Desde que Millie Bobby Brown hizo su salto al estrellato como Eleven en Stranger Things, su carrera comenzó a despegar en la industria posicionándose como la promesa de Hollywood y nos ha contado mucho de su vida, pero lo que no sabíamos su nombre verdadero.
Al estar en el ojo público desde que era una niña, Millie ha sido objeto de críticas por el simple hecho de crecer y por esta razón se ha mantenido más firme que nunca en mostrar su lado más auténtico a pesar de los comentarios negativos. La actriz ha sido objeto de críticas por su aspecto físico, pero esto no ha sido obstáculo para que Millie mantenga ese carisma tan único en las ruedas de prensa. Recientemente reveló en una entrevista su verdadero nombre, siendo un recordatorio de que incluso los famosos tienen una historia más allá de los reflectores.
La inesperada entrevista que reveló el secreto mejor guardado de Millie
Millie se encuentra promocionando su nueva película, Electric State, una producción de Netflix que promete sumergirte en una aventura inolvidable, además que Millie compartirá pantalla con Chris Pratt.
En uno de sus recientes destinos, Millie y Chris le dieron una entrevista a Buzzfeed UK, donde la actriz declaró que su nombre verdadero era Millie Bonnie Brown y aunque la elección de “Bobby” sobre “Bonnie” puede parecer trivial, en una industria donde la imagen lo es todo, los nombres son el principio para convertirte en una estrella.
Millie no sabía esto desde un principio, ya que su decisión empezó como un cambio “por diversión” y terminó consolidándose como un sello personal en la industria del entretenimiento.
El peso de crecer en el ojo público
Millie ha hablado en varias ocasiones sobre el escrutinio constante al que ha estado sometida desde que saltó a la fama con Stranger Things, no por nada su más reciente publicación en Instagram lo dejó claro: “el mundo parece no querer que crezca”. La gente espera que siga siendo la niña de la primera temporada, y cuando eso no sucede, se convierte en blanco de críticas despiadadas sobre su apariencia, sus elecciones y su forma de expresarse.
“El hecho de que escritores adultos pasen su tiempo diseccionando mi rostro, mi cuerpo, mis elecciones, es perturbador”, escribió Millie en su declaración, y vaya que tiene razón.
¿Por qué es tan difícil que los medios acepten que una niña se convierta en mujer?
Hay una especie de nostalgia colectiva que se aferra a la imagen infantil de estas figuras públicas, porque al crecer toman el control de su narrativa y el rechazo de los medios es inmediato.
Millie también denunció cómo este tipo de acoso no solo proviene de trolls anónimos en redes sociales, sino de medios de comunicación establecidos: “Esto no es periodismo. Esto es acoso”, escribió en redes.
Lo que Millie pide no es un trato especial, sino algo que debería ser obvio: respeto, y no solo para ella, sino para todas las jóvenes que merecen crecer sin miedo a ser destrozadas por el simple hecho de crecer.
El mundo del entretenimiento tiene la oportunidad de evolucionar, de dejar de ver el crecimiento de una joven como un espectáculo y empezar a celebrarlo como un proceso natural. Millie Bobby Brown no es la misma niña de Stranger Things, y eso es algo bueno, crecer no debería ser una condena, sino una celebración.
Así que sí, su nombre real es Bonnie, no Bobby, pero eso es lo de menos porque lo que realmente importa es que Millie está tomando el control de su historia, y eso es algo que deberíamos aplaudir hoy en día.
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