eres de las personas que sigue la misma rutina desde el inicio de los tiempos, te tenemos malas noticia: los productos que siempre te han servido podrían comenzar a perder su efectividad ante los cambios inevitables en nuestra piel. Cuando esto sucede, es hora de reevaluar el cuidado de la piel y hacer los ajustes necesarios.
Usar los productos equivocados para tu tipo de piel puede tener efectos negativos llevándote a perder el equilibrio del pH de tu piel. Por ejemplo, el uso de una rutina de skincare diseñada específicamente para la piel seca funciona mientras la piel está seca. Pero si tu piel se vuelve más grasa, es probable que esta rutina cause poros obstruidos y brotes posteriores.
Tu tipo de piel puede cambiar de nuevo
Que tu piel se vuelva grasa una vez no significa que no vuelva a revertirse. Como te contábamos, una serie de factores influyen en nuestro tipo de piel, y no siempre es fácil predecir lo que va a suceder, por lo que necesitamos aprender lo que necesita ahora mientras está en movimiento.
El primer paso es armar una rutina de skincare. Es importante saber qué productos usar y el orden en que deben usarse, por lo que te recomendamos acudir con un profesional de cuidado de la piel para que te aconseje lo mejor para tu tipo de piel y sus posibles cambios.
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