“Necesitamos recibir la información (energía) correcta y biocompatible, y La Madre Tierra es nuestra base para esa información”, esto explica básicamente de lo que se trata el grounding: cada vez que entramos en contacto con la Tierra, recibimos la energía (y no me refiero a esto en sentido espiritual); “absorbemos” cargas eléctricas para equilibrar los sistemas que hacen que nuestro cuerpo funcione… Sí, pisar la Tierra tiene beneficios hasta para las células. Aquí te explicamos todo lo que hay que saber, lo que dice la ciencia y una experta del tema.
No es cliché: sí estamos hechos de energía
…de electrones, protones, neutrones, quarks y gluones (somos una colección de partículas). Y cuando nos enchufamos con la Tierra, nuestra energía se recarga y fluye. Esto no es una teoría espiritual, hablemos de ciencia pura: de corrientes eléctricas y volteos, de que todos los seres vivos funcionamos con impulsos y que la Tierra es el antiinflamatorio y antioxidante más potente que hay.
¿Por qué hablar de esto ahora? Seguramente tú también has vivido aislado de la Tierra, perdiendo la carga de potencial eléctrico y los electrones libres que el cuerpo utiliza para mantener su estabilidad eléctrica interna y normalizar el funcionamiento de todos los sistemas de regulación y autorreparación. Cuando cualquier parte del cuerpo entra en contacto directo, ecualiza su energía con la Tierra y recibe ese excedente de electrones que recarga y permite recuperar nuestro equilibrio.
Hace 150 años ya se hablaba de este fenómeno, pero apenas un genio curioso y su Earthing: The Most Important Health Discovery Ever?, dos décadas después y más de 20 estudios, han comprobado los beneficios para la salud de hacer tierra, la medicina desde tiempos inmemoriales.
Entonces, ¿el grounding es moda o ciencia? Más bien, lógica simple
Entre los siete tipos de energía que existen (química, térmica, eléctrica, etc.), hay una especial que enciende tu cuerpo: la electromagnética, la cual se propaga como una onda. Y aunque su nombre suene como una fuerza que no sale del salón de física, está en la radio, el celular o el microondas, pero también en la radiación solar, que llega a la superficie terrestre como luz y calor. Así es, la Madre Tierra está llena de volteos y nosotros, sus hijos, también. Los electrones (partículas con carga eléctrica negativa) son nuestro motor principal: la pila para que la célula produzca energía y haga su trabajo para actuar ante daños en nuestros tejidos o un crecimiento acelerado (prácticamente todo lo que causa falta de energía; pérdida de memoria, agilidad mental o respiración; inflamación, etc.).
“Todos los procesos biológicos implican impulsos eléctricos y toda la materia emite electromagnetismo. En los últimos 100 años, la ciencia se ha dedicado a dividir disciplinas, pero el mundo de la biología y la física están altamente relacionados. Una forma fácil de entenderlo es el pH: una escala de voltaje en un líquido. Un pH ácido equivale a un potencial eléctrico de carga. Los campos electromagnéticos están relacionados con los biorritmos del cuerpo, ritmos circadianos, estacionales, lunares, entre otros. Es difícil explicar estos conceptos en pocas palabras, pero a grandes rasgos, recibir la información eléctrica y electromagnética correcta es la diferencia entre estar inflamado y estar sano. Así de simple”, comparte Katerina Brzovic, especialista en bioelectricidad y fundadora de Contacto Tierra.
El grounding entró a su vida por pura casualidad cuando en 2020 vivía en Francia, durante un proceso de investigación sobre lo que ocurría con el planeta. “Me topé con un documental llamado The Earthing Movie (que recomiendo a todos), jurando que era sobre terrícolas. Nunca había escuchado hablar sobre el grounding. Ahí fue cuando me explotó la cabeza. ¡No podía creer que información tan simple y valiosa no estuviera al alcance de todos! Que no nos enseñaran esto en el colegio, por ejemplo”.
Para hacer grounding en el jardín, con tierra, piedras, arena (no sirve nada más andar des-calzo en madera o un piso flotante), la humedad alta y temperatura media (primavera y otoño) favorecen la carga de energía. Es por ello que la costa es el “mero mole”, donde hay más electrones en el aire, energía solar, sal y minerales que ayudan a la conducción. Pero lejos del sueño tropical, existe otra solución. ¿Yoga mat para salir de viaje? Ok, ¡pero que no te falte tu earthing mat! Sí, existen cables, parches, colchones e incluso fundas de almohadas que conducen el voltaje terrestre para dormir mejor, disminuir dolores, aliviar el estrés, mejorar apariencia de la piel, etc.
“En una parte importante del ‘mundo moderno’, el orificio central del tomacorriente está pensado para estar conectado a la Tierra (ahí entendemos sus maravillosas propiedades eléctricas). Sin embargo, a veces está el orificio, pero nunca se hizo la conexión, por eso es importante checarlo con un electricista u outlet. La energía de la Tierra nos cura, los productos son sólo el medio para recibirla”.
Haz grounding si quieres…
- Disminuir la inflamación —y en algunos casos — eliminar los síntomas relacionados.
- Mejorar el sueño.
- Aliviar dolores crónicos.
- Acelerar tu recuperación tras una actividad deportiva intensa.
- Mejorar la apariencia de tu piel (gracias a una distrtibución homógena de la sangre que oxigena el tejido muscular).
- Aumentar la energía y recuperar tu vitalidad. •Reducir el estrés y promover la calma del cuerpo, templando el sistema nervioso.
- Normalizar los ritmos biológicos del organismo. •Diluir la sangre, mejorando el flujo y la presión arterial.
- Aliviar la tensión muscular y dolores de cabeza. •Disminuir síntomas hormonales y menstruales.
- Incrementar la mejoría de úlceras y su prevención. •Proteger al cuerpo contra campos electromagnéticos del entorno potencialmente nocivos para la salud.
Entrevista con Katerina Brzovic (especialista en bioelectricidad y fundadora de Contacto Tierra)
¿Qué es lo más relevante al empezar a hacer grounding?
No es un tratamiento, es nuestro estado natural bioeléctrico y electromagnético y hay que hacerlo lo más posible. Hay dos factores fundamentales para optimizar los beneficios al máximo. Primero, a mayor superficie de contacto de nuestro cuerpo con la Tierra, mayores los beneficios. Segundo, hacer tierra durante la noche, momento de restauración y regeneración del cuerpo, amplifica enormemente los efectos antioxidantes, antiinflamatorios y biorreguladores.
¿Qué es la crisis curativa?
Tenemos mecanismos de defensa que hacen que la inflamación crónica (y otros proceso tóxicos) se aísle en inflamación silenciosa, que no circula. Cuando empezamos a conectar con la Tierra de forma constante, el cuerpo circula y “limpia” esa inflamación silenciosa, que puede generar síntomas incómodos durante unos días: aumento o reaparición de dolores y molestias, cansancio, insomnio, dolor de cabeza, síntomas leves de resfrío. Este detox es transitorio y sólo es un signo de que la persona está sanando su cuerpo.
¿Qué duda queda aún por resolver sobre el grounding?
¡El grounding es un mundo gigante! A pesar de que hay estudios antiguos sobre cómo la Tierra regula los ritmos circadianos (muy de moda actualmente), me encantaría que se hicieran más investigaciones para darle la importancia que merece. Nunca he visto a médicos o profesionales de la salud hablando del grounding para regular estos bioritmos… sólo se da importancia a la luz del Sol. Quizás también sería interesante indagar más sobre cómo el vivir “ungrounded” está altamente relacionado con el envejecimiento precoz.
¿Cuál es tu producto de Earthing favorito?
¡El Sleep Mat! Te permite hacer tierra con todo tu cuerpo mientras duermes y es el que optimiza más los beneficios.
¿Cuál ha sido el mayor aprendizaje?
Vivir en un “ambiente grounded” implica también comer alimentos que vengan lo más brutos posible de la Tierra, recibir agua y aire limpios… He aprendido que no hacer tierra nos deja indefensos como antenas para la radiación electromagnética, gran problema de salud hoy en día, del cual se habla muy poco. Vivir ungrounded, tanto física como mental y emocionalmente, es finalmente lo que nos enferma.
¿Y el mayor reto?
La educación, por mucho. El grounding es un concepto que genera rechazo inicialmente. No estamos acostumbrados a unir conceptos tan ancestrales con la ciencia, y la gran mayoría de la gente no ha te- nido la formación para entender rápidamente la ciencia detrás. Ambas cosas generan barreras mentales. En un mundo cada vez más conectado con lo artificial, soñamos con que algún día esto sea evidente y de conocimiento común. ¡Que sea obvio que todo el mundo tiene que, al menos, dormir conectado a la Tierra!
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