Skinfluencers y el riesgo de seguir todos sus consejos en línea
Beauty

Skinfluencers y el riesgo de seguir todos sus consejos en línea

Un día te despertaste y el maquillaje ya no era el protagonista de tu feed. En su lugar, aparecen rutinas de skincare grabadas con luz natural, pieles sin una gota de base, y videos que arrancan con un “esto no es publicidad, de verdad me cambió la piel”. Las skinfluencers llegaron silenciosamente, toalla en la cabeza, sérum en mano y con la promesa de enseñarte a cuidar tu cara como si tuvieras una dermatóloga en casa.

Estas nuevas celebridades del skincare dominan TikTok y YouTube con rutinas de mañana y noche, videos que diseccionan ingredientes como si fueran químicas profesionales y reseñas de productos con más honestidad (aparente) que cualquier beauty brand. Ya no basta con una piel bonita: hay que saber de niacinamida, bakuchiol y SPF de amplio espectro.

El mensaje suena fresco y saludable: cuidar la piel, no cubrirla. Pero en medio de esta revolución que se siente más wellness que beauty, vale la pena preguntarse: ¿estamos confiando demasiado en influencers con cero formación médica?

El skincare se volvió entretenimiento (y negocio)

Hay que reconocerlo: las skinfluencers hicieron del cuidado de la piel algo aspiracional. Las marcas lo saben y están felices de ponerles sus productos en bandeja de plata. Muchas de ellas generan ingresos enormes y colaboran con laboratorios como si fueran consultoras de formulación.

Pero aunque muchas comparten experiencias útiles y genuinas, otras tantas promueven tendencias sin sustento médico. Desde exfoliarse con café molido hasta rutinas de belleza que llevan más de dos o tres activos en sus productos, el universo del skincare DIY ha llegado a extremos peligrosos para tu piel. 

Video Recomendado

No todo lo viral es verdad

Según una encuesta de Luvly, el 95% de las mujeres confía en influencers para consejos de belleza. Pero casi el 40% ha tenido algún problema en la piel tras seguir sus recomendaciones. Muchas veces se trata de reacciones por ingredientes mal combinados, alergias no detectadas o, simplemente, productos que no son para su tipo de piel. Porque sí: lo que le funciona a una skinfluencer con luz perfecta y cámara de última generación, no necesariamente le funcionará a ti.

Además, no olvidemos que muchas de estas reseñas no son del todo imparciales. Hay contratos, pagos y patrocinios detrás. Por eso, antes de comprar ese nuevo suero de moda, conviene revisar la etiqueta… y consultar a alguien con bata blanca, no sólo con muchos seguidores.

¿Entonces ya no seguimos a nadie?

Tampoco se trata de cancelar a las skinfluencers. Muchas son entretenidas, creativas y tienen recomendaciones valiosas. El truco está en consumir su contenido con criterio: usarlo como inspiración, no como diagnóstico. Si tienes dudas reales sobre tu piel, lo mejor sigue siendo acudir con un dermatólogo. La piel es el órgano más grande del cuerpo, no un lienzo para experimentar cada tendencia viral.

Porque sí, es increíble buscar el glow, pero no a costa de terminar con brotes, manchas o sensibilidad crónica. Solo recuerda que el skincare no es una carrera de likes. Cuida tu piel, pero también cuida de dónde tomas el consejo.

El glow real empieza con información real.

Explora más en: Instyle.mx