Por siglos, nadie ha podido decir con certeza qué fue de uno de los collares más famosos de la historia, el icónico collar “B” colgando del cuello de Ana Bolena, la reina que cambió para siempre el curso de Inglaterra… y de la moda.
Aunque hoy usar tu inicial en joyería parezca una moda muy actual, esta costumbre tiene raíces profundas que se remontan a la Inglaterra del siglo XVI, cuando Ana Bolena cambió para siempre la historia y la joyería. Desde su influencia en la corte de Enrique VIII hasta las pasarelas de Balenciaga y el cuello de Bella Hadid, el inicialismo joyero lleva una historia cargada de drama, poder y estilo. Pero, ¿qué fue de esa joya real que logró sobrevivir a traiciones, decapitaciones y hasta el intento de borrarla de la historia?

El collar que ni el tiempo pudo borrar
Aunque Enrique VIII ordenó destruir todos los retratos de Ana tras mandarla a ejecutar en 1536, uno logró escapar. Y en ese cuadro, hoy colgado en la National Portrait Gallery de Londres, aparece la reina con un vestido bordado, perlas colgando de su cuello y, claro, el inconfundible dije dorado con la letra “B”. Esa imagen ha sido el blueprint de todas las representaciones modernas desde Natalie Dormer a Natalie Portman, todas han llevado su propia versión del collar para interpretar a la reina.
El detalle que hace irresistible este accesorio no es sólo su belleza sino su simbolismo. En una época donde la joyería hablaba por ti, la letra “B” era una declaración de identidad, linaje y presencia. Algunos creen que fue heredada por Elizabeth I, otros aseguran que las perlas terminaron engastadas en la Corona del Estado Imperial. ¿La realidad? Nadie lo sabe con certeza. Pero eso no ha impedido que el misterio crezca.
Video Recomendado
De Ana Bolena a Hailey Bieber
Lo que empezó como una insignia real se convirtió en una tendencia joyera que nunca desapareció. Desde el collar con la “D” de Lady Di hasta las versiones modernas de Balenciaga y Chloé, los collares con iniciales han encontrado nueva vida en el clóset de la Gen Z. Bella Hadid revive el espíritu de Anne Boleyn luciendo una réplica del famoso “B”.


Y, por supuesto, Hailey Bieber adoptó la tendencia y la hizo suya, llevando un collar puffy con un colgante “B” diseñado por Alex Moss, un básico en su día a día que rinde homenaje tanto al apellido de su esposo, Bieber, como al suyo, Baldwin. Ahora, Hailey usa ese mismo estilo para celebrar a su bebé, Jack Blues Bieber.
Tu inicial es más que un accesorio
Lo que hace eterno al collar no es sólo su historia, sino su significado. ¿Era un símbolo de amor propio? ¿Una declaración política? ¿Un gesto de resistencia? Ana también usó collares con las letras “H-A” para marcar su relación con Enrique, algo que en su tiempo estaba reservado a quienes podían pagar por personalizar su imagen. En otras palabras, las iniciales eran el símbolo de estatus del siglo XVI.
Hoy, las versiones modernas, desde las delicadas piezas en oro hasta los collares llamativos con cadenas gruesas, siguen siendo símbolos de identidad. Como en el caso de Hailey, que honra tanto el apellido Bieber como el suyo propio. Y en el caso de Ana Bolena, hay una ironía oscura pero poética: su legado más icónico es justo ese accesorio que adornaba el cuello que, finalmente, perdió.
Explora más en: Instyle.mx