Hay momentos en los que la piel simplemente pide una pausa porque entre el estrés, el clima y los cambios de rutina puede sentirse apagada o reactiva, algo que es completamente normal. Hacer un skin reset se convierte entonces en una forma de devolverle equilibrio con productos concentrados que reparan, hidratan y renuevan su textura para que recupere su brillo natural. No se trata de empezar de cero, sino de reconectarla con lo que realmente necesita para volver a sentirse sana.

¿Qué es un skin reset y para qué sirve?
Un skin reset es una pausa consciente en tu rutina de cuidado para que la piel pueda recuperarse del cansancio, los cambios de clima o la saturación de productos activos.
No se trata de suspender todos los pasos, sino de simplificar para enfocarte en lo esencial como limpieza suave, reparación e hidratación profunda. Este enfoque ayuda a fortalecer la barrera cutánea, equilibrar el pH y devolverle a la piel su aspecto más luminoso.
Si tu piel se siente tirante incluso después de aplicar crema, si se ve apagada, presenta sensibilidad o enrojecimiento, o si el maquillaje ya no se asienta bien, es probable que esté pidiendo una pausa. También puedes hacerlo cuando atraviesas etapas de mucho estrés o después de un viaje en el que tu piel estuvo expuesta a diferentes ambientes. Son señales de que la barrera necesita repararse para volver a equilibrarse.
¿Cada cuánto deberías hacerlo?
Un skin reset puede durar de tres a siete días, dependiendo de las necesidades de tu piel, y conviene hacerlo una vez al mes o en esos momentos en los que simplemente no se siente bien. Es una práctica flexible que busca restaurar, no exigir, y que permite que la piel respire antes de volver a rutinas más complejas.
¿Cómo hacerlo paso a paso?
El skin reset funciona mejor como un ritual nocturno, cuando la piel puede repararse sin interferencias externas. Empieza con un limpiador suave que elimine las impurezas sin alterar la barrera natural. Este paso es fundamental porque una limpieza agresiva puede agravar la resequedad o la irritación. El Toleriane Hydrating Gentle Cleanser de La Roche-Posay es una gran opción para esta etapa, ya que limpia con surfactantes suaves, no contiene fragancia y ayuda a conservar las ceramidas naturales de la piel.

Después del limpiador, el segundo paso es la mascarilla. Aquí puedes elegir una que actúe como tratamiento intensivo que aporte hidratación y firmeza al mismo tiempo. La Mascarilla Filler Jeunesse B21 Extraordinaire de Orlane encaja perfecto gracias a su fórmula con 21 aminoácidos derivados de las células madre del lirio pálido, que revitalizan y redensifican la piel.
Para aprovechar al máximo sus beneficios, se recomienda aplicarla sobre la piel completamente limpia y seca, dejarla actuar durante unos quince minutos y después masajear suavemente el excedente en rostro y cuello o retirarlo con un algodón húmedo. Este tipo de textura cremosa actúa como una dosis de descanso inmediato, ideal para incluir dos o tres veces por semana dentro del proceso de recuperación.

El tercer paso es sellar la hidratación con un suero que fortalezca la barrera y mantenga el confort durante el día siguiente. El Sensibio Defensive Serum de Bioderma cumple justo esa función con su fórmula de ácido hialurónico y tecnología que ayuda a la piel a defenderse del estrés ambiental. Su textura ligera hidrata, suaviza líneas finas y devuelve luminosidad sin causar irritación, convirtiéndose en el cierre perfecto del ritual nocturno.

Durante el día, la rutina se mantiene simple para no saturar la piel. Después de limpiar con suavidad por la mañana, aplica nuevamente el mismo suero y finaliza con un protector solar ligero que selle la hidratación y proteja frente a los rayos UV. No hace falta añadir más pasos; la idea es que la piel descanse, respire y conserve lo que logró durante la noche.
¿Qué pasa después del skin reset?
Cuando termines esta etapa, tu piel debería sentirse más estable, hidratada y con mejor textura. A partir de ahí puedes volver a integrar tus activos como exfoliantes o retinoides, siempre de forma gradual y solo si han sido recomendados por tu dermatólogo. Es importante hacerlo poco a poco para no alterar nuevamente la barrera ni perder el equilibrio que lograste. El skin reset no es una solución de emergencia, sino una práctica que ayuda a reconectar con tu piel, entender sus tiempos y recordarle que también necesita descansar para seguir viéndose bien.
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