Por años, hemos culpado a Mercurio retrógrado de todo lo que sale mal desde mensajes de texto sin respuesta, reuniones canceladas de último minuto, exes reapareciendo como si nada, computadoras que se congelan sin explicación… y ahora, también, de granitos inesperados, ojeras más intensas y piel sin vida. ¿Estamos exagerando? Tal vez. ¿Es la excusa perfecta para darle un giro místico a tu rutina de skincare? Absolutamente.
Aunque para muchas suene a pseudociencia, lo cierto es que cada vez más personas están relacionando su piel con el caos cósmico. ¿Y si los planetas no sólo están afectando tu estado de ánimo o tu ex que regresó, sino también el estado de tu cutis?
El estrés cósmico es real (y tu piel lo sabe)
Mercurio retrógrado ocurre varias veces al año y, según la astrología, es un momento en el que la energía del planeta, relacionado con la comunicación, los viajes y la tecnología, se invierte. Osea empezamos a vivir fallas inesperadas, caos generalizado y mucho, mucho estrés.
Ese mismo estrés, por si fuera poco, puede ser el trigger perfecto para una cadena de reacciones que tu piel no tarda en reflejar. Desde brotes hormonales y piel opaca hasta inflamación, resequedad y falta de glow. La psicodermatología, una rama que estudia cómo las emociones impactan directamente en la piel, respalda esta conexión.
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Si el estrés sube los niveles de cortisol también, lo que puede debilitar la barrera cutánea, alterar la producción de sebo y desatar un breakout cuando menos te lo esperas. Y si ya de por sí estás lidiando con la carga emocional de Mercurio retrógrado (con todo lo que eso implica), sumar un mal día de piel a la ecuación puede sentirse como el colmo cósmico.

Skincare + astrología
Lejos de entrar en pánico, muchas beauty lovers están viendo estos momentos como una oportunidad para reconectar con su rutina desde un lugar más consciente. En lugar de pelear con los planetas, ¿por qué no usarlos a tu favor?
Hasta algunas expertas en mindfulness y astrología están empezando a sincronizar sus productos con los ciclos lunares.
Durante la luna nueva, que se asocia con los nuevos comienzos, es el momento ideal para hacer una limpieza profunda, exfoliar la piel o por fin probar ese suero nuevo que lleva semanas esperando en tu tocador. En la luna llena, cuando todo se intensifica (incluidos los resultados de tu rutina), es buena idea apostar por sueros con activos potentes y mascarillas hidratantes que potencien el glow natural de la piel.
Incluso algunas marcas han comenzado a lanzar productos pensados para usarse durante el ciclo lunar completo, como tratamientos divididos en fases que buscan acompañar los ritmos naturales de la piel… y del universo.

¿Magia o mercadotecnia? A veces no importa
Es cierto que no hay evidencia científica concreta que relacione los movimientos de los planetas con la aparición de granitos. Pero lo que sí sabemos es que el estrés tiene un efecto directo en el cuerpo y la piel es el órgano que más lo delata. Así que si Mercurio retrógrado representa para ti una temporada de tensión y caos, es totalmente válido que lo reflejes… o que lo uses como pretexto para cuidarte más.
Porque al final del día, el skincare también puede ser un ritual emocional, una pausa entre el ruido para reconectar contigo. Y si eso significa ajustar tu rutina según la luna llena o evitar depilarte cuando Venus está en retroceso, adelante. A veces no se trata de que sea científicamente exacto, sino de que te funcione, te dé paz y, con suerte, una piel más luminosa.
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