Un viaje que se queda contigo…Ya pasaron días y, así como cuando ves una película que no te puedes sacar de la cabeza y empiezas a encontrarle cien significados, sigo pensando en nuestra estadía en Grand Velas Riviera Nayarit para el Mexology Fest.
Algo de ese viaje se quedó dando vueltas: las mañanas luminosas que terminaban en atardeceres rosa, el café recién hecho en la terraza de la suite mientras leía con vista al mar, la arena tibia, el sol suave y la alberca infinita que te obliga a bajar el ritmo. Y claro… muchos cócteles.
Fuimos a este festival de mixología sin imaginar que terminaríamos redescubriendo lo que significan la creatividad, la hospitalidad y la historia detrás de los destilados mexas cuando están en manos de mentes verdaderamente ingeniosas.


¿Qué es el Mexology Fest?
Una vez al año, Saeed “Hawk” House (@cocktailsbyhawk), como Santa Claus del drink, reúne sus mejores recetas y convoca a bartenders de otro nivel para crear cócteles de otro planeta. He served, literalmente.


Con la ayuda de la mixóloga Bad Birdy y su receta de tepache, Hawk preparó un cóctel con tequila reposado, Licor 43, jarabe de piña, limón y un top de tepache que fue una locura. Hawk no solo es bartender: también es muy visual. Su amor por la fotografía lo llevó a crear “Cocktails By Hawk” y terminar en la lista de Food & Wine de los “20 Black Mixologists You Need On Your Radar”.
Radar activado.
Junto con él estuvo Jabin Troth, fundador de Licensed to Distill, la comunidad de coctelería artesanal más grande del mundo; y por supuesto Limantour, el bar que ha redefinido la coctelería y posicionado a México en el mapa global, reconocido entre The World’s 50 Best Bars desde 2014.
Este año, la tercera edición del festival dejó claro que Mexology no es un simple evento: es un laboratorio. El papá de las Chicas Superpoderosas estaría orgulloso: crearon la Sustancia X. La ciencia, la gastronomía y el talento se mezclaron para contar la historia de México a través de sus bebidas.

Nuestra experiencia (con datos que no sabíamos que necesitábamos)
Probamos el mejor drink clarificado de pumpkin spice que existe, cortesía de Tequila Tromba x Dennis Zarzoza (@the_blacktender) en el Koi Bar Takeover. No sabíamos que un cóctel clarificado puede tardar días: primero se mezcla con leche o gelificante, se deja reposar para que “cuaje” y capture impurezas, y luego se filtra lentamente hasta volverse cristalino. Es coctelería, pero también alquimia científica.
También convertimos chile ancho en un cóctel inesperadamente elegante con Campari – Ancho Reyes. Descubrimos Tepache Sazón, que honestamente nos voló la cabeza, y nos tomamos una de sus latitas junto a la infinity pool escuchando la nueva canción de Rosalía. *Berghain on repeat*.
Hicimos tortugas con técnica wixárika mientras catábamos tequila Real de Ixtlán en el octavo piso del hotel (que, honestamente, si ganamos la lotería, rentaríamos por una semana). Ahí aprendimos que más del 75% del agave del mundo crece de forma endémica en México; que el tequila solo puede nacer en cinco regiones; que el mezcal vive en once estados, con Oaxaca como su corazón espiritual; y que la raicilla es un tesoro serrano que aún se destila como antes: hornos de piedra, ollas de barro, agave silvestre y alambiques que pasan de generación en generación.
Luego creamos nuestro propio martini con Limantour, donde por primera vez probamos la raicilla. La raicilla es un licor de agave artesanal del suroeste de Jalisco, más rústico, más ancestral y más silvestre que el tequila. Cada actividad fue acercándonos, paso a paso, a la historia, la técnica y las posibilidades del agave.
El cierre perfecto
Al atardecer, en el gazebo, llegó el debut y despedida de todxs lxs participantes: la gran fiesta final. Una noche divertida, caótica y deliciosa en la que, sí, probamos cada uno de los cocteles que ofrecieron los hosts. Es que era imposible no hacerlo.
Las marcas que probamos —Tromba, Volcán, Ancho Reyes, Distrito 20, Tepache Sazón, Real de Ixtlán y Reserva del Ciervo— dejaron de ser etiquetas para convertirse en experiencias. Cada una con personalidad propia, con autenticidad, con historia detrás.
Cuando todo termina, te llevas algo más que fotos: te quedas con la sensación de haber probado un pedacito de México en su forma más pura. Hawk lo dijo perfecto: “As we close our third edition at Grand Velas Riviera Nayarit, our hearts are full of gratitude.” Cada año se vuelve más grande, más emocionante y más inolvidable.
Recomendaciones si visitas Grand Velas Nayarit
No te pierdas las cenas en Sen Lin. El chef Carlos Solís domina la cocina asiática y su sopa miso es, de verdad, de las mejores de mi vida. Tampoco te pierdas Frida y Lucca. En Frida, la chef Abigahi Pérez Rojas ofrece cocina mexicana con aromas, colores y técnicas impecables, y en Lucca, la lasaña fue inolvidable.
En la alberca, pide las quesadillas con guacamole y el burrito de camarones. Y recuerda que hay room service 24 horas: papas a la francesa a la una de la mañana, ensalada César y un martini sucio con extra aceitunas. Porque all inclusive es all inclusive.
El hotel también tiene yoga en la playa, fogatas, spas, torneos de ping pong, cartas y muchísimas actividades para niños, incluida una zona de mini camastros solo para ellos. Venir aquí es garantía de no preocuparte por nada, más que por ponerte bloqueador.
La conclusión…No vamos a hacer gatekeeping. Este lugar es una joya. Y sí, definitivamente vamos a regresar para volver a sentirnos como princesas.
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